Esta temporada enfrentarse al Alba es practicamente un seguro de mojar. Y recibirlo en estadio propio sinónimo de facilidades de tal calado que, aun fallando lo infallable como Capdevila ayer, hay garantía casi total de premio (el que obtuvo posteriormente Despotovic). JIM sigue jugando a los puzzles y sus cambios parecen más encaminados a la comodidad del rival que a voltear la tortilla: lo extraño es que haya que apuntar que, encima, el Alba pudo pescar en la Nueva Condomina y a nadie habría extrañado.

Me niego a comentar o a analizar en estas líneas la presencia de Mainz en el lateral, la de Merino en banda izquierda o la de Alberto en la media punta. Las razones son varias. Una, que ya lo he hecho en otras ocasiones. Dos, que no le veo fuste por muchas vueltas que le doy. Y tres, que no consigo más que cabrearme cuando pienso que tenemos un lateral diestro puro en el banco, otro que queremos largar en este mes sin ni siquiera convocar hace un lustro por hacer su función de capitán y  portavoz, un canterano reconvertido que ha estado ahí varios encuentros como mal menor, al media punta de calidad en la izquierda, a nuestro interior izquierda más rápido en el banco y a un stopper en la media punta. ¿Es de sainete o no? Es que visto así da hasta risa.

Parchear una plantilla corta, reconvertir temporalmente a un jugador a una zona o a una función a la que no está habituado es una habilidad (que no todos tienen, por cierto) y hasta, en casos como el nuestro, una necesidad. Pero complicarse la vida innecesariamente, volverse ramplón sin sentido, empecinarse en soluciones que empeoran los presuntos problemas y dejar que un equipo al que todos hemos visto funcionar se marchite, se rompa y hasta se arrastre por según que campos es de tener las miras muy cortitas. Hale, ya me he quedado tranquilo.

Y el caso es que el Alba superó al Murcia especialmente en la primera mitad. Es cierto que el Murcia tiene equipo para estar más arriba de donde se encuentra pero no lo es menos que tampoco están para tirar cohetes y a poco que hubiesen tenido enfrente un oponente con las ideas claras y con ambición podrían haber perdido el partido antes del 45. De hecho Costa, Merino, que lanzó al palo, e Ibón (en la imagen de Gente) desperdiciaron claras opciones de haberse marchado a vestuarion con ventaja.

Pero claro, el contrario también juega y su mister entrena. Campos se percató que la floja defensa del Alba era especialmente vulnerable por su flanco derecho donde el desubicado Mainz bastante hace con intentar mantener el tipo. Avisó Capdevila fallando lo que no está en los escritos en una primera concesión defensiva de patio de colegio. Pero el que no falló a renglón seguido fue Despotovic. Creedme cuando os digo que la comodidad con la que hasta tres jugadores muecianos manejan el balón en el area del Alba sin que ni tan siquiera haya nadie en un par de metros a la redonda es absolutamente sonrojante.

Ya habíamos conseguido levantar al moribundo nosotros solitos. Y por si acaso se obraba el milagro, JIM retiró a Ibón del campo limitando todas nuestras opciones al juego directo para que el Murcia se defendiese más cómodo. Hubo un par de remates en jugadas a balón parado pero tan malos somos para defenderlas como para sacar provecho de ellas. Solo quedaba por ver la segunda amarilla a Mainz, que se pierde el encuentro frente al Hércules (de lo que además me alegro) y alguna posibilidad para Toché (en la imagen de Gente) pero nada más.

El final de la primera vuelta e inicio de la segunda nos depara el enfrentamiento con el Hércules en el Belmonte y dos salidas consecutivas a Álava y a Sevilla. Es evidente que el globo se desinfla, que la longitud de la mala racha es ya similar a la de la buena. Un encuentro complicado en casa y dos salidas ante rivales de nuestra liga. Nueve puntos en juego que van a determinar nuestro nivel de tranquilidad cara a la segunda mitad de Campeonato.

Bien: Ibón Gutiérrez. Segundo partido consecutivo de titular mostrando que puede mover al equipo. Lástima que marrase su ocasión ante Elía.

Mal: concesiones. Por parte de JIM y por parte de nuestra cobertura. Somos nuestros peores enemigos y nos estamos lastrando solitos.

El del pito: Teixeira. No he visto el partido completo y por consiguiente no opino, pero solo con nombrar a este señor ya me da miedo.