El Alba derrotó por dos tantos a cero al Jaén, primera victoria de 2013, para retornar a la zona noble de la clasificación. Zurdo y Curto fueron los autores de los goles los blancos que superaron, y por momentos desarbolaron, al líder de la categoría completando un notable encuentro, sin duda el mejor de la temporada. 

Mario Ortiz de mi vida. Completísimo el encuentro del jugador cedido por el Espanyol.

El once comentado.

 Antonio Gómez se decidió por Campos bajo palos, Alba, Noguerol, Santamaría y Zurdo en defensa, Rocha y Mario Ortiz en el centro del campo con Curto y Tete en bandas y Molina y Calle como hombres más adelantados. El equipo al completo estuvo a un nivel notable, desde Campos que atajó la que tuvo el Jaén, hasta Molina, desafortunado en su posición pero que realizó un extenuante trabajo defensivo.  

 Pero no sería del todo justo pasar por alto dos menciones especiales. Uno: Víctor Curto, recién salido de una lesión, estuvo en todas y a poco que Toni García no hubiese estado tan inspirado habría mojado varias veces. Al final hizo el 2-0. Y Dos: Mario Ortiz. ¿Dónde estaba este muchacho hasta hace dos semanas, por amor de Dios? Con él, el equipo gana en equilibrio y consistencia porque aporta la visión, toque y pausa que está clarísimo que no teníamos. Y a la par, suma liberando a sus compañeros, dígase Rocha en la construcción y a todos en la presión, porque no se esconde y se echa al equipo a la chepa. Si queremos meternos arriba en este muchacho está la clave. 

Víctor Pichichi Curto mojó otra vez

Monólogo

 El partido era un monólogo del Alba. El Jaén no quería, y cuando quería Rocha y Mario Ortiz le negaban la pelota y les hacían apretar los dientes y correr. La defensa jienense, que venía con vitola de eficaz dada su trayectoria en el campeonato, las pasaba más bien canutas. Curto, en dos ocasiones, David Alba de buen cabezazo y Calle, que remató al palo, bien pudieron anotar. Pero Toni García, gran portero, se empeñó en lo contrario. 

Toni García, buen guardameta, nada pudo hacer por atajar el disparo de Zurdo.

 Y premio

 Pasada la media hora, Tete es derribado por detrás al trazar una diagonal desde la banda derecha (el del pito se comió la tarjeta, luego iremos con eso). Zurdo lanzaba el golpe franco y hacía justicia en el marcador. Por cierto, que José Manuel no debe ser muy querido por tierras andaluzas habida cuenta de los cánticos que le dedicaron sus exparroquianos. 

Reanudación.

 Noguerol se quedó en la caseta. Desconocemos si por decisión técnica o por algún problema físico, y su lugar lo ocupó Pablo Gil, que bregó a la perfección con los atacantes visitantes. Si el Alba fue mejor en la primera mitad con el balón, también lo fue en la segunda cuando el Jaén tomó la iniciativa. ¿Motivos? Yo haría hincapié en la presión en la salida del balón del rival y en la intensidad y ayudas defensivas, que se mantuvieron todo el choque. Es innegable que el Jaén es un bloque compacto que sabe de lo que va esto y que juega bien al fútbol. Precisamente por eso tiene más mérito si cabe que el Alba haya mostrado sus credenciales frente a uno de los mejores de la categoría. 

Tete supera a Nando, su marcador. 

Pese que crecieron en intención, la pegada de los andaluces fue cero y el Alba la movía cuando la recuperaba y salía con peligro. Varias veces. Hasta que Curto, tras pifiar un centro de Alba desde la derecha que meto hasta yo, atinaba con un servicio de Tete y hacía el 2-0. 

El esfuerzo físico comenzaba a pasar factura (Curto y Rocha se marcharon reventados) aunque es cierto es que el Jaén jugó hasta el final. De hecho, la mejor ocasión visitante fue un doble remate a bocajarro de Cascón que atajó bien Campos.

El del pito y sus amigos.

 Hemos tenido hoy en el Belmonte a Miguel Bosch Doménech al pito y a sus amiguetes Cesar Manuel Noval Font y Enrique Lluna Olartea las banderas, todos del ínclito comité valenciano. Ni ganando un partido sin padecer son capaces los del pito de llevarlo con una mínima normalidad. El ejemplo de hoy, ley de la ventaja e ignorancia supina de los asistentes aparte,  lo tenemos en las tarjetas. Sin ser un partido bronco sí que ha habido alguna jugada merecedora de cartulina, hasta el punto que si viene un Alfonso Melgares o un Jesús Benjuméa cualquiera, no acaban los 22 sobre el campo con absoluta seguridad. Pues bien, el pavo éste ha enseñado dos en todo el partido: una a Nino cuando ya se había hartado de darle cera a Curto y otra a Campos por.... perder tiempo!!! Lo que yo os diga: para medicarse.