QUESOMECANICO.COM/ADG.- El Albacete, que cuajó su idea de partido a la perfección, sorprendió a la Unión Deportiva Las Palmas y con un tanto postrero de Higinio conquistó un triunfo de prestigio al tiempo que destronaba del primer puesto al conjunto amarillo. Abrió el marcador con un tanto a la contra de Manu Fuster y vio como en la segunda mitad Pejiño empataba tras una jugada personal de Alberto Moleiro. Cuando parecía el partido encaminado al empate, el ariete murciano recogió un despeje del meta tras fallar Maikel Mesa una pena máxima para hacer sumar al cuadro albaceteño tres puntos fundamentales para no perder el vagón de la promoción de ascenso.

El conjunto insular, como de costumbre, intentó tener la posesión como santo y seña de su manual de juego para ir trabajando un partido en el que debía tener mucha paciencia. Lo dijo Rubén Albés en la previa: “Sabemos el plan que nos va a venir bien”. Y lo ejecutó a la perfección el equipo manchego.

Fue el primero en avisar por medio de Duba, con un disparo que tuvo que detener Álex Domínguez. Entre Saúl Coco y Sidnei, no lograban parar a la dupla Juanma-Duba. También lo intentaba el equipo amarillo con tiros lejanos en los primeros compases del encuentro con un Pejiño y Mfulu prodigándose en los disparos de media distancia.

El central brasileño de Las Palmas, errático en los duelos con la delantera del Alba, fue protagonista en el primer tanto del choque. Perdió el duelo con Álvaro Rodríguez en el centro del campo y, a la contra, Maikel Mesa asistió a Manu Fuster para que, dentro del área, batiese a Álex Domínguez con un tiro raso a la derecha. El colegiado Busquets Ferrer esperó al VAR porque en primera instancia señaló fuera de juego, pero Areces Franco desde la sala de videoarbitraje rectificó al árbitro principal para que subiera el tanto al marcador.

El Albacete mandaba y su plan de partido no cambió. El gol le sentó mejor, en los primeros instantes, al conjunto de Rubén Albés que, al contragolpe, volvió a avisar con un mano a mano de Maikel Mesa, aunque invalidado por fuera de juego. Tuvo que cambiar Las Palmas, sobre todo en las triangulaciones ofensivas, si quería cambiar el devenir del choque y asaltar el liderato.

A base de disparos lejanos y velocidad en el pase, el conjunto canario se fue amoldando al duelo. Pejiño entró más en juego por la izquierda y Lemos por la derecha, sumado a la batuta de Alberto Moleiro, y ya se asomaba más por el área de Bernabé el conjunto de García Pimienta. En una de esas llegadas, Óscar Clemente pisó la línea de fondo, colocó el pase atrás y Marc Cardona sacó un disparo mordido en la más clara ocasión para los locales en la primera mitad.

La primera parte terminó con el Albacete en campo rival, en un saque de esquina. Remató Antonio Cristian, paró Álex Domínguez y volvió a revisar el VAR por una posible mano en el área de la escuadra amarilla, aunque finalmente quedó en nada.

Movió piezas García Pimienta en el descanso dando entrada a Vitolo por Álex Suárez y pasando a Lemos al lateral diestro. Duró poco. Vitolo, en un regate, se echaba las manos a la cara y, entre lágrimas, pedía el cambio mientras la afición que se daba cita en el estadio de Gran Canaria le regalaba una sonora ovación. El jugador del Atlético de Madrid tendrá que volver a parar y, por sus gestos, no pinta nada bien la lesión.

Florin Andone fue el elegido para sustituir al extremo y al técnico catalán de Las Palmas le surtió efecto el cambio. El Albacete no supo sostener a la dupla atacante local y el peligro sobre la meta de Bernabé era constante. Y, en ese mismo instante, apareció la magia de Alberto Moleiro. El mediapunta tinerfeño gambeteó hasta a tres rivales para dejársela franca a Pejiño, que, al primer toque, la puso lejos del alcance del meta del Albacete.

Movió el banquillo también Rubén Albés dando entrada a Juan María e Higinio, pero no lograba mejorar en tres cuartos de campo. Poco después, en el minuto 75, Enrique Clemente, llegando desde atrás y a bote pronto, hacía que Bernabé tuviera que emplearse a fondo para sacar el que ya se cantaba como el 2-1.

Uno de los cambios de Albés fue el que hizo decantar la balanza del choque. Higinio robó una pelota a Eric Curbelo en la salida de balón y cuando ya encaraba a Álex Domínguez, Saúl Coco se cruzó, derribando al ariete murciano. El colegiado señaló la pena máxima.

El portero del cuadro insular adivinó el disparo de Maikel Mesa desde los once metros, también el rebote del propio jugador tinerfeño, pero ya no pudo con el tercer remate, obra de Higinio, y que hacía que el Alba se pusiera otra vez por delante en el marcador. Esta vez ya de manera definitiva, aunque no perdió la fe la Unión Deportiva. Sin embargo, no consiguió abrir la muralla del Albacete, que regresa de las islas afortunadas con el mejor botín posible después de quince años sin conseguir ganar en tierras canarias.