Empate a uno entre Alba y Betis B en un encuentro flojo, feo y trabado. Ambos tantos, obra de Eneko y Calle, fueron conseguidos desde el punto de penalti. Mención a Victor Ribes Leal, el del pito. El valenciano estuvo surrealista: desesperó a los locales en la primera mitad y dejó al filial del Betis con 9 en la segunda. Le vino muy grande el traje.
Otro que tal. Víctor Ribes Leal, otro mal árbitro.
El once comentado.
Campos decisivo en las dos pelotas que tuvo. Comentario para la zaga en bloque, Alba, Pablo Gil, Santamaría y Zurdo: muy ñoños. Y enfrente tenían a una vanguardia bética inoperante. Rocha trabajó a destajo. Se nota cuando Mario Ortiz la toca, que desafortunadamente es menos de lo que debería ser: tiene calidad a raudales. Tete acabó fundido. Jorge Díaz no pudo con su par. Molina no está fino. Calle provocó el penalti y lo metió. Núñez, Martins y Adriá, que volvía al Belmonte tras su lesión, volvía al Belmonte.
Frío
Antes del comienzo, se guardó un sentido minuto de silencio en memoria de Abilio Rubio. La tarde era desapacible, en especial por el viento, y el partido era de los espesitos. El Betis B cedía la iniciativa, incomodando con una tibia presión la salida del balón y acumulando efectivos en medio campo. Lo más peligroso de los visitantes, un golpe franco que sacó de la misma escuadra Campos.
Entra la grada
Pasados veinte minutos de juego, la grada de animación hace su entrada en el estadio, en su nueva ubicación entre los aplausos unánimes de los parroquianos.
Los cánticos despiertan a unos y a otros, recordando que hay un partido que ganar: Molina remata a bocajarro y repele Ayala, en la ocasión local más clara de la primera mitad. Tete se anima con un par de slaloms, disparos de Alba, Ayala a saque de esquina, y Mario Ortiz.
Comienza el show
En realidad nuestro amigo Víctor Ribes y sus amigos ya habían sacado de sus casillas a la concurrencia con su peculiar manera de ver la vida, el reglamento y los fueras de juego pero el límite se sobrepasa cuando Tete es derribado dentro del área en sus mismas narices y en las de su asistente. ¿Tú lo has visto? Yo tampoco. Si no quieres caldo, pues te tomas dos tazas: balón que se lleva Garrido con la mano en línea de tres cuartos. Correcto. Su servicio al área es interceptado por Zurdo con la mano, pero ahora es penalti. Gol de Eneko y a los vestuarios. Bronca para Víctor y sus amiguetes. Pufff, y aun teníamos por delante cuarenta y cinco minutos más!!!
La reanudación
Había que apretar, y se apretó. Por fin el balón empezaba a pasar asiduamente por las botas de Mario. Permítanme un inciso: me resulta incomprensible que no le den todos los balones a muchacho, todos. Pero aún más incomprensible me resulta que sea él mismo el que tiene que bajar a quitárselo de los pies a sus centrales, literalmente.
El Alba aprieta: buena jugada entre Rocha y Calle que el madrileño manda al palo. Bastante hubo la semana pasada, la dosis de fortuna se agotó y no quedaba para hoy. Entraba Adriá (la otra ovación de la tarde) y el equipo empezaba a tener más presencia por izquierda que por derecha porque Tete se iba apagando. En la primera incursión, el valenciano dispara fuera por centímetros. Minutos más tarde, en una jugada muy similar, Adriá la estrella en el palo. Lo dicho, hoy no tocaba.
El del pito había variado sus ajustes mentales para la segunda mitad, enseñó alguna que otra tarjeta a los béticos y concedió un par de golpes francos de los que había obviado en la primera, desaprovechados por los nuestros, y por fin señaló penalti sobre la bocina no se muy bien por qué: ¿mano? ¿Falta a Calle?. En cualquier caso, el delantero transformó. Juzgad vosotros.
¿Pensabais que ya habíamos visto todo? Cinco minutos de descuento: transcurrieron esperando que los dos jugadores del Betis expulsados salieran del campo (no del terreno de juego, no: del campo!!!). Inaudito, cuanto menos. Pero es que resulta que la segunda amarilla a Eneko se la tuvo que apuntar su asistente porque Víctor no estuvo en el cole el día que hacían rayas y palotes y, claro, se la había tragado enterita. Monumental la torpeza del valenciano, al que el partido le vino grande, grande, grande. En su favor decir que el tupé se lo hace estupendamente aunque sospecho que use ingentes cantidades de laca.
Por cierto, como dice un sabio amigo mio, si alguien piensa que quejarse del árbitro es sinónimo de eximir de responsabilidad al equipo, repito por enésima vez que, al menos en lo que a mí respecta, se equivoca. Claro que hemos tenido culpa nosotros, no hay más que ver la primera parte que hemos hecho. Pero una cosa no quita la otra, y no hace falta decir lo difícil que es sacar adelante los partidos cuando desde el principio empiezas con un gol en contra.
¿Y el Betis B?
El filial bético realizó un buen encuentro: maniató y atascó al Alba durante algunas fases del encuentro y se defendió con contundencia. Mostraron destellos de calidad cuando tuvieron la pelota y se estiraron en busca de Campos. Mencionaremos por su movilidad e insistencia a Eneko.
El del pito y sus amigos
Nos ha deleitado hoy con su presencia Victor Ribes Leal, al pito, y sus amigos Carlos Javier Cortés Sánchez y Álvaro Moreno Navarro a las banderas, todos ellos del inconmensurable Comité valenciano. Calamitoso, el colega. Pero rayando el surrealismo de más pura escuela. La mejor explicación que se me ocurre a lo que hemos visto hoy es que este muchacho se pegase un fiestón anoche en Valencia, técnicamente ya en Fallas, y hoy tuviese una resaca de puta madre. Porque la otra es que sea torpe y cazurro hasta unos extremos que se me antojan imposibles.