Hubo que sudar. Hubo que sufrir ante un Sevilla At. que nunca le perdió la cara al partido. Hubo que esperar hasta el último segundo para que Diego Costa, que se pegó una paliza, apareciese para marcar la diferencia. En el sitio de los listos, habilitado por un gran servicio de Álex Pérez, el brasileño hizo que los puntos se quedasen en casa y que al Alba haya recorrido más camino en una jornada que la pasada campaña en ocho.
Diego Costa celebra el 2-1 y los tres puntos. Imagen: Gente
Subiendo al Carlos Belmonte, hacía calor pero se veía movimiento. La impresión era de buena entrada. Finalmente asistimos al encuentro, según el Club, 5739 parroquianos. Contando con la fecha, descontando de los 4900 abonados los que estaban de vacaciones, incluyendo los recortes en las acreditaciones de los medios y restando a los informadores del Atleti que vinieron a ver a Costa, tenemos que en torno a medio millar de valientes debieron pasar por taquilla. No son malas cifras.
A mí me gustó el Alba. Se nota que el grupo está trabajado y que JIM les ha inculcado sus maneras. ¿Cosas para mejorar?. Eso, siempre. Pero a mi me gusta más este Alba que el de Quique Hernández. Pero como de aquí a Lima. La disposición en el terreno es buena. Hay ayudas, esos apoyos que te dan oxígeno, y se trata de salir jugando el balón desde atrás, al menos hasta que nos pusimos por delante en el marcador, mandando a los laterales al centro del campo y viniendo a recibir a campo propio fundamentalmente Verza, y alguna que otra vez Merino con quien intercambiaba posiciones.
Álex Pérez y Marco Navas ocupaban las bandas. Llamativo era que, pese a lo avanzado de la posición de los laterales, no se prodigaron en los desdoblamientos. Alegre parecía compenetrarse más con Navas y puso algún centro interesante. Los volantes también intercambiaron sus posiciones, que parece estar de moda. Entre ambos consiguieron que la banda izquierda del filial sevillista fuese la zona por la que el Alba generaba más peligro. Álex Pérez mostró más tendencia a irse al centro aunque Peña tampoco se incorporó más que en contadas ocasiones al ataque. Arriba la referencia era Diego Costa (que daño haría este jugador con otro delantero a su lado!!!) y un trabajador pero gris Merino.
A mí me gustó el Alba. Se nota que el grupo está trabajado y que JIM les ha inculcado sus maneras. ¿Cosas para mejorar?. Eso, siempre. Pero a mi me gusta más este Alba que el de Quique Hernández. Pero como de aquí a Lima. La disposición en el terreno es buena. Hay ayudas, esos apoyos que te dan oxígeno, y se trata de salir jugando el balón desde atrás, al menos hasta que nos pusimos por delante en el marcador, mandando a los laterales al centro del campo y viniendo a recibir a campo propio fundamentalmente Verza, y alguna que otra vez Merino con quien intercambiaba posiciones.
Álex Pérez y Marco Navas ocupaban las bandas. Llamativo era que, pese a lo avanzado de la posición de los laterales, no se prodigaron en los desdoblamientos. Alegre parecía compenetrarse más con Navas y puso algún centro interesante. Los volantes también intercambiaron sus posiciones, que parece estar de moda. Entre ambos consiguieron que la banda izquierda del filial sevillista fuese la zona por la que el Alba generaba más peligro. Álex Pérez mostró más tendencia a irse al centro aunque Peña tampoco se incorporó más que en contadas ocasiones al ataque. Arriba la referencia era Diego Costa (que daño haría este jugador con otro delantero a su lado!!!) y un trabajador pero gris Merino.
Precisamente por banda derecha llegó el 1-0, tras habilitar Diego Costa a Marco Navas quien, bastante escorado, se sacó un buen zurzado a la base del poste derecho de Vargas en la jugada más peligrosa del Alba en los primeros cuarenta y cinco minutos. Marco, recién llegado del Xerez y al que posiblemente la lesión de Xavi Jiménez permitió entrar en el once acababa de adelantar al Alba con un buen tanto.
El filial sevillista también se mostró con las ideas claras y trabajado. Pese a su juventud, jugadores como Armenteros o Perotti apuntan calidad más que de sobra. En ataque, Pouga tiene una planta impresionante pero estuvo bien controlado por arriba por Trotta y Tarantino y se mostró torpe con el balón en los pies. En defensa, dos centrales fajadores y resolutivos. Quiza su punto más debil sean ambos laterales, en especial en el izquierdo. De cualquier modo, el Sevilla At. en la primera mitad llegó menos que el Alba. Jonathan cedió un corner tras un disparo lejano y sacó la pelota de puños en el consiguiente lanzamiento (en la imagen). Y ya.Enlazo con el comentario del 1-0 la labor arbitral. No lo hizo mal Lesma López en un encuentro que, pese a no ofrecer polémica alguna, no fue sencillo de llevar. Galeote se quejaba de lo presto que anduvo el madrileño con las tarjetas. Pero no es menos cierto que, en especial los centrales, repartieron cera. Sin ir más lejos, y por eso el enlace, Diego Costa fue literalmente volteado por un central visitante en la jugada del gol de Navas y Lesma aplicó perfectamente la ley de la ventaja. Lo que ocurre es que, con la emoción del gol, se olvidó de la tarjeta al central que pudo y debió marcharse al vestuario antes de lo que, finalmente, lo hizo. Es cierto que Lesma se mostró riguroso en esceso con algunas amonestaciones pero no es menos cierto que, tras lograr el empate, el Sevilla At. buscó el barullo, el dejarse caer y dolerse en el centro del campo. Es una opción, pero el Alba no paró el juego, cosa que no me cansaré de decir que me parece perfecto. Oscar Ramírez se encaró por ello con Jaime, tangana al canto y amarilla para el sevillista.
Expulsión de Gallardo. Imagen: Gente
Volviendo al fútbol, el Alba se había adelandado cuando más duele. Galeote introdujo tras el descanso a Fali y a Victor Díaz logrando ganar más peso en el centro del campo. Y los apuros se incrementeron tras la retirada de Verza. Quizá Juan Ignacio le hizo salir por estar amonestado pero, indudablemente, no acertó: dió vida al rival que pasó a dominar el centro. Un lanzamiento lejano de Armenteros y un zapatazo de Fali, paradón de Jonathan incluido, nos metieron el susto en el cuerpo. Aun así se pudo sentenciar el encuentro tras una dejada de Jaime a Diego Costa quien, solo, trató de colocar en lugar de golpearla duro. Vargas la sacó junto a la base se su palo izquierdo. A renglón seguido, el empate: vino de una falta, inexistente por cierto, en la frontal que tras un rebote le queda franca a Fernando en el punto de penalti. Peña y Jonathan poco pueden hacer para evitar el empate. Imagen: Gente.
Siete minutos por delante y hasta los de la pancarta coreando !!Alba, Alba¡¡. El equipo no se descompuso, sino que apretó. Y los sevillistas no supieron manejar la situación. Un par de llegadas, un saque de esquina, dos remates desviados, una tangana, dos amarillas y una expulsión son muchas cosas para siete minutos. Y no solo pasaron, sino que aun quedó tiempo para que Álex Pérez se la pusiera a Diego Costa dentro del área para que la cazara y ganase el partido con un remate que no era en absoluto sencillo.
Bien: Verza. Buscó la pelota, distribuyó, se incorporó y defendió mientras estuvo en el campo. Tuvo un lanzamiento de golpe franco que se le marchó por encima de la portería de Vargas.
Mal: la pancarta. Enmedio de la bronca directiva - prensa, que lamentablemente ya ha transcendido los límites locales, para saltar a medios de difusión nacional, cuando se habla sobre la necesidad de sentarse a solucionar el problema.... faltaban los trabajos manuales. Mejor sería que todos nos aplicasemos el cuento.
El del pito: Lesma López, de los llamados debutantes en la categoría. Un escalofrío me recorre la espalda cuando oigo las palabras "árbitro" y "debutante" juntas. No estuvo mal, el hombre. Si acaso, riguroso con las faltas y con alguna tarjeta. Anuló a Diego Costa un gol a instancias de su asistente por fuera de juego que a mí no me pareció, aunque no he podido confirmarlo con las imágenes.. El gol del Sevilla At. es fruto del lanzamiento de una inexistente falta señalada a Peña. Tras el 2-1 ni siquiera permitió a los visitantes sacar de centro.