El Alba ha sido derrotado por la Balona por un tanto a dos en partido correspondiente a la 17ª jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División B. El encuentro, aun bien jugado por los de Gómez, estuvo marcado por la ineficacia local frente al marco de Pagola. Molina adelantó al Alba en la primera mitad mientras que Hernández y Juanpe, los visitantes sí supieron rentabilizar sus llegadas, daban la vuelta al marcador en la segunda. 

 El once comentado.

La baja de Calle por sanción obligaba al mister a jugar con una dupla atacante compuesta por Curto, que lo intentó todo, y Molina, que metió un tiro directo de forma magistral y bien pudo repetir. Adriá, mala suerte la del valenciano que recayó de su lesión de rodilla, dejaba a Martins (que sigue sin fortuna alguna cara al marco contrario) fuera de inicio aunque lo tuvo que sustituir apenas tras quince minutos de juego. Campos tuvo que recoger del fondo de su meta los dos únicos remates visitantes. El mismo comentario vale para toda la zaga, Alba, Noguerol, Santamaría y Zurdo: se mostraron solventes hasta que hubo que irse descaradamente arriba. Rocha quiso la pelota y la manejó mientras que Núñez se volcaba más en el trabajo menos vistoso. Tete desbordó en varias ocasiones pero careció de acierto al final. 

Mandones pero sin fortuna

Mandaba el Alba en el inicio llegando a los dominios de Pagola con relativa facilidad. Al filo del minuto 5 Curto ya había avisado con un buen disparo cruzado que atajó el meta visitante. Pero pronto se vio que hoy la fortuna no iba a sernos propicia cuando Adriá, tras apenas 15 minutos de juego, se resentía de su lesión de rodilla y tenía que dejar el campo con lágrimas de rabia. Su puesto lo ocupaba Martins desplazando a Curto a la banda del valenciano. Mientras, el equipo perfectamente situado sobre el campo continuaba llegando por ambos costados. Al filo de la media hora, Molina hacia justicia en el marcador al transformar de manera magistral un libre directo. El Alba se encontraba a gusto y la Balona, trabajando bien atrás pero superada ampliamente en la medular, no daba señales de vida.  

Pudo ser decisivo

Sí, pudo ser decisivo el meridianamente claro agarrón de Joe a Martins en el área, siendo además el último defensor, pero el asistente (mejor colocado para verlo) y su jefe el del pito (más cerca pero con peor ángulo) se hicieron los suecos a pesar de ser valencianos. Luego hemos sabido que el del banderín se dejó la solución única en casa y no se pudo poner las lentillas de ver de lejos en el vestuario. Haberte acercado a El Corte Inglés a por un bote, que estaba abierto, cenutrio.

 

Rocha llevó la batuta del juego local durante muchos minutos

 

La verdadera clave

Pero la verdadera clave del encuentro estuvo en las ocasiones desperdiciadas ante la meta visitante. A los pocos minutos de la reanudación, Tete elige disparar a puerta, deteniendo el meta, cuando Molina estaba presto a empujarla. Pudo ser el segundo y, sin embargo, a renglón seguido David Hernández, libre de marca, cabeceaba a la perfección un buen servicio de golpe franco desde la derecha haciendo inútil la estirada de Campos.  

 

El Alba no acusó en exceso el golpe y siguió trabajando bien, sobre todo por los costados. Fruto de la presión blanca contabilizamos (y a las imágenes me remito) hasta tres clarísimas opciones de Curto, Molina y Martins. Lamentablemente, todos enviaron su remate a las nubes cuando lo fácil parecía embocar. 

 

El encuentro se iba a acabar en una llegada de Gallardo por la izquierda y centro al palo contrario, que remata con una calidad pasmosa Juanpe: un golazo, para nuestra desgracia. 

 

El segundo sí que fue la puntilla para el Alba, que había trabajado bien pero que se veía por detrás en el marcador. La Balona leyó a la perfección los pocos minutos que faltaban hasta el pitido final tocando más cuando podían u obligando al Alba a jugar directo y dejó morir el encuentro sin pasar ningún apuro. 

El del pito y sus amigos. 

Ha venido hoy a vernos Vicente Gil Coscolla, con el pito, y sus amigos Marcos Saenen Álvarez y Sergio Escrich Guzmán, con las banderas del ímprobo Comité Valenciano. Vicente es malo. He perdido la cuenta de las tarjetas en un partido sin ningún problema y más que limpio. Además, se coloca mal y lejos de la jugada. Claro, que peores son sus asistentes, quienes apenas mostraron un 10% de acierto con sus banderitas. Fuentes de todo crédito me informan que se han marchado a Valencia directamente, sin tomar nada a pesar de las horas: parece que han tenido bastante con el penalti a Martins que se han comido de aperitivo.