QUESOMECANICO.COM.- El Alba ha sido derrotado por cero tantos a uno por el CD Lugo en partido correspondiente a la 15ª jornada del campeonato de liga de segunda división. El tanto visitante lo anotó Álex López a falta de diez minutos para el final. A falta de que se complete la jornada, el Alba queda situado en 8ª posición con 22 puntos en su casillero

El once de Luismi

Lesiones, sanciones y castigos mediante (y algo falto de efectivos sobre todo en la zaga) el mister salió de partida con Tomeu Nadal, Benito, Arroyo, Kecojevic, Fran Garcia, Azamoum, Silvestre, Pegro Sánchez, Dani Ijeda, Manu Fuster y Zozulia. Por cierto, Kecojevic vio la quinta amarilla y a Zaragoza vamos con un solo central. Veremos.

De tu propia medicina

Un disparo a palos, tres puntos. Solo que esta vez el que acertó fue el Lugo y los que remaron para morir en la orilla nosotros.

Vamos por partes.

Soy de la opinión de que hoy el Lugo ha controlado el partido en todo momento. Ojo que no digo el juego, pero la situación por descontado que sí. Con dos líneas de cinco por momentos en la misma frontal con apenas 10 minutos de juego, sí. Renunciando a la más tibia presión cuando así les convenía, sí. Pero transmitiendo una sensación de comodidad tan grande como de inoperancia hacía gala el Alba.


Con la única excepción de Silvestre, que hacía lo poco que daba sentido al juego blanco, el equipo estaba difuminado, volcado casi totalmente al flanco derecho, con un dibujo feo. Los gallegos por controlar, controlaban hasta el tempo. No sé cuánto tiempo se jugaría, pero la lentitud y la poca continuidad era exasperante. Y es que por controlar, el Lugo controlaba hasta Vicandi, complaciente con la parsimonia gallega desde el mismo túnel de vestuario. Y eso por no hablar de las seis veces (no es exagerar, SEIS) que Manu Barreiro la tocó con la mano (la pelota) y él (Vicandi) lo sancionó: lo tenía que haber amonestado aunque solo fuera por el cachondeito. Lo poco que producían los de Ramis eran centros laterales, por llamarlos de alguna manera, de todos los colores: inocuos, defectuosos, directamente malos y hasta alguno gracioso. Pero ni uno medianamente aceptable, y no digamos ya aprovechable.


Parecía, pero…

… fueron fuegos de artificio. Volvió el Alba del descanso más activo. Las operaciones de Zozulia y, sobre todo, un cabezazo de Kecojevic que sacó Ander cuando se colaba no fueron suficientes argumentos para adelantarse en el marcador. Y el Lugo, que seguía a lo suyo, mostraba ahora sí, con más espacios y menos fuerzas, algo más interés en salir a la contra. Tampoco es que fueran a tumba abierta pero al menos ya sabían el color de la equipación que llevaba Tomeu. Y a la segunda o tercera llegada, una buena colada por la derecha visitante la culminaba Álex López con el tanto que valdría tres puntos para su equipo.

La estocada había sido mortal. Al Alba le quedaban fuerzas para uno o dos arreones más, desesperados y ambos del Toro, miren que casualidad. Y desafortunadamente improductivos.

El del pito y sus amigos.

Hemos tenido hoy la desgracia de padecer a Iñaki Vicandi al pito y a sus amiguetes David Pérez y Mateo Vaquero a las banderas. No puedo con este señor, amigos. Increíble que se le permita dirigir partidos de segunda. Como he comentado con algún colega, de lo peor que te puede caer en suerte actualmente. Y ojo, que hay por ahí alguno que no es moco de pavo. Cuarenta y una faltas (según las estadísticas) se ha pitao el pájaro en noventa minutos, casi una minuto sí, minuto no. Ahora, si no habéis visto nunca un calentamiento de Iñaki y sus congéneres que sepáis que es algo digno de ver de verdad: mucho mejor espectáculo que el partido, donde va a parar. Las cosas como son.