¿Pesimismo o Realidad?
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- Escrito por Silvestre
Llegados a la cuarta jornada, y sin ánimo de ser pesimistas, el Albacete ofrece similares parámetros a lo vivido en las últimas temporadas. El relevo en el consejo no ha traído la tan esperada tranquilidad en un club que se sigue manejando en la cuerda floja ya sea por el tema económico o por el tema deportivo. El consejo de Ángel Contreras, con sus innumerables fallos y un mala política económica al menos se preocupó de hacer plantillas competitivas que, a pesar de los altibajos, acaba ofreciendo algo en determinados momentos que siempre hacía mantener viva la llama de poder optar a mejores objetivos. El nuevo consejo, no sabemos si presidido por Ubaldo González o Gonzalo Panadero, está empeñado en conseguir la estabilidad económica, descuidando parcelas tan importantes como la deportiva. ¿De qué servirá sanear al club si nos vamos a Segunda B? No se trata, insisto, de ser pesimistas, pero ¿hay algo a lo que agarrarse para ser optimista?
Según parece la cosa no estaba tan mal como la pintaba Bandera Blanca. No hubo ningún problema para pagar a los jugadores sin que el dinero llegara gracias a ninguna gestión espectacular de Ubaldo & Cia. El mismo dinero habría llegado con Contreras o con Candel. Después, se han conseguido ingresar unos dos millones de euros y ahorrar no se cuantos con la venta del único patrimonio que le quedaba al Albacete, sus jugadores de mayor calidad, que, recordemos, fueron fichajes de Contreras. No todo lo harían mal cuando esos [.....]
[.....] jugadores vendidos por dos millones de euros llegaron gratis al Albacete.
Ahora el Albacete, como bien pudimos ver anoche en el Carlos Belmonte, es un equipo de retales que, bajo la premisa de que estamos muy mal económicamente, genera muchas dudas sobre si estará a altura para, al menos, mantener la categoría. Tanto parece haberse preocupado el consejo en equilibrar las cuentas que se ha descuidado la confección de una plantilla que, no nos engañemos, está falta de calidad, pobre de recursos y con una evidente falta de liderazgo que aconseja tomar medidas de forma inmediata. Así se lo comentaba anoche un directivo del Numancia a un amigo albaceteño al término del partido: “Colega, con este equipo vais a pasar muchos apuros”.
El Numancia le pasó por encima al Albacete con una facilidad pasmosa. Un equipo débil en defensa e impotente en ataque es presa fácil a poco que se tenga la lección bien aprendida. El equipo de Gonzalo Arconada le dio todo un repaso al de Quique Hernández, cuyas carencias saltan a la vista, así como la ausencia de mimbres para esperar una mejoría a corto plazo. Valbuena no es mejor que Javi Martínez, y encima genera intranquilidad, Baggio no es mejor que Buades, Fran Moreno ni se acerca a Líbero Parri, Iker Begoña es un paquete comparado con Cámara y entre toda la delantera, a falta de ver algo más del camerunés Meyong Zé, será difícil que se acerquen a los números de Calle.
¿Por qué no se intentó la renovación de Sanzol, Buades, David Sánchez e incluso Gato? ¿Había que dejar sitio a los compromisos? La justificación sigue estando en el tema económico, pero señores, no nos engañemos ¿cuántos equipos deben a Hacienda más dinero que el Albacete? Nos sorprenderíamos. ¿De qué nos vale sanear las cuentas para irnos a Segunda B?
A todo esto sólo se llevan cuatro jornadas de Liga y estamos presas del pesimismo, quizás porque ya nos estamos acostumbrando a la pelagra. Mucho tendrá que trabajar Quique Hernández para enderezar el rumbo de un barco, el deportivo, que camina a ninguna parte. La política de mínimos de Máximo ha resultado insuficiente para enganchar a la afición, a la que, no nos engañemos, le importa un pimiento si debes 2 ó 15 millones de euros. Tanto Bandera Blanca, que iba a recuperar a la afición, y se ven menos aficionados en el Carlos Belmonte que con Contreras. Aparte de colocar a los amigos, aprovecharse de lo poco bueno que hizo Contreras y de tratar de equilibrar una cuentas que a pocos importa a base de dilapidar lo poco que le quedaba al club ¿qué ha hecho este consejo para recuperar a la afición?
Viendo anoche al Albacete volvimos a darnos cuenta de que importa poco quién se siente en el palco, que lo verdaderamente importante es el tema deportivo, donde se ha dejado todo en manos de un Máximo Hernández que de momento sólo ha dejado una cosa bien clara, que Antonio Gómez no entrenará al primer equipo mientras él esté aquí.
Todo esto quedará obsoleto, desfasado y falto de contenido si el Alba encadena tres victorias consecutivas. ¿Pero alguien piensa que con esta plantilla de desechos de tienta se puede pasear uno por la exigente Segunda División sin pasar apuros? El Numancia, con un presupuesto que ronda los 4,5 millones de euros nos pasó por encima demostrando que pagando poco se puede hacer las cosas bien. Lo que a lo mejor hay que hacer es fichar buenos jugadores y no buenos amigos, que los amigos son para jugar en la ‘peña’, no al fútbol profesional. Los críticos me aplaudirán, los afines al consejo me lapidarán, pero los números están ahí: Cuatro jornadas, un punto, dos goles marcados y ocho encajados y cada vez más hundidos en la tabla. Y a todo esto ¿hemos vendido el Altozano?.