La visita del gallito Rayo Vallecano entrañaba un cúmulo de riesgos para un Albacete que sufre males de vértigo al borde del abismo. Tras el tempranero gol de Sousa y, el igualado primer tiempo con juego aceptable por parte de los manchegos daba la impresión de que los locales iban a sumar fácilmente estos tres puntos que hubieran resultado vitales. Pero el conjunto albaceteño no supo mantener el tipo hasta el final y, el gran juego desarrollado por el equipo vallecano en el segundo tiempo tras conseguir el empate, hizo aparecer la peor versión del Alba de las últimas jornadas.
Antonio López pugna con el rayista Movilla. Imagen: Gente para Quesomecanico.com
Decimos que el Alba dio la impresión de que todo iba a ser fácil ya que, cuando apenas transitábamos por el minuto 6 del encuentro, Sousa anotaba el primer tanto del encuentro al rematar de cabeza y entre varios defensores visitantes un medido centro de Antonio López al segundo palo.
El Rayo parecía sorprendido por el arranque del Albacete y, tan solo dos minutos después del tanto albaceteño una falta botada nuevamente por Antonio López era rematada por Alan Baró al larguero llevando el ¡uy! a los graderíos del Belmonte.
El alcazareño Alberto Abengózar debutaba con el Albacete. Imagen: Gente para Quesomecanico.com
Con el paso de los minutos, el equipo madrileño se fue haciendo el dueño del balón, no creando ocasiones claras frente a la meta defendida por Keylor Navas pero si dando buena cuenta de la calidad que atesoran los jugadores del Teresa Rivero. Así, merecen la pena ser destacados dos disparos desviados de Trejo en los minutos 18 y 30.
No cambió mucho la decoración en los primeros minutos tras la reanudación: juego alterno por parte de ambos equipos aunque con un Rayo que lo intentaba con más verticalidad. Aún así la primera oportunidad cayó por parte local: el debutante Alberto Abengózar dispara alto por encima del marco defendido por Cobeño.
El Alba saltó con camisetas de apoyo a la campaña de Unicef: Mi nombre es Kimbo.
Imagen: Gente para Quesomecanico.com
Sin embargo, en el minuto 55 llegó la jugada que cambiaría por completo el signo del partido. Balón suelto en la parte derecha del área manchega que ni De la Cuesta ni Alan Baró aciertan a despejar y que dejan cómodo al argentino Armenteros que se interna y bate sin oposición al costarricense Navas.
A partir de ese momento apareció el Albacete de los últimos encuentros: impotente, falto de ideas, impreciso en las entregas y sin nada en ataque; eso aún a pesar de que Calderón daba entrada a Pina y a Tato buscando mayor profundidad. En frente, por el contrario, se encontró al equipo de Sandoval, todo un aspirante al ascenso que supo claramente lo que tenía que hacer: atacar y jugar al fútbol. Y vaya si lo hizo; por arriba, por abajo, por las bandas, centrando, tocando... Todo un deleite para el amante del buen fútbol.
En definitiva, empate que deja al Albacete una semana más al borde de los puestos de descenso y con muy malas sensaciones ante los duros partidos que se avecinan en las próximas jornadas.
Como siempre, a partir de mañana tendréis en esta página un análisis más completo y sosegado del encuentro.