Tercer empate liguero consecutivo del Albacete Balompié. El equipo sigue sin perder, pero después de noventa minutos ciertamente plomizos en el Stadium Gal de Irún, cuyo pésimo césped tampoco ayuda precisamente a que se vea un buen espectáculo.
Noventa minutos con escaso poder atacante, sólo con una doble parada de Tomeu Nadal, felino en la mejor jugada del encuentro, como mayor rastro de riesgo. Los manchegos defendieron bien, e intentaron atacar en la media hora final cuando el Real Unión se quedó con uno menos por roja a Sagastibeltza. Nada de nada, cero a cero y un punto en cada zurrón.
Nefasta primera parte, muy abuuuurrida, con muy poco peligro en las dos porterías y un lógico cero a cero. La hora no apetecía al espectador irundarra, las cuatro de la tarde, y aunque el calor también apretaba no eran los 39 grados del pasado miércoles en Copa. Eso sí, parece que el Alba está condenado a jugar en condiciones lejos de las óptimas.
Control del Real Unión desde los primeros compases, con un Albacete que esperaba atrás muy cómodo, a la espera de algún error del oponente para tratar de sacar algún contragolpe o alguna segunda jugada a partir de la corpulencia de Aridane, de regreso en el once inicial.
Pero la mayoría de acciones locales acababan al borde del ára manchega, donde Dani y en especial Rovirola echaban una mano a los dos centrales, que vivieron muy tranquilos los 45 iniciales. Muy pocos problemas para la defensa de Aira, ya que los intentos guipuzcoanos no tenían ninguna claridad. En las jugadas por las alas, los centros al ára tampoco crearon peligro.
Y así iban transcurriendo los minutos, con más bostezos que espectáculo en el Stadium Gal, hasta que a los 37 llegaba la mejor oportunidad para el Real Unión, cuando Mikel Alonso, el hermano de Xabi, lanzaba un trallazo desde fuera del área que encontraba la extraordinaria parada de Tomeu Nadal. El balón quedó muerto y llegaba Eizmendi para remachar a bocajarro, pero el portero del Albacete firmó una segunda parada llena de reflejos para taponar el intento del exterior local. Un doble paradón antológico.
El Albacete fue muy tímido con el esférico en su poder y no disparó ni una sola vez entre los tres palos de la meta de Jon Tena. El único aviso de la ofensiva visitante llegaría ya al borde del descanso, cuando a los 43 minutos Dani probaba fortuna desde fuera del área con un disparo que se perdió por encima del larguero local. El descanso fue recibido con alivio a la espera de que el espectáculo mejorase en la segunda mitad.
No fue así. La segunda parte no mejoró, más bien lo contrario, ya que el juego siguió denso y sin peligro en absoluto, un plomo para el aburrido millar de espectadores. El Real Unión siguió llevando el peso del encuentro, moviendo bien el esférico pero muy horizontal en sus jugadas, sin que Tomeu Nadal tuviera que emplarse a fondo.
En medio de esa dinámica, algo raro tenía que suceder para que se agitara la higuera y cayera algún fruto. Y el encuentro cambiaría por completo cuando el central irundarra Aimar Sagastibeltza veía la tarjeta roja directa tras una dura entrada en el lateral, algo excesiva y aparatosa, lo que acarreó la roja. Restaba media hora y el Albacete pasaba a llevar la manija del encuentro, pero lo hizo con muy poco peligro.
Muchos centros al área fue el resumen de la ofensiva albaceteña, buscando a Aridane y después también a Aketxe, con dos puntas el equipo en busca de algún balón suelto o de ese testarazo que permitiera llevarse los tres puntos de Gal.
Pero no hubo manera. Muy pocas ideas en el fútbol del Alba con el esférico en sus pies. Destacó también la extraña expulsión de Fran Carnicer, quien vio la roja por protestar ya una vez sustituido y en el banco de suplentes. Los vascos, con uno menos y metidos atrás, acabaron salvando un punto en un encuentro ciertamente flojo. Seis unidades ya en el casillero de un Albacete Balompié que al menos ofrece firme imagen en defensa. A la hora de marcar goles, o al menos intentarlo, eso ya es otro cantar
La galería con las mejores fotos del encuentro: