Tres sancionados (Merino, Peña y Begoña), dos bajas por lesión (Xavi Jiménez y Marco Navas) y otros dos saliendo de las suyas (Mainz y Nkendo) no eran las mejores condiciones para recibir al Celta. Por muy abajo que estuvieran los gallegos y por muy presuntamente amenazado que viniese Pepe Murcia. Cinco encuentros sin caer derrotados, seis ahora, no es moco de pavo. El problema es que las cuentas en la liga de los tres puntos no premian esos logros. Por el contrario el Alba venía de sumar tres en Huesca, aunque mermado. JIM solucionó el puzzle optando por mantener a Pablo Gil en el lateral derecho, alineando a Kike en la izquierda y a Trotta y Tarantino como centrales. La lógica también se impuso en la repetición de Ritchie junto con Alberto en el doble pivote y Verza por delante de ellos. El mister tomó su decisión más controvertida optando por cubrir la banda derecha de nuevo con Álex Pérez. Jaime y Costa completaban el once. Tres canteranos y el cuarto, Nico, que entraría a falta de un cuarto de hora. Imagen: Gente.

El Celta comenzó con una marcha más. Pese a lo poblado de la parcela ancha impuso su calidad en ella desde el pitido inicial. A los cinco minutos ya nos temíamos que Trashorras y Ghilas nos fuesen a dar la mañana. Las malas sensaciones se plasmaban a los siete cuando una infantil pérdida de balón de Verza posibilita que los gallegos, con nuestra zaga a contrapié, se planten en tres toques en el área de Jonathan al que un rapidísimo Dinei supera con calidad como muestra la magen de Gente. Un buen tanto. Luego de diez minutos de evidente superioridad, los celtiñas dieron un paso atrás que no entendí, pero que agradezco. No se si para buscar la contra. O para empezar a verlas venir a falta de ochenta minutos. Sea como fuere se equivocaron y nuestra medular empezó a ganar presencia y a intentar voltear la situación.

No es que el Alba agobiase pero sí tenía la pelota. La línea de cuatro del Celta defendía más cerca de su frontal y nuestra presión en campo contrario tenía más convicción. Y estaba Ritchie. El solito cortó con el pecho una salida a la contra del Celta tras un saque de esquina, controló y cedió a Jaime sobre la izquierda. El extremo pisó área y, aunque sin apurar línea, le dejó el balón franco al Sr. Kitoko que acompañaba desde atrás para batir a un Notario que poco más que mirar pudo hacer ante la parsimonia de su defensa. Diez minutos y una llegada habían bastado al Celta para ponerse por delante y otro tanto de lo mismo al Alba nivelarlo. Imagen: Gente.

Quiso retomar la iniciativa el equipo de Pepe Murcia y lo hizo, pero sin la superioridad de los primeros minutos. Dinei topó con el palo izquierdo de Jonathan tras ganar la espalda de Tarantino. Alberto y Kitoko, que buen partido el del canterano, se asentaron algo más y la pelea en el centro del campo hizo que el resto de primera mitad transcurrió sin más llegadas claras a ninguna de las porterías aunque era el Celta el que tenía más profundidad. A estas alturas Pérez Montero ya había empezado con su concierto de pito. Yo no se que le pasa a Pedro Jesús con nosotros pero más nos valdía que viniese por Albacete de cañas en lugar de a pitar. Yo me haría cargo del coste muy gustosamente.

Enumerar los errores del Sr. Montero es poco menos que misión imposible. Completó uno de esos arbitrajes que acaban exasperando al jugador, provocando la afonía de el graderío y haciendo pitar los oidos de sus parientes y familiares más cercanos. A mi entender, ni Edu Moya ni Noguerol debieron acabar el partido. El primero, al que Jaime sacó de sus casillas sin hacer un buen encuentro, por frenar repetidamente en falta al extremo. El segundo, por otro par de tarascadas a Diego Costa y a Alberto para cortar sendas contras. Yo me juego el cuello a que si el bueno de Fran las da el año pasado cuando vestía nuestra camiseta se va a la calle. A todo ésto, Kike y Tarantino ya la habían visto la amonestación por exactamente lo mismo. Otro que se fue de rositas fue Rubén cosa que, como muestra la imagen de Gente, no debió suceder.

Lo más penoso de mi amiguete Pedro Jesús, amén de desautorizar en dos o tres ocasiones a su linea de Preferencia, fue parar el juego tras haber sacado el Alba de banda y marcharse Diego Costa solito cara a Notario. ¿Por qué? Pues porque Fran Noguerol, que había salido al corte para ceder fuera de banda, se quedó sentado en el suelo haciendo aspamientos con la única voluntad de parar la jugada. Y el tonto del pito de turno se dejó engañar y la mar de contento, además. ¿Pero no te dás cuenta de que te toman el pelo, cerril? El día que algún jugador se haga daño de verdad  ¿qué vas a hacer, llamar al SAMUR?. La madre que lo parió.

La segunda mitad resultó más aburrida si bien la incertidumbre del marcador y el sinvivir al que nos sometía Pedro Jesús hacían por un lado mantener el interés y por otro graznar de vez en cuando a la parroquia ( imagen: Gente). Richie y Alberto apretaron las tuercas a Trashorras y al Celta le costó más carburar. Aun así, suya fue la mejor ocasión al ejecutar un tiro directo que repelió, por segunda vez en el partido, el poste izquierdo de Jonathan. Dinei cazó un balón rechazado casi en el área chica pero Verza enmendó su fallo en el primer tanto taponando el disparo a bocajarro del delantero.

El Alba también tuvo alguna llegada: una de Costa tras slalom en jugada personal y, la más peligrosa, un cabezazo de Pablo Gil ( imagen: Gente.). El paso de los minutos pareció comformar tanto al Alba, que había sacado petroleo del partidazo de Ritchie, como a los visitantes que no podían o no estaban tampoco demasiado interesados en arriesgar más de la cuenta. Las entradas de gente ofensiva (Belencoso y Nico por parte local, David Rodríguez y Renan por parte celtiña) fueron más gestos de cara a la galería de Pepe Murcia y de JIM que una verdadera declaración de intenciones.

El punto sirve más al Alba, que se situa en zona tranquila tras sumar cuatro en las dos últimas jornadas, que al Celta, que no deja de sumar pero tampoco acaba de alejarse de la zona roja. Sin duda alguna me quedo con que el Alba superó con nota el trámite frente a un rival complicado. La temporada pasada a estas alturas ya nos habían pasado por encima dos o tres equipos. Este año, a día de hoy y con las carencias que todos vemos y conocemos, nadie ha conseguido de nosotros más que exclusivamente lo que le hemos dado.

Bien: Ritchie. Si el Sr. Kitoko se cae de su puesto, sin mediar causa justificada, es para echar a JIM de Albacete. Completó un encuentro sobresaliente anotando, además, el tanto local. Confirmó que los canteranos hacen perder puntos.... al Celta en este caso.

Mal: no podemos prescindir de una de las dos bandas. Ni podemos echar a los leones más veces al bueno de Álex situandolo en un puesto donde no se encuentra a gusto.

El del pito: Pedro Jesús Pérez Montero. Yo ya no se que decir que no se haya dicho. Es de los nefastos, de los que te mediatizan el desarrolo de un partido a base de minarte poco a poco hasta sacarte de tus casillas. Por no ir más alla, y visto lo visto esta temporada, el Celta no debió acabar con todos sus jugadores sobre el campo. En su descargo decir que ese tupé y el bronceado que luce le favorecen mucho. Un beso, Perdrito.