Dr. House ¿hay mejoría o no?

Albacete Balompié - C.D. TenerifeUna guerra hay que ganarla porque, de lo contrario, las consecuencias pueden ser terribles, a corto, medio y largo plazo. Y el partido de ayer era algo más que una simple batalla.

No hay término medio. Este Alba garantiza emociones fuertes, errores y momentos de éxtasis. Y todo en apenas 90 minutos. Da tiempo a todo. A sufrir, llorar, sonreír y respirar. Al final la locura, Barkero clausuró la tragicomedia con un gol tranquilizador que reactivó las relaciones con la grada y castigó la cobardía del técnico del Tenerife, empeñado en desperdiciar quince minutos con el rival en inferioridad numérica y otros tantos con los manchegos agazapados atrás.

Centrándonos en el encuentro, el conjunto canario cometió de inicio el error de dejar demasiados huecos en su retaguardia ante un equipo como el Alba que, cuando quiere, maneja el balón con precisión y criterio. A los siete minutos, tras un mal despeje de la zaga visitante, Zahínos lanzaba un duro disparo  que Manuel Gato desviaba de cabeza con picardía batiendo al meta chicharrero. Primer remate a portería y gol. Máxima eficacia. Hasta la media hora de juego, el Albacete perseveró en su intento de crear juego, adueñándose del centro del campo y del partido. A partir de ese momento, las desgracias comenzaron a perseguir a los de Ferrando, primero Diego Alegre tenía que retirarse lesionado tras sufrir un estiramiento en su abductor derecho, casi a renglón seguido, Zahínos era expulsado tras ver dos cartulinas -la última más que rigurosa- en menos de tres minutos. Todo parecía  [....]

[.....] tornarse negro, y el Alba se replegaba atrás con el único objetivo de defender el resultado. Sin embargo, de ahi al final del primer periodo el Tenerife apenas inquietó la portería defendida por Sanzol.

Tras la reanudación, el penoso colegiado murciano Martínez Franco equilibraba el encuentro, al menos en cuanto a efectivos, expulsando al tinerfeño Oscar Pérez tras una acción ante David Sánchez. El Tenerife buscó la solución a sus problemas en acciones individuales que no llegaron y en bombeos de balón a la olla que dieron alguna oportunidad más pero que, dado el desacierto en los remates, apenas inquietaron al meta navarro del Alba.

Sin embargo nuestro equipo no perdonó y, a los 84 minutos una extraordinaria jugada a la contra llevada muy bien por Barkero era aprovechada por el vasco para finiquitar el encuentro con un remate de cabeza en plancha entre dos defensas rivales.

Venció el Alba y perdió el Tenerife. El conjunto manchego respira un poco mientras su adversario canario parece ahogarse sin remedio, ya en puestos más que comprometidos. El Albacete sigue en la UCI, aunque da la impresión de que sus constantes vitales se han estabilizado y apuntan a la mejoría. Son ya tres partidos sin perder de los últimos cuatro.