Miserable destino

Desmoralizador, ese es el análisis breve y a bote pronto que este modesto aprendiz de juntaletras puede hacer del partido disputado hoy entre el Elche y el Alba en el estadio ilicitano. ¿Cómo se pueden marcar tres goles aCatalá desesperado domicilio y acabar perdiendo? y máxime cuando el equipo rival no ha trenzado juego alguno a lo largo del encuentro y ha demostrado una endeblez defensiva como no habíamos visto en ningún otro contrario a lo largo de la temporada. Claro, que si hablamos de debilidad en la zaga alicantina ¿qué podemos decir de la nuestra propia?: blanda, apática, insegura y lenta son pocos calificativos para definir la actuación de la línea de retaguardia del Alba en la jornada de hoy.

Comenzaba el encuentro sin un dominador claro, aunque con un Albacete que tocaba mejor que el equipo local. Estabamos aún en esa fase típica de "toma de medidas" del rival cuando una inocente falta de Buades, que volvía al once después de dos meses ausente, suponía el correspondiente tiro franco que, el franjiverde Rubén Suárez transformaba en el primer gol mediante un fuerte disparo ajustado al palo derecho de la portería defendida por el otro Rubén (Martín). Nuevamente las jugadas de estrategia o a balón parado mostraban la falta de concentración que en este tipo de lances exhibe partido tras partido la plantilla blanca.. en este caso se unió la mala colocación de la barrera y la falta de picardía de los jugadores que la componían que no fueron capaces ni de saltar.

Después del duro golpe el Alba pareció reaccionar, se hizo dueño del balon y lo que es más importante del centro del campo. La recompensa a ese mejor juego no tardó en llegar, a los doce minutos, Juanlu voleaba un estupendo balón servido desde la banda por Ferrón tras una muy buena combinación de este con el canterano Gato. Gol que suponía la primera igualada del partido y que parecía podía servir para serenar a los nuestros. Nada más lejos de la realidad... volvieron a aparecer esos "aires de superioridad" que denunciabamos semanas atrás, ese sentimiento de "sigamos tocando que el gol ya llegará" y, efectivamente el tanto llegó pero desgraciadamente en contra. Rubén Suárez, nuevamente a balón parado tras una falta inexistente, (¡¡que cruz!!) apuntillaba la portería manchega merced a un "pepinazo" desde treinta y tres metros en el que el guardameta albaceteño pudo hacer mucho más. Con este 2-1 provisional llegamos al descanso...

Tras la reanudación y, ante [.....]

[.....] el peligro de expulsión, Ferrando dió entrada en el campo a David Pirri por un desafortunado Mingo que bien podría haber sido espulsado en la primera mitad. Casí sin que nos hubiéramos sentado frente al televisor, el Alba volvía a meterse en el partido gracias a una jugada de estrategia en saque de esquina que Manuel Gato aprovechaba de certero cabezazo. 2-2 y el partido nuevamente parecía abierto. Sin embargo, poco duró la alegría en la casa blanca ya que cinco minutos después del tanto de la igualada, un balón suelto en la frontal del área servía para que Nino enganchara un disparo que Rubén Martín ni vió. Parecía que la suerte estaba echada.

El Alba continuó en su empeño tocando bien la pelota y siendo dueño absoluto de la misma, con continuas penetraciones por banda pero que no se concretaban en ocasiones claras. Rondaba la media hora de juego cuando el cántabro Bermejo, que había salido por Garrido diez minutos antes, arrancaba por velocidad y se plantaba sólo ante Unanua consiguiendo la tercera igualada de la tarde.

Tras esta triple reacción parecía que el partido caería definitivamente del lado manchego, y ocasiones no faltaron, siendo la más clara la del mallorquín Buades que estrellaba el balón en el larguero tras un magnífico cabezazo. Sin embargo, en un fallo clamoroso de la defensa albacetense, Catalá anotaba en propia puerta el gol definitivo que suponía la victoria del Elche.

Desde ese momento hasta el final se siguió intentando pero la cuarta remontada ya era tarea imposible....