El Alba se aúpa al segundo puesto

El Alba se ha impuesto por un tanto a cero al Celta B merced a un penalti transformado por Sergio Molina. Mal partido, aburrido y espeso en líneas generales, donde la mejor lectura son los tres puntos obtenidos. Y el resto de resultados de la jornada aúpan al Alba a la segunda posición con 52 puntos, cinco más que el quinto clasificado: el Real Oviedo.

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Otra vez Molina. El cuarto tanto de Sergio vale tres puntos de oro.

 

 

Tras el encuentro de Toledo, y con los entonces sancionados Alba, Adriá y Zurdo ya disponibles, Gómez tenía que rediseñar el once con las ausencias obligadas Candela (cumpliendo un partido por acumulación) y de Tete, que andaba renqueante y finalmente no entró en la convocatoria. Y, salvo en la formación de la línea defensiva con los habituales Miguel, Alba, Noguerol, Castillo y Zurdo, lo hizo introduciendo variaciones significativas: dio entrada de inicio a Alex Colorado junto a Rocha en el doble pivote y a Añón en banda derecha, volviendo al carril izquierdo Adriá. También sorprendió dejando a Calle en el banquillo y presentando a Curto y Molina como pareja de ataque.

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Adriá y Zurdo volvían tras cumplir sanción 


Colorado a los mandos

Plácida era la tarde y plácido el encuentro, sin más sobresaltos en defensa que una pérdida de Castillo en la salida que no llegó a ser un compromiso serio. Tampoco demasiadas presencias en ataque que inquietase a Piña, aunque bastante se inquietaba el meta a sí mismo con su juego con los pies. El filial del Celta, bien plantado, estrechaba el campo y espesaba el juego achicando los espacios a Molina y a Curto, que no acababan de conectar. Entre la espesura y el tostón, poco más que destellos de Alex Colorado en el desplazamiento largo y en la salida del balón y un par de carreras y centros de Adriá por su banda que no se tradujeron en nada positivo.

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Una de Adriá

Apenas iniciada la segunda mitad, el valenciano cruza en exceso su disparo, franco desde dentro del área, en la primera ocasión clara de los locales tras una buena jugada colectiva. Fuegos de artificio, porque los vigueses continuaban cómodos en el campo: abusaban de patear balones buscando a Warden, que dicho sea de paso soñará esta noche con Castillo a quien no superó ni una sola vez, pero merodeaban el área de Miguel cuando se lo proponían.

En esta tesitura, Gómez decide un cambio de cromos: da entrada a Calle y a Raúl Ruiz por Curto y Añón.

 

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Otra de Molina

Sin duda la mejor ocasión de la tarde fue para Molina: él solito se la fabricó presionando a ambos centrales, robándole la cartera a Ladero y plantándose solo ante Piña, pero disparando ligeramente desviado  a la izquierda, por el mismo sitio que lo hizo Adriá veinte minutos antes. Casi a renglón seguido tuvo otra Sergio, pero su remate en difícil escorzo a la salida de un cornerse marchó fuera.

 

La hora de Calle.

Colorado sirve una falta desde la izquierda y Calle, que intentaba llegar al balón es agarrado y derribado de forma meridianamente clara en el área. Benjuméa, que así se apellida el soplapitos de turno, ni se entera. Un calco desde el lado contrario: Zurdo sirve una falta y Calle se va al suelo en una jugada mucho menos clara. Ojo-de-águila Benjuméa, que todo lo ve, sanciona penalti. Molina transforma con toda la calma del mundo: una gozada ver a este muchacho tirar los penaltis.

 

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Y apuros

Benjuméa no duda en expulsar a Calle por una entrada en el centro del campo de las que, aun siendo por detrás, las hay a docenas en cada partido. Muchas veces, patadas similares no se castigan ni tan siquiera con amarilla. Tengo bastante claro es que el trato que recibe este jugador por parte del colectivo arbitral es desesperante y que lo tiene apuntao en algún tipo de lista. No veo otra explicación.

 

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Si una asignatura pendiente tiene el Alba es que es incapaz de matar un partido, de evitar que se den más de dos pases seguidos, de hacer un poco de teatro y de dar un par de patadas si es menester. Un claro dos contra uno en el que Waden se hartó de balón porque Noguerol le aguantó hasta el límite se quedó en nada cuando bien pudo habernos costado dos puntos si el delantero vigués hubiese estado más listo.

 

El del pito y sus amigos.

Dirigieron, o lo intentaron, Jesús Benjuméa  Álvarez, David Barranco Yáñez y Luis Molina Molina,  todos del comité andaluz. Después de transcurridos tres cuartos de competición, sinceramente ya no sé qué decir de los árbitros, aparte de que me tienen al borde del colapso mental.

 Lo que no es de recibo, y para él va el comentario, es que Pichi Lucas venga con el cuento de que le “hubiese gustado que pitasen de otra manera a sus once chavalitos”. Ni que les hubieran perpetrado un atraco a mano armada, caballero, cuando le han obviado un penalti y le han permitido jugar un cuarto de hora con uno más por obra y gracia del Benjuméa, por no desmenuzar más el arbitraje. Es que luego viene algún listo que no haya visto el partido y te dice que les hemos robao!!! Vivir para ver.