El Albacete recibe el sábado a las 18 horas en el Carlos Belmonte al Reus y, posiblemente, no se encontrarán dos equipos en la categoría con un mismo estilo, o también podríamos llamar filosofía, ya que no proponen el mismo sistema de juego, pero sí los mismos valores de intensidad, competitividad y solidaridad que han hecho al Albacete salir de la parte baja y pensar en alcanzar cotas mayores.
El empate cosechado por el Alba en Almería alimentó algunas críticas sobre el entrenador Enrique Martín. Hay quién le acusa de “vender humo” por aquello de mirar la promoción de ascenso cuando los números dicen que el resto es bastante difícil, tanto por la distancia como por los compañeros de viaje. Por ello Martín salió ayer en defensa de sus propios números, dejando claros algunos matices que enseguida se han olvidado porque “aquí se opina sin escuchar”. Recordó que “a mi me trajeron para luchar por el objetivo, que no era otro que la permanencia. Si entonces dice que a falta de siete jornadas vamos a estar como estamos con nueve puntos de la salvación, todos los habrían firmado. La realidad es la realidad, y yo llevo 42 puntos de 84 en las 28 jornadas que llevó aquí, eso son números de playoff y la diferencia con los demás es que llevan siete partidos más. El trabajo que está haciendo el equipo es espectacular y por ello creo que tenemos derecho a ilusionarnos. Yo tengo ilusión y me gusta trasmitirla, pero yo no he prometido que vayamos a jugar el playoff. Yo no vendo humo, yo que trasmito mi ilusión y no creo que con ello falte al respeto a nadie o cree falsas expectativas”.
Martín, que se fue calentando en su alocución, dijo que “sin que suene a excusa, el Almería jugó el viernes y tuvo nueve días hasta nuestro partido. Nosotros estábamos jugando el jueves en Huesca, tras un largo viaje. Luego el viaje de vuelta y al día siguiente otro viaje a Almería. En el Alba jugaban siete jugadores que el año pasado estaban en Segunda B y en el Almería, que nos triplica en presupuesto, jugadores que el año pasado estaban el Primera. Y dimos la jeta hasta que las piernas no respondieron. Esa es la realidad, que parece que pronto se olvida que el año pasado por estas fechas el Albacete estaba jugando con el Leioa o el Majadahonda, con todos mis respetos para ellos, pero la semana que viene jugamos en El Molinón, un campo de Primera, ante 30.000 espectadores. Hay que valorar lo que se tiene y la temporada que está haciendo el Albacete es espectacular”.
A todo esto, con el que juega el Alba es el Reus, pero el rival siempre parece tener muy poca importancia para Martín, siempre más preocupado por lo suyo, por su equipo, porque sus jugadores desarrollen sobre el campo ese estilo vertical y contundente, férreo atrás y martilleante arriba. Precisamente en eso es donde el Alba y el Reus se parecen. El equipo entrenado por López Garai mete intensidad, no deja pensar a sus rivales, es incómodo, como el Albacete, y presenta número muy similares. En la tabla los manchegos van por arriba y los catalanes por abajo, con similar número de empates, mismo número de goles en contra y parecidos en ataque. Pues eso, dos equipos “parejos” como dijo Martín, que a buen seguro pondrán toda la carne en el asador buscando esos puntos que aviven su permanencia en Segunda. Para el Albacete, sumar esos tres puntos puede ser definitivo, pues con 49 la cosa estaría vista para sentencia. Luego quedarán seis partidos para soñar. La complicación es grande, pero será preferible pensar en que se puede luchar por llegar a no bajar los brazos y que las últimas jornadas la temporada se diluya y la plantilla se deje ir más pensando en su futuro que en otra cosa, que suele pasar.
Martín no puede contar con los lesionados Saveljich, Gorosito y Bela. Por lo menos recupera a Susaeta, ausente toda la pasada semana con permiso del club. Lo normal es que el eibarrés vuelve a la titularidad, junto a Erice y Dani. Atrás, con Tomeu en la portería, los centrales serán Gaffoor, Chus Herrero y Delgado, no hay más opciones. En los laterales, pues Arroyo y Bíttolo, con permiso de Cifu, que anda bien. Arriba, las dudas sobre quién será el sustituto de Bela. Aridane atraviesa su mejor momento de la temporada y quizás es el momento de Acuña, toda vez que el ucraniano Zozulia ha bajado su rendimiento, algo que ya era evidente antes de la lesión. Su último gol fue en 2017 y ya ha llovido bastante desde entonces.
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En el Reus, la baja más importante es la de su goleador Lekic, ausente por sanción y que fue el que privó a los albaceteños de los tres puntos en la primera vuelta, tampoco estará por el mismo motivo el central Olmo, que hasta ahora era el jugador de campo tarraconense que más había jugado. Por su parte, Querol, Ricardo Vaz, Migue García y Fran Carbia están lesionados. Pablo Íñiguez es seria duda, complicado que pueda llegar para sustituir al zaguero Olmo, y su posición la podría ocupar finalmente Tito. Máyor será el relevo para Lekic, en un partido donde López Garai quiere que sus jugadores aparquen eso de estar fuertes en casa y flojear como visitantes para acercarse un poco más a la permanencia.
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El colegiado del encuentro será el granadino adscrito al colegio madrileño Moreno Aragón, debutante esta temporada en la categoría con 27 años. Ya pitó al Alba hace años en Segunda B y esta temporada estuvo en el debut de la liga en Granada (0-0) y en el Belmonte frente al Almería (2-0). La nota curiosa, que es nieto de un expresidente del Granada, Pepe Aragón, que ostentó ese cargo entre 1991 y 1995.
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