QUESOMECANICO.COM/ADG.- El Albacete reinó en el vendaval ofensivo vivido en el Estadio de La Cerámica. El cuadro de Rubén Albés remontó el tanto inicial de Collado gracias a los goles de Djetei y Juanma e hizo las delicias de los más de 2.000 hinchas albacetistas que viajaron a Villarreal. El partido fue un ida y vuelta constante y las ocasiones no pararon de llegar. El cuadro manchego acabó con más de veinte tiros a puerta y tuvo pesadillas con un Iker Álvarez que evitó una goleada. Con este resultado, el Alba se consolida en la zona de playoff de ascenso y ya no ve tan lejos incluso la soñada plaza de ascenso directo.

El encuentro arrancó con mucho ritmo. Ambos equipos llegaban muy bien por las bandas y sin guardarse nada. El primero que probó fortuna fue el cuadro blanco. Un tiro con el exterior de Manu Fuster estuvo a punto de sorprender a Iker Álvarez. Con el paso de los minutos, el equipo de Albés se hizo con el control del partido y gobernó la posesión ante un filial amarillo que buscaba hacer daño a las espaldas de Djetei y Boyomo. Mediada la primera parte, volvió a tener una buena ocasión el Albacete. Carlos Isaac alcanzó la línea de fondo y puso el balón atrás, donde llegó libre de marca Juanma, quien no pudo dirigir el esférico entre los tres palos.

Sin embargo, cuando mejor parecía estar el Albacete sobre el terreno de juego, se encontró con el gol en contra. Una obra de arte de Collado. La jugada se inició con una buena acción individual de Del Moral, mandó a correr a Collado a la espalda de Boyomo, el atacante granadino se quedó solo ante un dubitativo Altube en su salida, se fue de él con un espectacular caño y marcó a puerta vacía. El gol encajado fue un duro golpe para el equipo albaceteño y, tan solo dos minutos pudo llegar el 2-0 y quedar el encuentro resulto. El filial amarillo enlazó una espectacular contra que terminó finalizando Carreira en un mano a mano contra Altube. Afortunadamente para los chicos de Rubén Albés se señaló fuera de juego y el tanto no subió al marcador.

A pesar del susto, el Alba mantuvo su dominio sobre el césped. Manu Fuster era el jugador más incisivo y desequilibrante, pero le faltaba afinar la puntería. Lo mismo que a Duba que, en cuestión de escasos minutos, tuvo las dos mejores ocasiones de la primera parte. Primero aprovechó un choque entre defensores del Villarreal para entrar en el área, dejar sentado a su marcador y rematar contra el pie de Iker Álvarez. Una parada que repitió el meta instantes después de nuevo ante Duba, quien, tras servirse de un error de contundencia de De la Fuente para meter el cuerpo, logró quedarse mano a mano contra el portero. Pero no era el día de Duba y de nuevo su remate fue desbaratado por el pie derecho de Iker Álvarez.

El Albacete estaba siendo superior, pero el gol del empate se hacía de rogar. Tuvo que esperar al filo del descanso en un córner para encontrar el premio el equipo de Rubén Albés. Fue gracias a los dos centrales. Peinó Boyomo el cuero en el primer palo y lo empujó a la red Djetei en el segundo para marcharse al descanso con un empate merecido.

El conjunto manchego salió al segundo tiempo con la misma inercia que acabó el primero. Dominador y acumulando ocasiones. El partido era un ida y vuelta constante y el más acertado de cara a portería se llevaría el triunfo. Sin embargo, el problema seguía siendo el mismo: Iker Álvarez. De nuevo el portero del filial amarillo sacó una mano abajo prodigiosa a disparo desde la frontal del área de Juanma. Rubén Albés se echaba las manos a la cabeza por las numerosas oportunidades falladas. Pero también hubo sustos para el Albacete, como en una falta a favor del cuadro castellonense en la que Dani Tasende mandó el balón al palo y poco después el lateral gallego fallaba un gol cantado.

El vendaval ofensivo no paraba y Juanma iba a acabar derribando el muro del equipo amarillo. Iker Álvarez sacó una buena mano a disparo de Manu Fuster, pero el delantero sevillano, que acumula tres tantos en las últimas dos jornadas, encañonó el balón repelido y no perdonó el 1-2.

Ya con el resultado a favor del Alba, ambos técnicos decidieron mover el banquillo ante el notable cansancio de muchos de sus jugadores y eso frenó el ritmo del encuentro. Un hecho que favoreció los intereses del Albacete, que pudo disfrutar de los últimos minutos de encuentro sin gran sufrimiento y firmar un triunfo que vale oro para consolidarse en la zona de playoff de ascenso.