Aunque los de Aira aún no conocen la derrota en los cinco encuentros oficiales disputados esta temporada (tres en Liga y dos en Copa), en la afición albacetense comienza a  palparse cierta intranquilidad ya que, a pesar de que la temporada casi ni ha terminado de arrancar, el equipo ha dejado algunas dudas por los altibajos que parece mostrar en determinadas fases de los partidos -sobre todo en los segundos tiempos-.

Quizás esas dudas se hicieron más evidentes este miércoles pasado cuando el Albacete derrotaba en Copa a un Arenas de Getxo netamente inferior en cuanto a plantilla y recursos pero que dió un buen "baño" de juego a los blancos durante la segunda mitad.

Y es que, como siempre se ha dicho, el fútbol son goles y de lo que este Alba parece adolecer es precisamente de falta de remate, aunque Aira iba un poco más allá y decía el viernes en rueda de prensa que "lo que realmente nos falta es precisión en los centros ya que llegamos con facilidad arriba pero luego nos está faltando elegir bien el tipo de centro y que el balón vaya a la zona a la que queremos que vaya".

Sea por una causa o por la otra, si el Albacete quiere estar arriba debe mejorar en esta faceta del ataque y dejar de regalar los segundos tiempos al rival como ha venido haciendo en los últimos encuentros. Quizás para corregir este último aspecto Aira podría estar planteándose introducir cambios en el once inicial y reservar al hasta ahora cerebro del equipo Fran Carnicer para el tramo final del partido en el Stadium Gal; algo que de confirmarse evidenciaría lo que ya se viene comentando en la grada del Belmonte estas semanas: hay un muy buen once inicial pero existen carencia y "falta de armario" en lo que se refiere a profundidad del banquillo.

El Alba viaja a Irún con tan sólo las ausencias obligadas de Eizmendi y Rafa Gálvez y con una convocatoria que componen: Tomeu, Héctor Pizana, Ángel, Arroyo, Gafoor, Delgado, Galas, Aketxe, Lado, Dani, Fran Carnicer, Josán, José Fran, Eloy Gila, Aridane, Marc Rovirola y Héctor Hérnández. Y con un once que, si hacemos caso a lo dicho por el técnico berciano en la previa podría presentar la ya comentada suplencia de Carnicer en el arranque y que no podría diferir mucho del siguiente:

El Real Unión por su parte llega a este partido empatado en la tabla con los albacetenses a cinco puntos; tras conseguir un empate la semana pasada en el derbi Guipuzcoano en Zubieta; haber ganado al todopoderoso Real Madrid-Castilla en la jornada previa en Irún y anotarse otro empate en su viaje a canarias en el arranque liguero ante el Mensajero.

Los vascos en su campo se muestran como un rival muy rocoso y dificil de batir; sus números de la campaña pasada así lo evidencian ya que tan solo cedieron tres derrotas ganando por su parte diez encuentros y empatando otros seis, y por tanto el partido de este domingo será muy distinto al que pudimos presenciar en el Carlos Belmonte hace apenas 11 días y que enfrentó a ambos contendientes en la Copa del Rey.

Esta semana, y tras el empate de Zubieta en el que los irundarras merecieron más, el Real Unión ha focalizado sus entrenamientos centrados en el trabajo en grupo y es precisamente en ese aspecto de juego como conjunto y a la aportación del ariete Jorge Galán con tres goles en tres partidos dónde más atención tendrán que prestar los de Aira.

También sera un factor condicionante el césped del Stadium Gal que ante el Castilla se pudo observar por la pequeña pantalla que no estaba en las mejores condiciones.

En cuanto a los antecedentes, seis años y medio han pasado del único enfrentamiento en Liga de ambos equipos en Irún y que se correspondía a la Jornada 23 de la temporada 2009-2010 en Segunda División; en aquel entonces el equipo entrenado por Julián Rubio sucumbía por 2-1 con goles del incombustible Gorka Brit y de Juan Domínguez mientras que por el Alba marcaba el espigado futbolista de Elche de la Sierra Juan Carlos Rodríguez Belencoso.