Los deberes, hechos
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- Escrito por Lui / Fotos: Josema Moreno
Entre lesiones, molestias (Noguerol y Curto no se recuperaron a tiempo) y sanciones (Rocha cumplía un encuentro por amonestación), Gómez (debe ser que su sanción solo vale para Copa porque estaba en el banco) tuvo que recomponer el once que venía actuando en liga. Castillo, que se está destapando como un buen central, formaba junto a Santamaría en defensa con Miguel bajo palos y Alba y Zurdo en bandas. Núñez y Candela iban a ser columna vertebral con Tete y Adriá en bandas. En la delantera, Torres acompañaba a Calle.
El Coruxo no nos sorprendió, sino más bien todo lo contrario: defensa de cinco y salidas rápidas a la contra cuando les eran propicias. Mientras tanto, juego horizontal y ritmo cansino narcotizaban el partido y el graderío Por si fuese poco, mi amigo Luis López el del pito que señaló más faltas en 15 minutos que Mateu el martes en 95. Suficiente para maniatar al Alba cuyo único recurso, ausente Curto, era abusar del juego directo.
Por fortuna, los gallegos sumaron un cero en definición cuando visitaron el área de Miguel, en especial cuando tras una pérdida de balón de Tete y previo slalom, Iosu vio como el meta local desviaba a corner un disparo franco.
Tampoco el Alba había apretado mucho a excepción de un cabezazo al muñeco de Calle con todo a favor. En uno de los ejercicios de parsimonia visitante, Oscar Fondevila es obligado a salir del terreno de juego para ser atendido. Los 20 segundos que dejó con uno menos a los suyos fueron suficientes para que Adriá aprovechase la única ocasión en la que se descompuso la defensa visitante para asistir a Torres que batió a Alberto de disparo raso.
Los gallegos acusaron el gol. Durante toda la mitad ni tan siquiera obligaron a intervenir a Miguel. Por el contrario, con un Candela que completó otro buen encuentro, el Alba se imponía en la parcela ancha y Tete sacaba, él solito, locos sus rivales. No exagero al decir que el Coruxo (sin producirse de manera violenta, al menos) no debió acabar el encuentro con 10, ni tan siquiera con 9, pero lo hizo. El Sr. del pito sabrá por qué.
Precisamente fue Tete el más listo de la clase cuando se aprovechó de un fallo del recién ingresado Rubén (segunda vez que se descompuso la defensa gallega) para plantarse delante de Alberto, driblarlo y anotar el 2-0 entrando prácticamente hasta la cocina. Los diez minutos que faltaban para acabar de cerrar el trámite no tuvieron más que un disparo al lateral de la red de Calle.
Dirigió Luis López Muñóz y lo asistieron Adrián Martínez Miguel y Rodrigo Laínez Otamendi todos ellos del Comité Aragonés. Mostró seis amarillas, todas al Coruxo, y se quedó corto. Como mínimo, debió expulsar a Costas por dos agarrones consecutivos a Tete. Pero a pesar de que lo vio con claridad meridiana, como todos los que estábamos allí, no se dignó a enseñar la segunda amarilla. Solo él sabe el motivo. Otro tanto le pudo pasar a Campos y a Oscar. Además, casi siempre estuvo mal colocado molestando el desarrollo del juego y el desplazamiento del balón. Que el balompié no se perdería nada si este señor decidiese dedicarse a otros menesteres, vamos.