QUESOMECANICO.COM/A11.- El Albacete sufrió más de la cuenta para doblegar al Sevilla Atlético, farolillo rojo de la Liga 1|2|3 y que jugó una hora en inferioridad numérica. Sin embargo, los de Enrique Martín aprovecharon el penalti que propició la expulsión de Konyk para igualar la contienda y ya en la segunda parte, y con un gran gol de De la Hoz, lograron voltear el marcador ante un rival que en ningún momento dio su brazo a torcer. Al final, triunfo con oficio para dar un paso de gigante y soñar con el playoff.

Al encuentro llegaban ambos contendientes en situaciones totalmente contrapuestas. Mientras que los locales lo hacían tras encadenar nueve partidos consecutivos sin conocer el triunfo y virtualmente en la categoría de bronce, los visitantes sumaban cuatro envites invictos y buenas sensaciones a la hora de encarar la recta final del campeonato, con la vista más puesta en las posiciones de playoff de ascenso que en las de descenso. Una diferencia tanto anímica como futbolística que no se notó en los primeros compases del duelo —y prácticamente durante los 90 minutos—, en los que el filial blanquirrojo apenas mostró lagunas ante un Albacete al que le costaba más de la cuenta hacerse con el esférico e hilvanar jugadas de peligro.

Así, el inicio sirvió para comprobar las buenas intenciones del Sevilla Atlético, al que en ningún momento le quemó el balón y al que tampoco le temblaron las piernas a la hora de merodear el área de Tomeu Nadal. Le bastó al conjunto dirigido por Luis García Tevenet, que vio el encuentro desde la grada al estar sancionado, menos de un cuarto de hora para poner el marcador en franquicia. En el minuto 12, un balón al flanco izquierdo lo controló medio trastabillándose Matos, que logró meterse en zona de castigo tras un intento fallido de centro. Arroyo tumbó al capitán hispalense y Vicandi Garrido no dudó en señalar el punto de penalti. Desde los once metros Carlos Fernández engañó al cancerbero del cuadro manchego para situar el 1-0 en el electrónico.

El gol en contra sirvió para que el Albacete, poco a poco, saliera de su modorra y comenzara a inquietar un Soriano que no tuvo trabajo hasta el minuto 19, cuando en una jugada por la banda derecha, Gorosito colgó el balón en el segundo palo y Aridane, de cabeza, remató por primera vez entre los tres palos. Una tímida llegada que al menos le servía a los blancos, con su indumentaria rosa, para iniciar una —hasta ese momento— nula producción ofensiva. Dos minutos después Bela firmó una buena acción personal, marchándose en el interior del área de Carmona con un fantástico recurso pero su centro no encontró rematador. Eran los instantes en los que el Alba buscaba igualar la contienda, aunque faltaba un poco de fluidez en el juego.

Superada la media hora de partido llegó la jugada con la que el Sevilla Atlético se quedó en inferioridad numérica. Fue tras un centro por la banda izquierda del ataque visitante, el balón colgado en el área terminó con Konyk arrastrando a Aridane y con el trencilla, sin dudarlo, pitando penalti y expulsión del central argentino. No falló desde el punto fatídico un Dani Rodríguez y Soriano no adivinó la trayectoria de la redonda, que terminó perforando la portería nervionense. El tanto llegó en el mejor momento para un Albacete que no terminaba de encontrarse consigo mismo y que veía en el atrevimiento del contrario un problema a la hora de defender. Sin embargo, antes del descanso, los de Tevenet pudieron lograr adelantarse, pero una gran jugada por el carril izquierdo de Matos, que recortó ante Erice, no encontró el camino del gol debido a la gran intervención de Tomeu.

Se suponía que con tablas y un hombre más sobre el césped del Viejo Nervión, el Albacete no tendría muchos problemas para conseguir voltear el resultado. Sin embargo, una defensa muy bien plantada de los sevillistas y la inoperancia a la hora de generar peligro convirtieron a Soriano en un convidado de piedra en los instantes iniciales del segundo acto, en los que además el Sevilla Atlético tampoco renunciaba a salir a la contra si se lo permitían las circunstancias. Un disparo al limbo de Erice tras una larga jugada fue el bagaje atacante del Alba en el primer cuarto de hora. Movió el banquillo Enrique Martín en busca de frescura: entró De la Hoz por Susaeta y ya en el primer balón que tocó casi logra el tanto para los suyos, pero no consiguió conectar bien con el cuero en una jugada calcada a la que posteriormente le serviría para conseguir el 1-2.

Pero antes lo siguió probando el Alba, que poco a poco se volcó en busca del ansiado gol ante un filial hispalense al que no se le notaba la ausencia de un efectivo. En el 66’, incluso, dispuso de una acción para romper el empate, pero el remate de Carlos Fernández —el mejor de los locales— tras un centro de Matos y el consiguiente mal despeje de Chus Herrero terminó blandito en las manos de Nadal. Fue la antesala del segundo chicharro de los de Enrique Martín, nacido de una jugada de estrategia en un saque de banda. Morillas la colgó, la zaga nervionense no consiguió despejar y el balón terminó franco para un De la Hoz que no dudó en fusilar a Soriano. Quedaban algo más de 20 minutos para el epílogo y los de casa estaban dispuestos a morir matando. Así, subieron en busca del 2-2, dejando muchos espacios que a la contra no aprovechó el Alba para sentenciar. Cifuentes y Héctor pudieron hacerlo, pero el tanteador ya no se movería. Al final, triunfo sufrido de los manchegos ante un Sevilla Atlético que virtualmente es carne de Segunda B.