El Alba derrotó a La Roda por tres tantos a cero en el derbi regional de 2ª B. Molina y Curto, en la primera mitad, y Viguera al borde del final fueron los autores de los tantos. Puntuar contra el Coruxo mete al Alba en play offs aunque en virtud de otros resultados una victoria podía auparnos al segundo puesto.
Cumplió. El Alba sumó tres puntos y está a tiro de uno de la promoción.
Novedades en el once
Se cumplió lo rumoreado durante la semana y Gómez introdujo modificaciones en el once inicial. Para empezar, Noguerol ocupaba el puesto de Santamaría en el centro de la defensa y Rocha (a este muchacho le falta que Gómez lo ponga en los tornos de entrada) actuaba de lateral derecho en lugar de David Alba. Curto ocupó puesto en banda derecha y Molina en la media punta, aunque intercambiaron posiciones. El resto, los que vienen siendo habituales: Miguel, Castillo, Zurdo, Núñez, Colorado, Adriá y Calle.
Más intenso
El Albacete se jugaba la temporada y salió desde el inicio con una marcha más. Los visitantes, ordenados y replegados. Poco después del minuto quince Adriá es derribado en la frontal cuando se disponía a encarar a Bocanegra. Amaga el lanzamiento Colorado y Molina la clava por la escuadra derecha.
El gol hizo mucha pupa a La Roda. El Alba dominaba y pudo rematar el encuentro: los rojillos sufrían de lo lindo ante la avalancha local: primero Calle remató al travesaño un saque de esquina de Colorado. A renglón seguido Curto marró un claro mano a mano con Bocanegra tras servicio de Rocha. Y otra vez Calle disparó arriba desde una buena posición tras centro de Zurdo. Hasta los rodenses de la grada parecieron perder el norte y en lugar de animar a su equipo lo hacían con el Tenerife, cosa que aún puedo comprender, y con el Toledo: ésto se me escapa completamente, a no ser que les agradase como los tangaron hace siete días.
Pereira
Cuando La Roda parecía haberse sacudido un tanto el dominio local, Pereira sacó la mano a paseo (dos veces) en una jugada intrascendente con Curto en las mismas narices del asistente cuando el balón ya no estaba en juego. José Luis Munuera Montero, que así se llamaba el del pito, se giñó y despachó el lance con amarilla, lo cual es incomprensible: o ve el golpe, con lo que Pereira tiene que ir a la calle, o no con lo que sacamos de banda y listo. Cosas como ésta acaban calentando un partido, cosa que afortunadamente no pasó. Y hay que apuntarlo en el debe del inepto silbador de turno: Pereira es muy libre de soltar un guantazo si su coeficiente no da para más pero quien lo tiene que mandar a la ducha es Munuera. Y otra cosa que me exaspera: si es Calle el que lo hace pasa la noche en el cuartelillo. Aquí transcribo lo que está escrito en el acta del partido y que, como digo, no es verdad:” En el minuto 39 el jugador (22) Pereira Navalon, Victor Manuel fue amonestado por el siguiente motivo: encararse con un adversario, sin llegar al insulto ni la amenaza.”
El segundo
Pues el tema Pereira despertó a la parroquia, que abroncó al lateral cuando la tocaba durante todo el partido, y despertó al Alba que volvió a apretar. Y fruto de otro saque de esquina llegó el segundo merced a un cabezazo de Curto. La primera mitad moría con una embarullada jugada en el área de Miguel con Joan Castillo impidiendo bajo palos que Mejías acortase distancias.
Y el aburrimiento
La segunda mitad resultó más deslucida y aburrida: el Alba entregó la pelota pero los visitantes no conseguían ni construir ni poner en aprietos la meta de Miguel. Transcurrían los minutos y los bostezos y lo más destacable eran las ovaciones a Molina y Curto en sus sustituciones, la bronca a Pereira en la suya y el estreno de Viguera como goleador blanco al que Molina se la puso a huevo tras una contra iniciada por el mismo Borja.
El del pito y sus amigos
Tuvimos hoy entre nosotros al ya mentado José Luis Munuera Montero, asistido por Germán Pliego Díaz y Bruno Alcalá González, todos del Comité Andaluz. Primero pensé que no sabía colocarse pero a partir del tercer balonazo uno ya se plantea si los jugadores lo hacen aposta. Curioso como dirigía el juego de espaldas y su peculiar criterio a la hora de señalar faltas. No se ha atrevido a echar a Pereira cuando se lo ha ganado a pulso, él sabrá por qué. Sumando todo sacamos dos conclusiones: primera, Munuera es de los malos. Y segunda, dios existe: miedo me da solo pensar si en lugar de ser relativamente plácido y cómodo el partido hubiese tenido tela que cortar con semejante mastuerzo a los mandos.
Pablo García volvía al Belmonte con la camiseta de La Roda.