El Alba dice adiós por segunda temporada a los play offs pese a imponerse por 2 tantos a 1 al Real Oviedo. Calle, uno de penalti, hizo los dos tantos blancos mientras que Manu Busto anotó el de los oviedistas. El equipo continuará, si la economía lo permite, otra temporada en segunda B.

Quintana en acción, sin duda una de las claves de la eliminatoria.

No ha sido el Alba inferior al Real Oviedo en ningún momento de los 180 minutos de la eliminatoria. A nadie habría podido extrañar que hoy progresaran a segunda ronda los de Luis César pero la igualada eliminatoria nos ha sido esquiva por detalles. Hace una semana, Quintana sacaba un balón a Calle de los que valen un partido. Hoy Sergio Molina enviaba un balón franco por encima de la meta oviedista con apenas siete minutos de juego que habría cambiado totalmente el decorado.

El guión previsto del partido (yo aprieto, tú aguantas y contemplas, luego te desperezas pero sin apenas llegar) no se modificó. El Alba mandaba sin asfixiar, con Calle como referencia arriba. Desplazamientos largos a bandas que, cuando eran controlados por Tete o Jorge Díaz hacían sufrir a los carballones, que hoy lucían un verde horroroso. Trabajo de todos y trabajo correcto.

Y la grada, seríamos unos 8000 de los nuestros, reconociéndolo y empujando.

Y si no fue posible golpear antes del receso como lo hiciese el Oviedo, Calle ponía las tablas en la eliminatoria al cabecear de manera impecable una falta lateral servida por Molina. Minuto 54.

Tres minutos duró la nivelación. En el 57 Manu Busto, único disparo a puerta oviedista, bate a Campos desde fuera del área tras cazar un balón suelto. Ahora nos hacen falta dos.

El Alba acusa el golpe, pero sigue fajando. David Rocha, trabajo oscuro hoy, controla un balón profundo. El extremeño dispara duro, franco, pero Quintana también había venido.

Era cerca del 70 cuando Mantovani derriba a Jorge Díaz en el área. El del pito, pese a que es de los que les gusta estar de perfil todo lo que puede, señala penalti. Ninguna duda, ningún mérito: lo habría señalado hasta Javi Casares si le dan un silbato. Calle abajo, ajustado a la derecha, nos da 20 minutos para la esperanza.

Entran Curto, Samu y Martins por el Alba, Iván Rubio, Fran Sol y Señé por el Oviedo. Los carballones, aguantando el arreón con orden y contundencia, el Alba apretando con fe en que llegaría alguna. Y llegó: Samu se la deja a Jorge Díaz, en inmejorable posición, buen control y disparo seco que aborta Quintana mandando a saque de esquina.

Cuando todo acabó, el Belmonte dedicó una ovación al Alba. Derrotado, sí, pero con la cabeza bien alta y orgulloso de saber que si este ha sido el final se ha entregado todo.

Dos cosas para acabar: desear suerte al Oviedo en su asalto a la segunda, pocas aficiones como la asturiana recuerdo por aquí.

Y mostrar mi absoluto convencimiento de que voy a volver a mi asiento del Belmonte. A sufrir, a disfrutar, a saltar, a padecer, a aplaudir y a gritar: ALBA!! ALBA!!, ALBA!!