Complicada se presentaba esta particular semana de pasión para el Alba. Tras la penitencia del último  domingo ante el Nástic en la Imperial Tarraco, llegaba al Carlos Belmonte el, hasta hoy mismo, líder solitario de la categoría a su vez Decano del fútbol español. No parecía por tanto la mejor de las oportunidades para que los nuestros redimieran sus pasados pecados y demostraran arrepentimiento ante la afición. Sin embargo, el milagro en forma de resurrección llegó, al igual que en otros momentos puntuales de la temporada, cuando mas tensa estaba la cuerda, más sorprendente, por positiva, ha sido la reacción del equipo.

Cargaba el Albacete con la pesada cruz de ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria, no se veían atisbos de reacción ni en el campo y, lo que es peor, ni en el banquillo ni en el palco. Con estas premisas los 5129 penitentes que al final hemos subido al Estadio de la Avenida de España temíamos el inicio de una debacle que los albacetenses no queremos ni imaginar, pero de la que en privado se habla, ... sin embargo, el milagro de la mística invadió hoy el Belmonte y, un inspirado César Ferrando revolucionaba la formación presentando un once casi inédito y sobre todo efectivo.

El primer cambio llegaba en la portería dónde el navarro Sanzol entraba por un desanimado Rubén Martín, del que por otra parte, nos cuentan las malas lenguas que padece casi miedo escénico a la hora de saltar al campo.... La línea defensiva presentaba tambien alguna novedad con respecto a jornadas anteriores, por fin se recuperaba la dupla de laterales "titulares" Paco Peña y Jordi Ferrón y en el centro de la misma Miquel Buádes y el catalán Mingo completaban la zaga. En el doble pivote defensivo, es dónde el técnico de Tavernes le ganó claramente la partida a su homólogo andaluz, Ferrando alineaba de inicio a Cañas y a David Sánchez encargando a cada uno de ellos tareas distintas de contención y creación y apoyando esta última, aparte de en el sevillano en el centro del campo compuesto por JuanLu, Corona y Santamaría. Es este triángulo de la [.....] 

[.....] medular Cañas-Sánchez-Corona es el que ha conseguido agotar y axfisiar cualquier intento de juego de un hoy inoperante Recreativo de Huelva. El ataque quedaba hoy, en reestrenada titularidad, para un voluntarioso y peleón Aranda que quizás haya firmado con su actuación la paz con la afición que lo ha despedido con sonoros aplausos al ser sustituido mediada la segunda parte.

En la primera parte el Albacete se hizo con la posesión de la pelota. La delicada situación clasificatoría así lo exigía y,  y mientras el Recreativo, esperaba, jugaba al contragolpe y trataba de encontrar alguna oportunidad que le hiciese adelantarse en el marcador y matar el encuentro.

Estas eran las cartas con las que ambos técnicos se presentaban de inicio, con el intento añadido en los dos bandos de entorpecer al máximo las acciones del contrario. Para conseguirlo, Alba y Recre adelantaron sus líneas defensivas provocando una aglomeración de hombres en el centro del campo de la que los manchegos salían victorioso en la mayoría de las veces con situaciones de superioridad numérica 3 a 1 que hacía tiempo que no veíamos.

El Alba salió con mucha fuerza, suyas fueron las primeras llegadas, pero nulas las acciones de peligro ante el meta Recreativista Toño, que al igual que su homólogo en la portería albaceteña, Richard Sanzol era un espectador más. Cuando todo hacia indicar que al descanso se llegaría con empate a cero, llegó la afortunada jugada del gol albaceteño. Rondaba el minuto 43 cuando el malagueño Santamaría lanzaba un centro desde la banda derecha del ataque blanco que, el capitán visitante Merino mandaba al fondo de las mallas onubenses en su intento de despeje. Gol que premiaba el dominio que el Alba había mostrado durante la primera mitad y que servía para tranquilizar los ánimos de equipo y parroquia albacetenses.

Tras la reanudación, el técnico asturiano Marcelino movía rapidamente el banquillo con un doble cambio buscando dar más mordiente a su equipo, dando entrada a Rosu y Calle. La lectura del Albacete fue la de defender con uñas y dientes un triunfo que se le negaba desde hacía ocho jornadas de manera consecutiva. El Recre pasó a tener algo más de posesión, pero, esa posesión era ficticia ya que no llegó con peligro a la portería local en todo el encuentro.

En definitiva, importante victoria para el Alba que supone un paso de gigante para salir del pozo en el que nosotros mismos nos habíamos metido y que sirve para "resucitar" pérdidos ánimos en quizás el día del año más indicado.