Bienvenidos al mundo real. Después de la grata aventura copera y de la última victoria frente al Coruxo en el Belmonte, el Alba sufre un importante traspiés al caer derrotado por 1 a 2 frente al Getafe B en un encuentro intenso, incluso bronco por momentos. Y sonará a la cantinela de siempre, pero el partido se escapa por deméritos propios e incompetencia ajena: de los primeros se aprovechó el Geta, con G. De la segunda son responsables los otros jetas, con J, que hoy vestían de amarillo.

 

La resaca copera, aparte del cansancio que evidentemente acusó el equipo el final del encuentro, obligaba a Gómez a introducir variaciones una vez más en el once. Así, la ausencia de los lesionados Santamaría y Víctor Curto era cubierta por Herreros y Torres, respectivamente. Tete, que entro en la convocatoria renqueante, se quedaba en el banco cediendo su puesto a Añón. Finalmente, y esto más por decisión técnica que otra cosa, Núñez formaba el doble pivote con Rocha relegando a Candela. Miguel volvía bajo palos. 

Dos veces tuvo que recoger Miguel el balón de su marco.

En la primera llegada del filial getafense, tras un saque de esquina, Uriarte se aprovecha de la pasividad defensiva para hacer el 0-1 a placer. Si los visitantes tenían intención de aguantar atrás y salir a la contra, ni os cuento como de puso el tema tras el 0-1. El Alba tomó el control del partido pero sin acercarse con claridad al área de Arenas. 

Jesús Arroyo Cortés se llama la criatura. Y José Manuel Macías Parrales y Luis López Segura sus amiguetes de las banderas. Una terna de merluzos con afán de protagonismo como hacía tiempo que no se veían por aquí. Para que luego nos quejemos de arbitrajes como los de Mateu o Estrada en la Copa, por la gloria de mi padre.

Amén de exasperar hasta al mismísimo Job que hubiese estado hoy aquí, lo que obviamente facilitaba el partido de los azulones y su juego destructivo no exento de cierta subterraneidad por ellos permitida, ignoraron un flagrante derribo a Calle y un manotazo al balón de un defensa visitante, ambos dentro del área. Eso sí, entre el griterío ensordecedor de todos los que mostrábamos nuestra admiración y respeto por su trabajo, fueron capaces de oír a  Gonzalo, el preparador físico, llamarles sinvergüenzas con claridad meridiana. Y de echarlo, claro está. Si llegan a oír lo que salió por mi boca en ese momento me gano la guillotina.

Y todavía hay aguantar (en nuestro bando, claro) al Guardiola de turno que se pregunta que donde nos ha perjudicado Jesusito de mi vida!! Pero es que aquí somos así de listos. 

 

 

 

Gómez debió recalcar a sus jugadores que se esforzasen por ignorar al tío del silbato, y con razón, porque  para eso estamos los demás, que por mucha cera que les demos no nos van a amonestar. Y cuando un tipo de éstos se te cruza así desde las primeras de cambio...... puffff, peligro.  Pues bien, o no insistió lo bastante o Calle estaba meando en ese momento porque el madrileño volvió a autoexpulsarse, no es la primera vez este año, por tenérselas tiesas con un chuleras con un pito anque te hayan hecho penalti de verdad. Y aquí no culpo más que a Calle, que ha contribuido decisivamente a que se nos fuese el partido, además de que no podrá estar frente al Montañeros. Y más mentira parece vieniéndo de un veterano como él. Ya veremos si le cae algo más que un chorreo.

Mientras tanto, Rocha había disparado al palo y el Alba agobiaba al Getafe por momentos.

 

 

Tras la expulsión de Calle, Gómez dispuso una defensa de tres retirando a Herreros del campo. La ambición del Alba, que apretaba más con diez que con once si me apuráis, tuvo su recompensa en un estupendo lanzamiento de falta de Alex Colorado que significaba el gol del empate. 

 

Con 10 minutos por delante, el Alba siguió buscando arriba y el Getafe, mucho más entero, comenzó a estirarse. Y alguna tuvimos. Pero lamentablemente, los nuestros andaban con la reserva encendida y fueron los visitantes los que, aprovechando de nuevo facilidades defensivas, se llevaron el partido en el descuento con un tanto de Provencio devolviéndonos la faena de la primera vuelta. Lo de ir a morir arriba tras el empate.... ¿está bien hecho? ¿está mal hecho? A toro pasado puede haber discusión, pero si llega a marcar Adriá la que tuvo no se oía ni una mosca, tengámoslo en cuenta.

Véase “El del pito en estado puro”.