Nadie gana un partido sin bajar del autobús y mucho menos si se relaja, por muy mal que esté el rival. Es algo que debe tener muy claro el Albacete en su partido del viernes contra el Sevilla Atlético. Y así se lo ha dicho claro Enrique Martin a sus jugadores, “máximo respeto para el rival y máxima intensidad nosotros, si queremos ganar los tres puntos”.
Todo esto viene porque el Sevilla Atlético ya está descendido. No es matemático, pues quedan todavía muchas jornadas por disputarse, pero los milagros en fútbol existen los justos y un equipo que sólo ha sido capaz de ganar dos partidos en 30 jornadas, uno de ellos al Lorca... pues que va a ser que no. Nueve derrotas consecutivas lleva ahora mismo el equipo que entrena Luis García Tevenet, en las que sólo ha marcado tres goles, el gran problema del filial hispalense, pues el peor equipo de la categoría en este apartado.
Por eso, el partido hay que lucharlo para ganarlo, pero vayamos ahora a confundirnos y dejemos escapar tres puntos que todos los de nuestro alrededor están logrando cuando se enfrentan al Sevilla Atlético y vamos a resucitar a un muerto. Además, nunca el Sevilla Atlético ha ganado al Alba en sus 11 enfrentamientos anteriores.
Ahí está la obligatoriedad que tiene el Albacete de volverse de Sevilla con los tres puntos, para alargar la racha positiva y afrontar con el mayor de los optimismos el siguiente choque frente a la Cultural Leonesa. Si el Alba suma esos seis puntos, entonces podremos empezar a hablar de las opciones que tiene por arriba, pues será cuando se entra en esa recta final del campeonato que son los últimos 10 partidos.
Enrique Martín tiene un grave problema. No estará el que seguramente es el jugador más en forma, o al menos, el que mayor rendimiento ofrece en el terreno de juego. Tener al comandante Saveljich como libre es una garantía defensiva y el argentino se perderá cuatro partidos por írsele la boca cuando no debía. Está claro que uno está caliente, que el árbitro se equivoca, pero el insulto es mínimo cuatro partidos, y menos mal que se arrepintió, una máxima que inculcó en el Alba el gran delegado Pedro Martínez Bravo y que seguro que se la inculcó a Rodri para que empujase a Saveljich a acudir al árbitro y pedir disculpas.
El caso es que no estará Saveljich, aunque su puesto lo ocupará otro hombre de garantía, Chus Herrero. El veterano aragonés está muy motivado y su rendimiento espectacular. Choca que Aira no le diera bola en el arranque de la competición cuando después se ha convertido en fijo con Martín. El puesto de central que quedará suelto se lo repartirá Gaffoor o Delgado, mientras que también es segura la entrada de Morillas porque Bíttolo también esta sancionado, en su caso por acumulación.
Del resto, no sería normal que hubiera variación en la delantera, con Bela y Aridane, toda vez que en el banquillo Martín tendrá a un Héctor Hernández que ni está, ni se le espera, y al canterano Alfon. Acuña, con una contractura en un gemelo, se quedó en casa. Al míster no le gusta arriesgar en estas cosas. Es preferible perderse un partido a cuatro si el aviso se transforma en lesión más grave. Y, como Martín suele ser muchas veces imprevisible, pues igual aparecen Gálvez o César de la Hoz en la alineación. Gálvez recibió una monumental bronca en el entrenamiento del pasado miércoles. El míster admite errores, pero no cuando son provocados por el exceso de confianzas. El navarro odia los pases atrás y los horizontales, porque perder el balón en esas zonas “es mortal”. Prefiere la verticalidad y que, si se pierde la pelota, sea a 70 metros de tu portería y con el equipo ordenado. Quizás para ver si aprendió la lección, Gálvez aparezca en el equipo titular. En el caso de De la Hoz, es un jugador cedido por el Betis, máximo rival del Sevilla, cosas que a veces parece tener en consideración el míster, el que un jugador tenga un especial sentimiento por jugar el partido de turno. En la primera vuelta, el bético fue el autor de los dos goles con los que el Alba ganó el partido, los dos únicos que ha marcado hasta el momento. ¿Casualidad o hiper motivación?
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En el Sevilla, pues “indolencia”, la palabra utilizada por Tevenet tras la última derrota. Por cierto, que el técnico no estará en el partido porque le cayeron tres de sanción y frente al Albacete cumplirá el segundo, así que en el banquillo estará un viejo conocido, Sebastián Corona Nacarino, uno de esos jugadores que dejaron huella en su paso por el Alba por, aparte de buen jugador, muy buena gente.
Tevenet no puede contar con el defensa Felipe, que se retiró lesionado en el anterior partido y, con una rotura muscular, tiene para cuatro semanas. Pero la buena noticia es que recupera a Fede San Emeterio. Es defensa, pero le ha dado buen rendimiento en el centro del campo y es posible que vuelva a apostar el técnico por el doble pivote formado por uno de los gemelos San Emeterio, que este viernes cumplen precisamente 21 años, y el georgiano Aburjania, con los que generar un mayor caudal ofensivo para la tripleta de medias puntas que forman Curro, Pozo y Lara.
El partido se juega en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros (o Estadio Viejo Nervión). Dado el interés que suelen tener los filiales, su mala clasificación y que el partido se juegue un viernes por la noche, evitando así el desplazamiento de aficionados visitantes, pues todo hace indicar que se llegan a los 500 espectadores serán de milagro. Grande la Liga y sus horarios que no se a quién narices benefician.
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El colegiado del partido nos trae mal recuerdo. Se trata del vasco Iñaki Vicandi Garrido, un árbitro con larga trayectoria, que pitó tres años en Primera y que el pasado verano descendieron a Segunda, por algo sería. El mal recuerdo nos lo trae porque fue le trencilla que pitó el Albacete-Nástic que acabó 0-1 y que dejó que durante todo el encuentro los jugadores tarraconenses golpearan y provocaran a un Zozulia que tuvo que retirarse lesionado y que todavía no se ha recuperado.
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