Va por vosotros
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- Escrito por Redacción/Fotos: Josema Moreno
La historia se vuelve a repetir, ¡¡y de qué forma!!. El Albacete de Antonio Gómez se hace un hueco en octavos de final de la competición del K.O. y dieciséis años después apea de nuevo al Atlético de Madrid de la Copa del Rey.
Y lo hace brillantemente, sin discusión alguna y por la puerta grande. Ganando ambos partidos de la eliminatoria y mostrando su superioridad en coraje, fútbol y, sobre todo, en corazón.
Y es que el equipo rojiblanco, del que mañana Gregorio Manzano será presumiblemente ex-entrenador, no mostró en los 180 minutos de la eliminatoria no solo la calidad técnica y mejor fútbol que se le presuponen a un conjunto millonario, es que en ocasiones no dio siquiera la impresión de que quisiera pasar de ronda. Hecho este último que debiera sonrojar a más de uno de esos supuestos profesionales que, al finalizar el encuentro, se afanaban más en recoger un caro regalo tecnológico de mano de uno de los patrocinadores del club y en abandonar el Estadio a toda prisa en sus supercoches de lujo que en dar explicaciones públicas del enésimo ridículo.
22 segundos tardó el Alba en adelanterse en el marcador. Curto batía desde la frontal a Asenjo
Pero vayamos al encuentro en si, treinta autobuses, más de dos mil seguidores albaceteños se dieron cita en el Manzanares y como disfrutaron los manchegos. No habían pasado treinta segundos desde el inicio cuando Victor Curto batía a Asenjo de fenomental disparo desde la frontal. Medio minuto y al Alba le había dado tiempo a interceptar el balón que ponían en juego los locales en el saque inicial, a acercarse con rápidez a la portería rival y, a conseguir abrir el melón colchonero. Esto evidencia bien a la claras las ganas de unos y la apatía de los otros.
Los jugadores del Alba celebran el tanto de Victor Curto
El Albacete supo jugarle al Atlético de Madrid, sacarle los colores ante los suyos y lo hizo de la manera más sencilla posible, orden atrás, presión en la medular y constantes ayudas entre líneas. Todo ello sin encerrarse en defensa y buscando remachar a la contra. El Atleti, por su parte, se quedó grogui tras el gol y no fue hasta el minuto 13 cuando medio reaccionó, primero Godin remataba de cabeza fuera a la salida de un córner y, cinco minutos después Adrián lanzaba la pelota al lateral de la red.
El ariete tarraconense fue, junto con Calle, toda una pesadilla para la defensa del Atleti
Corría el minuto 21 de juego cuando Calle, lento en exceso, daba la réplica y malograba una clara ocasión de ampliar el marcador. En los siguiente minutos se sucedieron los intentos colchoneros para llevar el peligro a la meta de Campos pero, el meta albaceteño apenas si tuvo que emplearse ya que Adrián, Godín y Diego parecían haber fijado el punto de mira más en la Circunvalación M-30 que en la portería visitante.
Con estos argumentos y dos clarísimas ocasiones de Curto de sentenciar el encuentro en el último minuto del primer acto se llegó al descanso. Fue en la jugada final del primer tiempo cuando Antonio Gómez era expulsado por Álvarez Izquierdo al entrar en el terreno de juego para recriminarle que pitara el final y no dejara sacar un córner a los suyos.
Antonio Gómez siguió el segundo tiempo desde la grada al ser expulsado por Álvarez Izquierdo
Tras la reanudación el Atlético se quedó en los vestuarios. El Albacete le superó en todas y cada una de las facetas del juego y, Manzano, por su parte, se hizo el harakiri sustituyendo a Diego por Pizzi. Algo sin pies ni cabeza pues el brasileño había sido el mejor de los locales.
Gregorio Manzano no se comerá el turrón en el club de la rivera del Manzanares
Los de Gómez se adueñaron completamente del partido sin apenas sufrir el acoso del rival que recurría a los balones en largo; un recurso más propio de los equipos con los que el Alba se la juega cada domingo en liga que a todo un club de Europa League.
Pudo poner más distancia de por medio el Albacete en el minuto 57 cuando Sergio Asenjo frustraba un mano a mano con el tarraconense Curto que, atraviesa un fenomenal estado de forma en los últimos encuentros.
A estas alturas de la fiesta blanca, el Calderón ya era un clamor y los silbidos, insultos a los directivos, jugadores, entrenador y todo bicho viviente eran ya la constante en la grada. El Atletí terminó de rendirse sin apenas salir al ring y, mientras el canto de "Albacete es de Primera" de los desplazados hizo a muchos recuperar parte de la ilusión perdida en estos últimos años.