Empate a cero entre el Alba y el Villanovense en su enfrentamiento correspondiente a la octava jornada del Campeonato. Partido aburrido y espeso, con posesión y dominio local pero juego cómodo bordeando la placidez visitante. Los extremeños apretaron arriba tras verse en superioridad numérica por expulsión de Calle, afortunadamente con nulo acierto.
Carlos Moreno trata de irse de su par en un lance del partido
El once, comentado
Tras resentirse ayer, Adriá se caía de la convocatoria. Lo mismo ocurría con Tete, que arrastraba molestias tras sufrir un golpe. Campos sacó el único balón rematado por el rival entre palos. Con Carlos yo no eché de menos a Alba. Si el fútbol es un estado de ánimo (Valdano dixit) Castillo y Noguerol deben estar al borde de la depresión. Zurdo tampoco fue el de otras tardes. Candela está falto de ritmo. Núñez se marchó pronto tocado: Soria fue su relevo y cumplió. Curto en banda pierde, además hoy no conectó con sus compañeros. Rocha fue de más a menos. Si Molina estuvo, yo no lo vi. Sobre Calle, ya sabemos todos lo que nos puede dar. Y lo que nos puede quitar. Martins y Raúl Ruiz entraron con el partido roto.
Aplausos
Los que frecuentamos el Belmonte sabemos que lo habitual es recibir al equipo rival con aplausos cuando saluda desde el centro del terreno. Hoy hago el comentario porque me ha dado la impresión de que el Villanovense ha recibido más de los que se escuchan otras tardes. Además, la salida del terreno de juego de Paulino al ser sustituido ha sido acompañada por una ovación correspondida por el jugador desde la banda. Y después de todo esto tan bonito (en serio, y tan poco valorado la mayoría de las ocasiones) al lío.
Sopor
El espejismo que supuso una llegada de Curto por la izquierda, remate infantil incluido, tardó en diluirse lo que la defensa extremeña en darse cuenta que el partido había empezado. Enseguida resultó evidente que la línea de cuatro en defensa del Villanovense, cinco en realidad porque Pajuelo se incrustaba entre centrales, iba a pasar pocos apuros y que a poco que la desapacible tarde hubiese acompañado algo, el sesteo del graderío habría sido de los grandes.
Julio Soria gozó de minutos debido a la lesión de Miguel Núñez
La única vía de entrada que podría traer peligro era la banda derecha, donde Carlos puso un par de centros con peligro. Calle trataba de bajar balones aéreos y Molina tuvo una tarde para olvidar. Mientras, Paulino las perseguía todas demasiado en solitario y presionaba, eventualmente asistido por Oscar o Anxo, para evitar que la salida del balón local fuera clara, cosa que conseguíamos nosotros solitos sin ayuda. Los minutos iban cayendo y el panorama no variaba: posesión para mí, pero tranquilidad para tí. Por cierto, que el único sobresalto fue obra de Paulino cuyo remate en semifallo desvió Campos en una buena intervención al filo del descanso.
Salir de la sartén y caer en las brasas
Los segundos cuarenta y cinco minutos transcurrían por el mismo camino, esto es sin nada de nada que reseñar, hasta que a Calle se le ocurre contestar con un sopapo (que le costó la roja) una agarrón en carrera de Pajuelo (que le costó la amarilla). No valoro la jugada porque no tiene sentido, aunque lo de Calle empieza a tener tintes preocupantes. Lo que está claro es que varió radicalmente el panorama del encuentro.
Calle fue expulsado en una jugada donde se marcó falta a su favor y se amonestó al rival.
El Alba estaba claramente más cansado y el Villanovense, en superioridad, buscó llevarse el partido. Más con el corazón que con la cabeza, sí, pero a quien no se le pasó por la mente lo sucedido en el Belmonte en tardes similares. Los verdes hicieron recular al Alba a defender su área pero carecieron de la pausa arriba para definir: la candidez acabó ahogando al ahínco y ni tan siquiera hubo clarividencia para rematar una sola vez entre los palos de Campos. De hecho, la última del partido fue para Raúl Ruiz, que disparo cruzado desde la frontal tras cazar un saque largo de Campos y marcharse de su par.
Para gustos, colores
Aseverar que el Villanovense mereció más me parece demasiado aventurado. Es obvio que lo han tenido al alcance de la mano, pero igual de obvio es que no lo han sabido tomar. Eso sí, si nuestro regusto es que hemos salvado un punto, encuentro comprensible que a los extremeños les sepa a que han perdido dos. Así que retomo la pregunta del inicio: ¿es bueno el punto? Ustedes dirán.
El del pito y sus amigos
Hoy hemos tenido a nuestro amigo Francisco Javier Barberá Fuentes al pito y a sus amiguitos Ignacio Martínez García y Rafael Bueno Miralles con las banderitas, todos del egregio Comité Valenciano. No me ha gustado hoy como no me gustó hace un año. Está más gordo: de hecho me apuntan que venía de comer del Cortijo El Águila, de ahí el flato. Sigue el juego desde el túnel de vestuarios o desde la chepa del que la lleva, no tiene término medio. No tiene un criterio uniforma para amonestar.
Sin ser un encuentro duro, el del pito fue poco consistente con las amonestaciones.
Para colmo, los asistentes son de los que solo señalan algo si él lo hace antes y para una vez que alguno se hace el machote y toma la decisión, él lo rectifica. Afortunadamente para todos, mi impresión es que no influyó en el resultado, independientemente de lo cual prestaremos atención a la jugada de la expulsión por TV. Edito para añadir que ya he visto imágenes. Y muy claro lo ha tenido que ver el del pito porque estaba cerca, pero a mi me da la impresión de que no hay para tanto.