Área Pequeña

Albacete Balompié S.A.D.Tener una plantilla de trabajadores estable a corto plazo; pensar que el futuro del “objeto del negocio”, a saber, la participación en la Liga Profesional de fútbol, está asegurada, si bien no al máximo nivel, al menos sí hasta junio de 2008. Contar con unas instalaciones en las que desarrollar la actividad de la empresa a un coste más que razonable. ¿Estamos hablando del sueño de cualquier “emprendedor” decidido a iniciarse en las procelosas aguas del fútbol? No, sólo estoy describiendo la parte llena de la botella. Todo esto lo tiene, hoy en día, el Albacete Balompié.

Sin duda, cualquier persona interesada (e ilusionada) en invertir en un club de fútbol vería con buenos ojos el posicionamiento que he descrito someramente en el párrafo anterior. No debemos olvidar tampoco que la sociedad anónima deportiva Albacete Balompié goza del favor institucional, a nivel local, provincial y autonómico; de una Junta de Comunidades que apuesta decididamente por el deporte de primer nivel como motor de una práctica deportiva de base. No son ajenos al apoyo del Gobierno regional los éxitos del Albacete Balompié, ayudado en infraestructuras y patrocinios. Por lo tanto, un punto más a favor de los que estén dispuestos a la inversión en una entidad deportiva como la nuestra, nuestro Alba.

Por si algún lector de este humilde artículo empieza a considerar la posibilidad de tomar las riendas de Albacete Balompié, intentaré seguir animándolo: una ciudad en expansión, cercana ya a la cifra de doscientos mil habitantes, un estadio que permitiría a dieciséis mil de ellos sentarse con razonable comodidad a presenciar el espectáculo del fútbol. Hablemos ahora de repercusión en los medios; prensa escrita de tirada local y provincial con seguimiento diario de la actividad del club, otro puñado de radios que desgranan igualmente el quehacer cotidiano, las tres televisiones locales. La posibilidad de que los partidos del equipo sean retransmitidos en directo vía televisión autonómica. Un potencial de soporte publicitario que llega hasta al último rincón.

Estaríamos hablando de una joya preciada para cualquier experto en inversiones si no fuera por un pequeño detalle. Hay que salvar una [.....]

[.....]  situación financiera a corto plazo que parece irresoluble. Unos ocho millones de euros de deuda a corto, cortísimo plazo. Y, de momento, no hay garantías con que respaldar operación alguna. No obstante, hay un horizonte de esperanza razonable; el patrimonio “de ida y  vuelta” llamado Ciudad Deportiva. Si los dirigentes que quieran venir son capaces de encontrar la fórmula de recompra de los terrenos, podrán involucrarse en una operación financiera de mayor envergadura, ya que esos terrenos constituyen garantía suficiente para lograr recursos a mayor nivel.

Parece claro, a día de hoy, que los derroteros que tome la institución Albacete Balompié SAD a partir del próximo 6 de mayo serán los de la traída y llevada ampliación de capital. Un modelo explotado ya hasta la saciedad, cual es el de “club de todos”, conoció momentos de esplendor, pero hoy en día ha quedado finiquitado por la desconfianza, por gestiones de dudosa eficacia que han desembocado en la esperpéntica “legislatura” (Contreras dixit) de este comerciante aprendiz de brujo que apura sus últimos días de presidencia intentando apagar los fuegos que le surgen en su camarilla, a la vez que no descansa en su infatigable empeño por abrir nuevos frentes de batalla.

Ampliación de capital, la bicha para muchos, y yo que sigo sin verlo mal. Sólo pongo una condición inexcusable: que no se juegue con los colores ni con la ciudad. Lo demás me sobra.