El Albacete dejó escapar un partido que se le había puesto muy de cara tras la expulsión del guardameta visitante Santamaría y el posterior tanto de Tarantino, y acabó cediendo un empate que no sólo sabe a derrota, sino que deja un regusto más amargo si cabe aún por el pésimo juego exhibido por los de Calderón en los últimos 4 encuentros.

La delantera albaceteña apenas inquietó al Girona. Foto: Gente para Quesomecanico.com

Se presentaba el Alba ante su afición con la misión de recuperarse de las tres derrotas consecutivas que le habían colocado tan sólo tres puntos por encima de los puestos de descenso. Insistía durante la semana Antonio Calderón en la necesidad del "cambio de actitud" y, el ansiado giro no llegó ni con la mini-revolución introducida por el gaditano en el once inicial, con hasta tres caras nuevas y la vuelta al pivote por delante de la defensa, ni tampoco con los cambios posteriores.

De inicio, el conjunto catalán cedió el dominio de la pelota a un Albacete que abusaba del juego horizontal en su propio terreno sin apenas crear problema alguno a los visitantes. En un primer tiempo de hastío total en la vacías gradas del Belmonte, tan solo merecen la pena ser destacados un par de lanzamientos de "Pipino" Cuevas y Alan Baró que se marcharon muy lejos del marco defendido por Santamaría y que provocaron el murmullo y la protesta de los aficionados manchegos hartos del paupérrimo espectáculo ofrecido por su equipo. El Girona, por su parte, jubaba al empate y, tan solo buscaba la portería rival a través del ex- del Alba Jandro.

Tras la reanudación, todo transcurría en los mismos términos de mediocridad cuando un par de jugadas, casi consecutivas, cambiaron el devenir del encuentro. Minuto 51, Curto recibe un rechace de Keylor Navas en el área pequeña que manda a las mallas pero que es anulado por el colegiado valenciano Martínez Munuera por un fuera de juego bastante dudoso incluso tras ver las imágenes televisivas y del que se quejó amargamente Raúl Agne en rueda de prensa.

Sin casi solución de continuidad, y apenas 3 minutos despues, una indecisión entre la zaga del Girona y su guardameta provocaba que este último tocara el balón con la mano fuera del área y que el trencilla decretara su expulsión por cortar una clara oportunidad de gol local. Falta muy peligrosa que Verza no aprovechó al lanzar rasa y con excasa potencia.

Introdujo Calderón en ese mismo minuto sus dos primeros cambios, ingresando en el terreno de juego Antonio López y el debutante Pedro Santacecilia por Alan Baró y Sousa y, a renglón seguido llegaba el gol del Albacete, córner sacado en corto hacia Antonio López que el madrileño desde el vértice del área coloca en el segundo palo donde el colombiano De las Cuevas remata en primera instancia y Tarantino en el rechace introduce en la portería defendida por Dani Mallo.

Gol que devolvía cierto optimismo a la afición local que, a pesar del pobre espectáculo ofrecido por los suyos sobre el terreno de juego, veía posible conseguir los tres importantes puntos en juego.

Sin embargo, diez minutos después, y cuando el partido parecía más de cara para el Alba, un doble fallo defensivo de Verza primero y, de De la Cuesta en el rechace, deja el balón franco para que el ariete visitante Despotovic aloje en las mallas de fuerte disparo.

A partir de ese momento vuelta al principio: un Albacete instalado en la ansiedad y la inoperancia lo intenta con más fe que cabeza y un Girona, en inferioridad se dedica a guardar la meta.

Al finalizar el encuentro, comparecía Calderón en rueda de prensa y de lo dicho por el gaditano cabe destacar lo siguiente:

"Hoy era un día exclusivamente de eso de conseguir los tres puntos y no hemos sido capaces. Era un partido feo, muy disputado, igualado y apenas sin ocasiones. La jugada de la expulsión y nuestro gol nos han puesto el partido de cara pero no hemos sabido mantener la portería a cero, nos han empatado y ya han entrado de nuevo las prisas, las ansiedades y no hemos sabido hacer valer la superioridad de tener un jugador más."

Interpelado el técnico albaceteño sobre el poco efecto que había tenido la mini-revolución en el once inicial, Calderón destacaba que con los cambios introducidos se buscaba más agresividad y competitividad y que ambos objetivos se habían conseguido pero que por contra su equipo había acusado de precipitación y nerviosismo y, en ningún momento encontró el juego buscado ni incluso con los cambios posteriores.

Pedro Santacecilia debutó con el Albacete Balompié. Foto: Gente para Quesomecanico.com

"Es para mirar las cabezas", comentaba el entrenador del Alba para añadir que los jugadores estaban más pendientes de la situación externa que del propio partido.

A continuación os dejamos las declaraciones íntegras de Antonio Calderón, al finalizar el encuentro y, os emplazamos para la crónica más detallada que a partir de mañana podréis leer en esta página.