César Díaz ex-canterano del Albacete con la camiseta de su actual equipo la U.D. Melilla
Regreso a casa del Alba con el tanteo de victorias a cero en 15 días horribles.
No quedan distracciones de otras competiciones y demás y la realidad golpea al Albacete Balompié, que está a 7 puntos del líder en una 14ª posición que nadie podía esperar al inicio de la campaña. El equipo solo ha podido ganar un partido de los cinco oficiales de este año, mientras que los problemas extradeportivos rodean a la entidad. Queda ganar y ganar, ya que el dato es que desde 1988 el Albacete no ocupaba una posición tan baja en el futbol español.
El primer rival en esta remontada es un clásico de la categoría bastante engañoso. El Melilla llega al Carlos Belmonte con 7 puntos de los 9 disputados, con Chota en una gran forma y buscando unos playoffs que el año pasado se le escaparon en las últimas jornadas. Uno de esos equipos de clase media que pueden arruinarte la tarde, o en este caso, la mañana.
La progresión empieza de atrás hacia delante, y aunque los manchegos han empezado fatal, llevan dos partidos dejando la portería a cero (al menos los 90 minutos ante Huracán), encajando sólo un gol en los últimos 210 minutos. El problema viene arriba, donde ninguno de los cuatro delanteros ha hecho un gol en lo que va de liga.
Varios ex jugadores del Alba visitarán el Belmonte. De mediocentro juega Dani Fragoso, uno de los jugadores más recordados para desgracia del club y un “artífice” del año del descenso. Arriba está el “tanque de Villamalea” César Díaz, que ha llegado este año procedente del Teruel, uno de los jugadores que destacaba en categorías inferiores pero que en el primer equipo no jugó al mismo nivel. Y en el lateral izquierdo está Sergio Jiménez Sánchez, canterano de aquellos que no tuvieron nunca la oportunidad de demostrar sus capacidades en el primer equipo.
Con máscara protectora, Núñez podría ser de la partida, aunque todo dependerá de las sensaciones del mismo jugador en estas horas previas. Su ausencia abriría la convocatoria para Julio Soria. La principal duda será ver quién juega arriba, donde cualquiera puede jugar.
Precisamente recupera el Melilla para el choque a Sergio Jiménez, recuperado de su lesión en la cadera. Por tanto no se esperan novedades en el once de los melillenses, donde Juan Moya podrá contar con todos sus efectivos a excepción de Quique de
El banquillo del Albacete Balompié que estará compuesto por Álvaro Campos como meta, Santamaría, Miguel Núñez, Sergio Molina y Martins, mientras que por el Melilla los suplentes serán Munir como portero suplente, Aranda, Omar, Domenech y Nacho Aznar.
OJO A: Chota. El mito del Melilla cumple su novena temporada consecutiva en el club a sus 37 años ya. A pesar de su edad se encuentra en un gran estado de forma y la temporada pasada fue la más goleadora en su carrera, con 13 goles. El delantero se caracteriza por tener un gran remate a puerta, especialmente de cabeza. Además trabaja mucho arriba pero ha reducido considerablemente su movilidad. Entra más en juego y recibe más de espaldas que antes, pero donde tiene peligro es en el área, especialmente en jugadas combinativas con compañeros.
EL TAPADO: Carlos David. El canterano de Valencia y Celta es un central de garantías, que va muy bien por alto y al corte. Llegado este verano procedente también del Teruel, el jugador es uno de los centrales más goleadores de la categoría, siendo bueno también a balón parado. La regularidad es su factor principal en un jugador que ha marcado 15 goles en las últimas 4 temporadas, siendo además un ejemplo de progresión de menos a más. Acaba de cumplir 26 años y empieza a llamar la atención de algún equipo algo más importante en la categoría.
Es imposible hablar de qué pasaría si el equipo volviera a no ganar porque es una hipótesis que ni se plantea. Además con un partido a la semana ya para todo el año debe sobrar el tiempo para preparar cada choque y la ascensión del Alba debe ser cuanto menos meteórica en los próximos partidos. Aunque la liga sea larga y queden 105 puntos en juego, no se puede perder ni uno más.
