Cerrado por defunción

Máximo Hernández y Martín Monteagudo. Máximos CulpablesUn Alba desquiciante cae ante el Córdoba en el Carlos Belmonte ofeciendo de nuevo una imagen penosa, arrastrando a la afición al borde del precipicio emocional y permitiendo que José González salivara regocijado su botella de agua al resarcirse, años después, de aquellos que le dieron un Minardi y le juzgaron como si fuera Fernando Alonso a bordo de un Ferrari.

En esta eterna ruleta rusa que ha sido la temporada del Albacete Balompié, los astros se conjuraron para que nunca saliera bala. Ahora no importa que se juegue pésimo. Que la cerrazón de Máximo regale las primeras partes para luego encomendarse al "milagrito" Alustiza (menuda perla nos trajeron). Ahora en el Belmonte sólo importa el lloro de una hinchada que 20 años después puede decir adios, en el mejor de los casos, a ese mal llamado fútbol profesional.

Se venden melones en la Avenida de España. Aunque aún no es el tiempo de esta fruta, los jugadores del Alba se los reparten entre ellos a modo de pases. Y claro, así es muy difícil alcanzar objetivo alguno por menor que sea. Una vez más, los locales tenían la opción de meterse, de costado, en la lucha por evitar la quema a falta de cuatro jornadas, y una vez más su empeño en jugar a la nada frustró la esperanza de más de 10000 almas. El Carlos Belmonte está anestesiado, ya no siente el dolor, respira como un moribundo.

El Córdoba, por su parte, es un [.....]

[....] equipo que sobrevive con lo justo, incluso con menos, y sin embargo apenas se le movió el flequillo ante el Albacete. Se encontró con un gol nacido en la enésima desidia de este Alba, y con eso bastó. Fue suficiente porque Morán está desquiciado, igual que Barkero. Porque Alustiza dimitió una vez más, porque Begoña no merece jugar en este equipo, y porque Azkorra se muere de asco.

Máximo reaccionó tarde con el cambio que le quedaba ¡¡qué novedad!!, aunque la verdad esta vez daba igual. Ya era tarde pero en realidad siempre fue tarde para un equipo que llevó su primer tiro entre los tres palos en el minuto 80. Del modo más duro, quedaba ahí reflejada la miseria técnica de una plantilla muy necesitada de algún tipo con calidad, con visión de juego, con regate, con desborde... En definitiva, de algo de imaginación y sobre todo DE VERGÜENZA TORERA!!!.

Dicen algunos que ya habrá tiempo de buscar culpables una vez finalice esta temporada, esos mismos que al parecer han aplazado la moción de censura ¿para cuándo? ¿para el final?. ¿Es que no se dan cuenta de que ya hemos llegado "al final"?