Guardameta con grandes reflejos y buena colocación que alterna intervenciones sobresalientes con graves fallos.

Fichado del Orihuela en 1991, pasó dos temporadas en blanco como tercer portero a la sombra primero de Conejo y Balaguer, y luego del valenciano y de Jesús Unanua.

En la campaña 1993/94 se marchó cedido al Cartagena para regresar un año más tarde y disputar sus primeros 10 partidos en primera división (por delante de él tenía entonces a Molina y a Balaguer).

En la temporada 1995/96 dispuso inicialmente de la confianza de Benito Floro ya que el técnico asturiano no contaba con Balaguer. Luego perdió su puesto y, al acabar esa temporada y descender el Alba a segunda firmó por el Racing de Santander donde pasó tres años antes de firmar en el 2001 por dos temporadas en el Poli Ejido.