Insuficiente
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- Escrito por Lui
Ya no por el resultado, en otras circunstancias se habría aplaudido un empate ante un Rayo netamente superior, sino por la dinámica del equipo frente a rivales de similar potencial (incapaz de vencer en el Belmonte a Ponferradina o Girona y siendo solo capaz de deambular sobre el cesped del Insular o El Helmántico). Ya no es cuestión de hombres o aptitudes, sino más bien de actitudes. Por la resignación, desencanto, impotencia y la alarmante caida libre desde hace casi dos meses: insuficiente.
Por los suelos. Antonio López es derribado por Movilla (imágenes: Gente para Quesomecanico.com)
Los sistemas de Antonio
Tras muchos dimes y diretes, Calderón (en la imágen) optó por disponer un 4-4-1-1 y alinear a Alberto Abengózar como delantero titular, como se venía comentando a lo largo de la semana. Asen y Tato comenzaban en el banquillo y Sousa ocupaba la media punta. Más controversia levantaba la presencia de Alan Baró en el doble pivote junto con Verza. Antonio López y Pedro en bandas, Keylor y la línea defensiva habitual (Kike , Fragoso, De la Cuesta y Tarantino) completaban el once.
El Alba da primero.
Muy pronto se puso el Alba por delante merced a un remate de Sousa a servicio de Antonio López. Por cierto, que Amaya debió ver amarilla por juego peligroso (Sousa necesitó puntos de sutura en el pómulo) pero mi amiguete Pérez Montero no estuvo por la labor. Casi a renglón seguido, otro cabezazo de Baró se fue al travesaño con el meta del Rayo batido. Sin duda un muy buen inicio ante el segundo clasificado de la categoría.
Cuesta abajo.
Pero ahí se acabó. Pese a que se pudo ver una primera mitad donde los de Calderón no pasaron excesivos apuros, lo cierto que transcurrido el primer cuarto de hora el Rayo se hizo con el balón. Armenteros empató en una pifia de De la Cuesta (van ya varias) y la cosa, afortunadamente, quedó ahí y el Rayo solo se llevó un punto. Eso sí, la sensación de impotencia, de desidia y de mediocridad que queda lastra tanto como una derrota.
Problemas
No voy a discutir que el Alba carece de gol, porque es cierto. Pero hay que puntualizar que también carece de llegada: ¿cómo vamos a tener gol si ni tan siquiera llegamos? Y de solidez y balance defensivos: ¿de qué nos sirve ir por delante si una pifia echa por tierra todo el trabajo, siempre?. Y de consistencia en un centro del campo descompensado: ¿visteis a Yuma y Movilla? Envidia cochina. Y de fondo físico. ¿porqué hay jugadores fundidos a los 60 minutos? Incluso de algún planteamiento más valiente: ¿no hemos jugado hasta con seis centrocampistas?. Obviamente, la plantilla está muy justa en muchos aspectos. Si añadimos a la mezcla el nada desdeñable componente psicológico, se forma un cocktail explosivo, un vestido cogido con alfileres al que le salta alguna costura al más mínimo apretón. Ahora ya es cuestión de valorar cada aspecto y de buscarles remedio.
Soluciones
Las varitas mágicas no existen, por lo que seguramente haya que solucionar la papeleta trabajando, y mucho, cada uno en su parcela. Todos tenemos nuestra receta particular: la prioridad es intentar apuntalar la plantilla en el mercado de diciembre, poner unos cuantos parches que permitan tapar las vías de agua más grandes y salvar el pescuezo. A mi entender, y por orden de prioridad:
- un medio centro que sepa que viene a cargarse al equipo a las espaldas, sin medias tintas, y se reviente si es menester para ello. Si vienen dos tampoco pasaría nada.
- un lateral izquierdo, si Toni no le sirve a Carderón, para permitir a Tarantino jugar de central o en su defecto, un central de los consistentes.
- y, lógicamente un delantero.
Y tan importante como acertar en los refuerzos es recuperar a los jugadores dotados de ese extra de calidad, porque alguno tenemos en la plantilla, y que esta temporada apenas hemos visto rendir al nivel que pueden hacerlo. Nadie dice que vaya a ser fácil pero es lo que hay.
En pocas palabras
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El del pito y sus amigos.
Para mí, ahora que el bueno de Lizondo anda por otros lares, Pedro Jesús Pérez Montero es uno de los árbitros más nefastos de la categoría. Va para seis años que lo estamos sufriendo y no se atisba ni indicios de mejoría. En su favor decir que no influyó en el resultado, que no es poco. Y en su debe, que es un especialista en practicar arbitrajes desquicientes: para unos, para otros y para la parroquia.