Empate a dos tantos entre Albacete y Conquense en el Carlos Belmonte. Los visitantes se adelantaron en dos ocasiones, goles de Alba en propia meta y Javi Selvas. Molina, de penalti, y Adriá pusieron la igualada. El Alba, que desperdició numerosas opciones de batir a Caballero, es ahora cuarto con tres puntos de ventaja sobre sus perseguidores.
Fuerza y honor. Adriá Granell anotó el tanto del empate definitivo.
Hoy vamos a darle otro formato al comentario. Más que nada porque he ido hilvanando ideas y me ha quedado así. Éste es el puzle: falta de seis puntos estamos cuartos, por detrás de Castilla, Lugo y Tenerife, con tres puntos de ventaja sobre los quintos, Oviedo y Atlético B (y el golaveraje perdido con ambos). La solución de la ecuación es sencillísima: ganar un partido de los que quedan y puntuar en el otro. No cabe otra.
Por una parte estamos desaprovechando una y otra vez las ocasiones para sellar el pase a la promoción y para hacerlo en la mejor de las posiciones posibles. Por otra, tenemos tres hermosos puntos de ventaja a falta de dos jornadas, es decir que estamos en ventaja y dependemos de nosotros mismos.
No pasa día en que no me acuerde que la victoria que se llevó se aquí el filial rojiblanco hace unas semanas cuando un punto en ese partido habría valido ahora su peso en oro. Pues bien, hoy el Conquense se ha llevado un punto del Carlos Belmonte de la misma manera que el Atleti B se llevó la victoria: por fallos defensivos. Y de los clamorosos. Ojala el punto cosechado hoy tenga ese mismo valor dentro de dos semanas.
Vamos con el partido: el Conquense apenas cruzó la divisoria en la primera mitad y la pareja Colorado – Núñez daban mucha más posesión a los locales. Hace meses que el terreno de juego no está bien y cuando caen cuatro gotas se pone muy difícil en algunas zonas. Curto se movía bien en la media punta y Calle traía en jaque a los dos centrales visitantes, fuertes por arriba pero a menudo lentos con los pies y mal colocados.
Las llegadas más peligrosas a la meta de Caballero, al que el Alba llegó a agobiar por fases, nacían a balón parado y fueron bastante numerosas. La más clara, una en la que Calle llegó con el balón prácticamente hasta el poste izquierdo de la meta visitante y su pase atrás rematado por Adriá lo sacó un defensa. O un saque de esquina que Alba, solo en la frontal del área chica, remataba alto. Por aquel entonces, Melgares de Aguilar ya nos había sisado un penalti por mano de un defensor conquense dentro del área. Y como mal árbitro que es, lo sabía y lo compensaría más tarde, ya en la segunda parte.
Pero antes, entre Zurdo y Santamaría permitieron a Ruano robar y centrar sobre el área de Miguel. No hizo falta que nadie llegase al remate porque Alba la empujó al fondo de su portería. Es descorazonador ver como siguen siendo errores de este calibre los que te pueden costar los play offs, pero uno se acuerda más de todo lo que tiramos a la basura en la primera mitad: los partidos se ganan marcando, evitando que te marquen como máximo se empatan. No seré yo quien cargue las tintas ni sobre la defensa, ni sobre el mister, ni sobre nadie. Hay que ser consciente de que el mal no es endémico nuestro sino más bien una pandemia de las gordas. O si no, que se lo cuenten al Oviedo o al Tenerife, otros de los implicados en la lucha por los puestos nobles, a los que se les ven fallos similares semana sí, semana también. Pero lo del 0-1 de hoy es de sketch de José Mota.
Gómez dio entrada a Molina y a Noguerol por Santamaría y Rocha. Desconozco si el central vasco andaba renqueante o si la sustitución obedeció a otros motivos. Y si en la primera mitad el Alba falló todo lo fallable, mejor no hablar de la segunda. Pero antes, el gran Melgares de Aguilar señalaba penalti en una caída de Molina (digo caída porque no me atrevo a calificarlo de derribo), seguramente recordando lo sucedido en la otra área en la primera mitad. Una gozada ver como lanza desde los once metros Sergio y no menos ver el empate en el marcador.
Apenas dos minutos después, un nuevo fallo en el despeje de Zurdo, que la manda a la frontal, y la parsimonia general en tapar el remate posibilitan a Javi Selvas clavar un soberano golazo desde la frontal: 1-2 en el marcador.
Gómez quema las naves metiendo a Viguera por Alba y dejando defensa de tres. A falta de cinco minutos Adriá hace el empate con la inestimable colaboración de Caballero, que se la traga entera. Después de pifiar la fácil, el meta del conquense hizo lo difícil con una parada antológica a disparo de Molina que entraba por su mismísima escuadra derecha. Y otra más tendría Molina que remató desviado un centro de Adriá con todo a su favor.
Párrafo final para el del pito, Alfonso Melgares de Aguilar. Malo como él solo. Ya tuvimos el placer de verlo por aquí en el encuentro ante el Sanse y hoy hemos repetido. Incomprensible su criterio y su modus operandi con las amonestaciones. Habría que recordarle que conceder la ley de la ventaja no supone no enseñar una amonestación previa. Debe tener alguna fobia con la sangre, o ser socorrista diplomado o vendedor de tiritas porque nos ha repetido el espectáculo del “cámbiese Ud. La camiseta que va con lamparón rojo” con el que ya nos obsequió en su anterior visita con Calle, esta vez en la persona de Cuesta, uno de los centrales visitantes. Lo grave es que el central, tras cambiarse, retornó al juego sin permiso, con otra camiseta sin nombre y distinto dorsal. Casi ná. Pero como el pito es del Sr. Melgares de Aguilar él pita lo que quiere. Más: no señaló un diáfano penalti por mano en el área del conquense, aunque luego lo compensó marcando otro sobre Molina. Jamás entenderé el porqué del proceder. Completaron la mala terna unos asistentes de esos que no menean la bandera hasta ver hacia dónde va a apuntar su jefe ¿Para qué vendrán?.
