Cruel Castigo

El Albacete cae en Salamanca tras una segunda parte poco afortunada en la que los propietarios delCelebración del Albacete. Gol de Parri ante el Salamanca. Belmonte no pudieron levantarse ante el tercer gol local que, el colegiado gallego García Bestilleiro, regalaba a los charros al decretar un inexistente penalti.

Partido igualado que ha decidido el acierto cara a gol del Salamanca, la excelente actuación del veterano Quique Martin y, sobre todo, el vergonzante arbitraje del trencilla. Esa es la definición escueta del choque que salmantinos y manchegos han protagonizado en el vetusto Helmántico. Encuentro disputado, en el que ambos conjuntos rayaron al mismo nivel, pero en el que los locales supieron materializar sus ocasiones, mientras los visitantes desperdiciaron las suyas y mostraron una evidente falta de efectividad y suerte.

Desde el principio ambos equipos mostraron sus cartas: los de Javier López presionaban al mediocampo albaceteño y, por su parte los de Ferrando intentaban hacer del orden defensivo la base de su juego de ataque. En esas estábamos cuando, tras una internada por la izquierda del Alba, el lateral Peña -titular ayer frente a sus paisanos- ponía un balón en la frontal que, Líbero Parri a mediavuelta no desaprovechaba batiendo de un potente derechazo al meta local. Minuto 6 de juego y las cosas pintaban bien; los casi trescientos "alba-adictos" que ayer nos acercamos a la ciudad castellana dejábamos enmudecida a la parroquia local con nuestros incansables cánticos de ánimo. Sin embargo, poco duró la alegría, cinco minutos después Quique Martín ponía la igualada en el marcador gracias a una falta en la frontal que ejecutó con maestría por encima de la barrera dispuesta por Valbuena.

A partir de ese momento, la [.....]

[.....] U.D. Salamanca se sacudió el dominio visitante y, comenzó a mover el esférico con rapidez llegando a merodear la meta manchega con cierto peligro. Sin embargo, con el empate se veía a un Albacete más cómodo, preparado para salir a la contra en cualquier momento y tratar de recuperar el mando en el marcador. De hecho, los albaceteños vieron como el auxiliar de su banda de ataque anulaba dos tantos a Parri por fuera de juego siendo el segundo de ellos bastante dudoso.

Salamanca-Albacete Balompié. Estadio Helmántico. Temp.2006-2007Tras la reanudación, y, sin casi tiempo de sentarnos en nuestras localidades, un desafortunado Peña entregaba el balón a Quique Martín que cedía a Braulio y, este, tras fajarse facilmente de Buades, batía por bajo a Valbuena y adelantaba a los castellanos.

A pesar del tanto charro, el Albacete no le perdió la cara al partido y se fue arriba. La igualada la tuvieron los de Ferrando primero en un tiro desde la izquierda de Cámara que se marchó por encima de la escuadra; luego en un intentó de remate de Ferrón a la salida de un córner botado por Parri que, el arquero Felip arrebataba de la cabeza del catalán y, posteriormente en un arranque del canterano César Díaz que, por velocidad se llevó a su par y cedía a un Parri que no pudo llegar.

Pasaban los minutos y la "Unión" dormía el partido, cuando, llegó la jugada determinante, la que dió al traste con todas nuestras ilusiones; el de negro, mal colocado, tapado por varios jugadores, a más de treinta metros y sin casi visión directa de la jugada, sancionaba como penalti un leve roce entre López Garai y Peña que, el omnipresente Quique Martín se encargó de materializar en el tercer tanto charro.

De buenas a primeras y sin merecer tanto castigo, todo se truncó para el ALBA, que no supo reaccionar tras este duro golpe. Demasiado premio para un trabajo más bien escaso de los locales. El Salamanca quiso vivir su fiesta y, aprovechando el desfonde físico anotó el cuarto tras otro clamoroso fallo defensivo.

Los nuestros vuelven a casa con las manos vacías, tras disputar un partido en el que no fueron inferiores a su rival, pero en el que no supieron materializar sus ocasiones. En Salamanca falto gol. Parri y, en momentos César Díaz fueron los únicos que dieron lucidez arriba y, con estas limitadas armas está claro que no es suficiente.