Que segunda vuelta, mi madre!!





Mira que lo estuve dudando...
... y al final cedí y me metí entre pecho y espalda 400 km. Y me consta que, como yo, algún que otro masoquista más. Más que tratar de explicar lo de ayer, que ya es tan inexplicable como intranscendente, lo que me pregunto es cuál es el límite de lo que podemos aguantar

Lo que no se pueden perder son los papeles
Bajo ningún concepto. Nos faltaba por sufrir ya pataletas de niñato, caza de brujas y explicaciones metafísicas al ridículo esperpéntico que estamos haciendo esta segunda vuelta.
Un cargo público como Contreras no puede perder los nervios por mucha que sea la presión y porque 10 criaturos le digan, de forma más que tímida, que dimita. Si quiere palmaditas en la espalda que las busque en otro sitio porque o reconoce que se han hecho mal hasta los canapes del palco o va a engrosar mi lista negra.
Y hablando de lista negra, Buades dice que no comparte el trato que la afición le está dispensando al equipo. Mira que este muchacho no es santo de mi devoción, pero no puedo por más que coincidir con él: si por mi fuera, la bronca habría sido de las que hacen época. Igual es que está satisfecho con el nivel colectivo y con su proyección personal.

Dejo a Martín fuera
Pues si, no he querido meter el comentario sobre Martín en el apartado de la pérdida de papeles. Y no porque no lo hiciera: que alguien que entienda de futbol me aclare que quería Monteagudo ayer con el planteamiento y la alineación inicial, por favor, porque escapa cláramente a mis conocimientos futbolísticos.
Martín sabrá más o menos, lo hará mal o peor, se le puede pedir que dimita..... lo que querais. Pero no es menos justo reconocer que es capaz de ponerse delante de los periodistas en rueda de prensa y reconocer que se ha equivocado, que lo ha hecho mal, que la culpa es suya y que esto ya no es solucionable.
Vaya mérito, direis!! Pues yo creo que si. Y si no, mirad a los dos del epígrafe de arriba, más preocupados de su reputación y de su cutis que de otra cosa.

En dos jornadas, colistas
O en una. Las espectativas en las visitas a Mestalla y el Camp Nou hacen preveer lo que algunos ya vaticinaban hace tiempo y yo siempre me había resistido a creer: vamos a ser el vagón de cola con toda seguridad. Si, es lo de menos, pero lo digo por mortificarme un poco porque nunca lo contemplé. Igual estando los últimos algunos son capaces de asumir, por fin, algún silbidito.