Dijo un día Vujadin Boskov, para explicar un resultado extraño y adverso, que el "fútbol es fútbol". Sólo con esa máxima, que ha pasado a la historia del balompié mundial, se puede comprender cómo un equipo es capaz de hacer el más soberano de los ridículos en la primera mitad en Ponferrada y, siete días después, cambiar el "chip" y recuperar la actitud y sobre todo la necesaria autoestima que parecía olvidada.

Más que un partido de fútbol, ayer se vio en el Belmonte un encuentro de frontón. El Alba buscó el gol de forma insistente y constante, pero siempre se topó con su falta de resolución final y con la muralla ilicitana que presentó una elogiable resistencia. Calle, Peña, César Díaz o Cañas pudieron haber perforado la portería de Willy en más de una ocasión. Sin embargo, no se acabó abriendo la lata e inevitablemente tocará sufrir en próximos choques. En el fútbol lo único que de verdad imparte justicia es el gol. Y gol, además de un poco de suerte, es lo que le ha faltado a los de Ferrando esta jornada.

El equipo de David Vidal, solo tuvo una llegada clara con peligro en todo el partido, fue de Oscar Díaz a los siete minutos, cuando una mala salida del "debutante" Sanzol, la intentó aprovechar el ilicitano pero, su vaselina marchó alta tras rebotar en Carlos Peña. Tres minutos antes el meta visitante Caballero desbarataba la llegada del madrileño Calle tras un buen pase de David Sánchez.

El Alba comenzaba a tocar, a dominar el partido, pero fallaba en los metros finales y las ocasiones de gol no llegaban. El Elche por su parte ni se dejaba ver. En esas estábamos, cuando, cercana la media hora de juego, a la salida de un córner, Calle agarraba un rechace que fue a encontrar el brazo del visitante Alfredo en su camino hacia la portería. Penalti clarísimo como posteriormente reconocería el centrocampista alicantino que lo intentó justificar achacando falta de intencionalidad y que Gallo Moreno no quiso señalar.

A pesar del [.....]

[.....]  dominio, los nuestros se tuvieron que conformar con marcharse al descanso con empate a cero no sin antes poner el huy! en las gradas tras sendas llegadas de Calle.

Tras la reanudación el encuentro trancurrió por los mismos derroteros, el Albacete aumentó la intensidad de su juego y la vocación ofensiva ante un Elche que lejos de ser un equipo ambicioso, se dedicó a defenderse y tratar de encontrar alguna contra que les proporcionara una ocasión que no llegó. Así, en el primer minuto el trencilla andaluz volvía a "tragarse" un doble penalti sobre Cámara y Calle tras un tiro franco ejecutado por Cañas. Posteriormente llegaba una nueva ocasión para el ex-recreativista, tras un gran pase en profundidad de Juan Carlos, que el ariete blanco no supo aprovechar lanzando el balón a las nubes. Al cuarto de hora Gallo Moreno anulaba un gol a Noguerol, por claro fuera de juego del defensa orensano.

Durante todo este período, el Alba gozó de multitud de acciones de estrategia, de las que no pudo llegar a sacar provecho pese a la reaparición de todo un especialistas en en este tipo de jugadas como es el valenciano Parri. Precisamente en la salida de sendos córners botados por el de Burjassot, Peña primero y Cañas a continuación, obligaban a Caballero y al poste de la portería ilicitana a conjurarse en contra del Alba.

De ahí al final más de lo mismo... impotencia, unicamente una llegada forzada de César Díaz al contraataque y algunos tiros lejanos. En definitiva, el Albacete dominó la posesión y creó oportunidades de gol, pero no descubrió la manera de batir a Willy. Y, ayer lo mereció. Dejamos trabajo pendiente para la próxima semana en Málaga...