El Alba ha sido derrotado por el Nastic de Tarragona por cero tantos a uno en encuentro correspondiente a la 26ª jornada del campeonato de segunda división disputado en el Carlos Belmonte. Álvaro fue el autor del tanto visitante al filo del intermedio. A expensas de los resultados de esta tarde, el Alba se encuentra situado en 13ª posición con 32 puntos en su casillero.
Bela, de lo poco que salvamos hoy.
El once de Martín
Como siempre, plagado de novedades entre unas cosas y otras. Jugaron de inicio Tomeu Nadal, Cifu, Chus Herrero, Delgado, Saveljich, Morillas, Gorosito, De la Hoz, Dani Rodriguez, Bela y Zozulia.
No funcionó
Ni por un momento. Desde que el balón echó a rodar la opción César de la Hoz – Gorosito para suplir la baja de Erice y el banquillazo de Susaeta no logró imponerse ni por un solo instante a un timorato Nastic. Los dos carrileros de la defensa de cinco inexistentes en ataque y el juego directo como único argumento fueron dos constantes durante todo el encuentro. Cagón el planteamiento de Martín en un partido de importancia, si bien es cierto que el mister tardó menos que nada en reconocer su responsabilidad en lo de hoy.
A todas éstas, los catalanes estaban como pez en el agua con la guerra de guerrilas que tenían montada porque solo con eso bastaba para ahogar a un rival demasiado ramplón que solo oponía la pelea de Zozulia y las ganas de Bela. Y eso que la permisividad de Vicandi, un árbitro que se las quiere dar de dialogante y acaba dejando que alguno más listo que él le lleve el partido, no había llegado a su máximo esplendor.
Vicandi de cháchara.... eso sí lo hace bien.
Al filo del receso
Con poco por jugar antes del descanso, una recuperación del Nastic en el centro del campo (si algo hay que reconocer a los catalanes es su excelente presión en la salida del Alba) propicia una contra en la que Alvaro, a placer, anota el tanto que a la postre sería único y definitivo.
El tanto del Nastic
Cambios que no son eficaces
El Alba retomó el encuentro sin fuelle, trotando en lugar de apretar y tomándose su tiempo. Claro, a todas éstas el Nastic encantado. Chus Herrero pide el cambio por unas molestias y es Gaffoor quien lo sustituye: cambio de cromos que dilapida una opción de revulsivo. Y solo un minuto después, De la Hoz deja su puesto a Aridane retrasando Bela su posición al centro del campo. Ignoro el nivel de probatura de la variante que esto supone pero donde el Alba debía imponerse para generar algo con sentido, en el centro del campo, el Nastic navegaba a placer. Y no digamos en defensa, donde los centrales catalanes estaban encantados con Aridane.
La importancia de llamarse Zozulia
No dejemos sin mencionar que a estas alturas el inepto de Bikandi había hecho cuesta arriba el camino a la meta de Dimitrievski a base de silbato. Ilustra perfectamente el tema Roman Zozulia. Es evidente que Roman no es un delantero al uso y que tanto árbitros como rivales hablan de él y lo conocen. Hasta ahí, normal. Y es lógico que un rival trate de apurar sus opciones, legales y no tanto, hasta el límite. Lo que no debería permitirse es que un calzonazos de la talla de Vicandi sea taxativo en un área y condescendiente en la otra. Y menos hasta el punto de que Roman tenga que retirarse pateado y amonestado.
Mismo guión hasta el final
Y el encuentro se murió sin más que reseñar que lo dicho: el peor Alba de la temporada no fue capaz ni de tirar a palos, el peor visitante de la temporada no se molestó ni en matar un encuentro que les era plácido y (ojo a lo que voy a decir) el peor árbitro de la temporada continuó haciendo el ridículo y dejándose mangonear hasta el minuto 90. Bueno, hasta el 96, que dio 6 de descuento: háganse una idea de cómo estuvo el tema.
El del pito y sus amigos
Hemos padecido hoy el horror de tener con nosotros a Iñaki Vicandi Garrido al pito y a Mateo Vaquero Agama y David Pérez de Colosia Alonso a las banderitas, primero y tercero del muy honorable comité vasco y el segundo del excelso comité extremeño. Creo no errar si digo que es el árbitro más penosos que hemos tenido en la temporada. Y mira que los hay farfollas, pero al menos mantienen el control. Dejar que te dirijan un encuentro por calzonazos, cagao y ñoño es hasta peligroso: broncas, empujones y rifi rafes hasta en el túnel de vestuarios merced a una extensa gama de roñoserías que no ha sabido o no ha querido cortar. O le das el pito a Nano, que tenía que venir sí o sí con la expedición catalana, y te quedas tú en casita tan ricamente al brasero, Iñaki, hijo mío.
Que éste tipo arbitrase en Primera División da una idea de cómo está el arbitraje patrio.
A continuación la galería con las mejores fotos del encuentro:
