Área Pequeña

Ángel Contreras. Presidente del AlbaceteDice Contreras que Pacheco es demasiado bueno para jugar en Segunda. Digo yo que el Presidente del Consejo es demasiado inepto para presidir en Segunda, no te digo ya en Primera. Y él, tozudo, sigue con el cliché, se aprende una frase, la memoriza como en el colegio, y la suelta ufano ante el primer micrófono que le ponen por delante. Lo mismo le da que le da lo mismo, ora la ocurrencia de Pacheco, ora llamar partidistas a los que quedaron para ir al campo juntos el día del Murcia, por aquí lo de que le han concedido un préstamo pero todavía no le han dado el dinero, y por allí que el Albacete será lo que quieran los albaceteños. Mentira, el Alba de momento es la casa de tócame Roque, el patio de Monipodio y luego a luego la casa del terror, si no fuera porque empezar la temporada con cuatro victorias ha metido cloroformo a las críticas. Sólo hay que ver las ruedas de prensa de Ferrando, todo menos amables, para darse cuenta de que lo que se respira no es más que ambiente de reproche y de venganza hacia los que no creen en el presunto proyecto. Fue hace sólo dos domingos, cuando lo de Buades, en tono tabernario retaba Ferrando a los que osaron decir que tener al mallorquín de titular era pecado; una semana más tarde, el enésimo error del bueno de Miquel le da el segundo gol al Almería; pero ahí ya está el árbitro para echarle las culpas. César es como Fernando Alonso, repartir culpas se le da bien, pero él nunca se equivoca.

El día del partido contra el Murcia se habló del entrañable Paco Peña. Sí, el mismo que dijo que la afición que le pitaba se iba a joder un año más; recordaréis que la nimiedad por la que se criticaba a Paquito era por contribuir a [.....]

[.....] consumar el descenso de categoría; pero, claro, como la versión oficial es que no somos un equipo de Primera, no ya por los jugadores ni por los dirigentes, sino por la afición, pues ya está. Les deberíamos haber hecho un monumento a los integrantes de la plantilla del descenso, por lo menos. Y se queja ahora Pakito de que le pite la grada. Dice que como le pitamos a nuestros jugadores, pues que tampoco le extraña. Claro que la afición de la Condomina es mejor. Con sólo dos meses ya se ha dado cuenta el espabilado extremeño. Y que se fue a Murcia porque el proyecto deportivo le atraía más. Seguro que fue por eso, Francisco, te enseñaron un dossier de quinientas páginas con las especificaciones y las previsiones oportunas y tú no lo pudiste rechazar. Estoy que me lo creo, ¿sabes?. Ah, también vino Carlitos Aranda. Pues eso.

Menos mal que llevamos trece puntos, porque la historia del domingo en Almería lleva un tufo a temporada anterior que no veas. Defensa de mantequilla, se bajan los brazos y no nos fuimos con tres al descanso porque Dios no quiso. Como con Martín Monteagudo. Como el año pasado, la única diferencia es que no estamos abajo en la tabla y hay tranquilidad. De momento. Pero así no vamos a ningún sitio. Ferrando ha puesto el automático. Ahí está Valbuena, con Buades por delante cualquiera ensucia los calzoncillos, claro. Puede estar Noguerol o Beckenbauer, cuando venga Santi reeditamos la alineación del primer partido, no hay más ¿Cañas? Desaparecido antes del combate, inédito, aunque el año pasado no dio mal resultado como central. Y con eso detrás llevamos ya unos cuantos goles encajados. Pero César no ceja. A seguir así. ¿Dos delanteros? No viene en el libro. A lo mejor llegamos a diciembre cerca de los puestos de ascenso. Pero ya no está Jandro, siempre habrá un Fabiano. Y en junio, piensan Ángel y su troupe, cuando nos bañemos en la fuente, nos acordaremos de los agoreros, los desagradecidos, los que pagan y no llevan Rolex. Así se escribe la historia.