El Alba sufrió ayer la primera derrota de la temporada como local frente a la Ponferradina. Partido flojísimo de los de Calderón, que fueron incapaces de perforar la puerta de Makay y concedieron la victoria a los visitantes merced a un penalti sancionado por uno de los asistentes, y calamitosa actuación de Prieto Iglesias que culminó ignorando un clamoroso derribo a Tato dentro del área y mostrando 10 amarillas!!
Determinante. Tato es derribado. Prieto Iglesias, estaba a dos metros, no lo quiso sancionar. Foto: Gente para Quesomecanico.com
Es difícil tratar de extractar y analizar algo de un espectáculo como el que vimos ayer, en especial en su primera mitad. Difícil hasta el punto de que solo me voy a molestar en apuntar lo más evidente: que el Alba estuvo maniatado, inoperante e incluso dominado por una Ponferradina que se limitaba acumular gente en el centro, que enseguida fue notorio que Prieto Iglesias tiene menos idea de ésto que yo de física cuántica y que la concurrencia nos aburrimos soberanamente y nos dedicamos a cascar con el vecino.
Solo una reflexión: ayer era una excelente ocasión para afianzarse en la zona media: partido en casa y, con todos mis respetos, rival propicio. Luego pueden pasar mil cosas (como de hecho pasaron) pero para hacerse con un encuentro así hay que ir a por él, sin especular y sin concesiones y no hicimos sino deambular ante un rival limitadísimo. Actitudes de los jugadores parte, lo dicho hay que apuntarlo en el debe de Calderón.
Y eso que la cosa pareció animarse tras la vuelta de los jugadores de la caseta porque el Alba pareció darse cuenta que era tan sencillo como ponerle algo de velocidad a sus acciones. Asen disparó bien, pero desvió Makay y Antonio López (en la imagen) no llegó por poco a un centro pasado desde la derecha. Eran los mejores minutos del Alba y Tato se va en velocidad por la izquierda y es derribado dentro del área. Prieto Iglesias, ante la incredulidad general jugadores visitantes incluidos, señala saque de esquina. Ver la jugada la vio, porque estaba a dos metros. La pregunta es por qué no la señaló. Los leoneses pueden ir tomando nota de que el trencilla los resarce de sus anteriores afrentas: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=558573
La jugada hizo daño al Alba. Y mucho. No por lo que pudo haber sido y no fue, sino porque acabó de desquiciar a los de Calderón. Solo hubo opción para que Pina marrase un remate sin oposición desde dentro del área que sacó un defensa bajo palos. La cosa estaba para marcharnos con el 0-0, pero faltaba un voleón a las nubes, Toni que no sabe por dónde le cae, sus manos separadas del cuerpo y el de la banderita que quiere tener su momento de gloria: penalti que transforma Vega y da la victoria a los visitantes.
Concluyo con que lo mejor que podemos hacer es olvidarnos de lo de ayer cuanto antes, acumular trabajo a destajo, corregir errores propios y rezar para ver a Prieto lo menos posible de aquí en adelante.
Eduardo Prieto Iglesias.
Incomprensible que hayan ascendido a este muchachito a categoría nacional, por muy protegido de Undiano que sea. No sabe manejar las tarjetas ni tiene criterio alguno para mostrarlas. No se sabe ni un solo capítulo del reglamento y, pese a dárselas de árbitro a la inglesa, no es capaz de dejar jugar el balón ni en el patio del colegio de mi hijo.
Lo peor de todo, lo que yo nunca podré comprender es por qué estos personajes no pitan lo que ven. Me gustaría preguntarle a Eduardo por qué no señaló ayer el penalti sobre Tato. Porque estoy absolutamente seguro que verlo, lo vio. Pero haga lo que haga, sabe que lo ampara la impunidad y vive tranquilo. Tan tranquilo porque tiene la absoluta certeza de que la semana que viene la estará liando en otro campo y dentro de un par de años lo tendremos en Primera. Qué vergüenza!!
Y ahí no acaba la cosa, que si así fuese habríamos asistido a un 0-0. Faltaba el acompañante, el asistente bravido, incapaz de dar un saque de banda en la dirección correcta en noventa minutos y que, amparado en la misma impunidad que su compa, valora como voluntaria (la mano es indiscutible) el toque al balón de Toni. Que conforme está el país estos tipejos encima cobrasen dinero por lo de ayer es surrealista.
En pocas palabras
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