El Alba ha encajado la primera derrota de la temporada en el Belmonte por cero tantos a uno ante un Écija serio y con oficio. Los andaluces anotaron en la primera mitad y fueron capaces de contener el mejor juego local en la segunda. El Alba sigue a cinco del líder pero fuera de los puestos de liguilla. 

¿Por dónde entró? Parecía que iba a rechazar, pero la pelota se coló en la puerta de Campos. 

Había podido pasar ya en alguna ocasión esta temporada. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompió. Vaya usted a saber por qué, el Alba compadece sobre el campo aturdido, con una modorra digna de domingo tarde, sí, pero inaceptable. Más si estás obligado como local. Y todavía más si estás arriba y optas a estarlo más. 

El resultado: primera mitad, o una parte muy amplia de ella, tirada a la basura. Hace siete días disfrutó de la prebenda un inoperante Cádiz, que no supo sacar renta. Pero antes ya pescaron equipos que se mostraron tremendamente sosos, como el Villanovense, o romos en ataque  hasta decir basta, como el Arroyo. Hasta el UCAM Murcia resultó molesto por fases.

Y un día llega el Écija Balompié y en un rato te forma el lío. A mi entender los andaluces son, hasta la fecha, el mejor de los visitantes que hemos visto en el Belmonte. Con las cosas muy claras, y como si supiesen de antemano de nuestras empanadas de salida, han tomado el mando y sin complejos se han ido a aprovechar la concesión.  En quince minutos de control, ya habían batido a Campos, tanto que anuló el asistente por fuera de juego, y habían rematado al palo a la salida de un saque de esquina. 

 

Gol anulado al Écija Balompié 

Y cinco minutos después, propiciado por un error de Castillo y con la colaboración de Campos, Migue hacía el gol del Écija. Tras el tanto acabó el monólogo del Écija más por voluntad propia que por méritos del Alba aunque la primera mitad se apagó sin más que reseñar que los incansables cánticos de la grada de animación.

¿Por qué se tiran cuarenta y cinco minutos? Debe haber una explicación, porque no es una vez, ni dos. ¿Qué pasa en los descansos para ver al Alba con otra actitud? Será cuestión de hacerlo de inicio porque tras el receso, ahora sí, el Alba embotelló al Écija y mandó en el partido. 

Calle falló desde los once metros. 

La tuvieron Curto, Calle (con un penalti) y Tete, pero los visitantes han apretado los dientes mientras ha durado el vendaval y han tenido que aplicarse en defender, pero después la han seguido tocando, han contragolpeado con mala leche y se han llevado el partido porque han trabajado con criterio hacia delante, con rigor atrás y han sabido aprovechar todas las facilidades. Así que tomemos nota: habrá quien aproveche gustoso nuestras torrijas y les saque todo el rendimiento. 

 El once, comentado.

Aun no sé cómo le se coló ese balón a Campos. Alba y Zurdo muy desdibujados ¿andan todavía renqueantes?. Campos y Castillo tuvieron trabajo con Plata, un armario ropero con las puertas abiertas,  y volvieron a abusar del pase frontal en largo. No fue la tarde de Candela ni, si me apuráis, la de Rocha aunque el extremeño anduvo mejor en la segunda mitad.  Carlos no entro nada juego y Tete no lo hizo lo suficiente. Martins es potencia sin control. Curto estuvo vigiladísimo. Núñez trabajó bien en la zona ancha. Calle tuvo las narices de coger la pelota para lanzar el penalti con la que le está cayendo, pero no lo hizo bien. Raúl Ruíz tuvo pocos minutos. 

 El del pito y sus amigos.

Nos han obsequiado hoy con su presencia Francisco Javier Fernández Vidal con un silbato y sus congéneres Julio Alberto Perea Martínez y Ángel José Sánchez Palop con las banderolas.  Dos palabras: Comité valenciano. Demasiado meticuloso a mi entender con nimiedades, pasando por alto después algún recadito al tobillo. Le protestaron mucho el penalti que señalo sobre Tete. A mí en el campo me pareció que lo fue. El Écija acabó con 10 por la expulsión, anecdótica,  de Armario.