El Albacete se la juega en Tenerife. Aunque parezca mentira, el equipo de Enrique Martín, ese que iba a ‘volar’ a la promoción de ascenso, ese que la iba a ‘liar’, ese que tanta ilusión generó por sus buenos resultados desde noviembre a febrero, al final se tiene que jugar la permanencia en Segunda División en la última jornada. Es lo que tiene el fútbol.

En marzo el equipo estaba salvado. Se había conseguido un importante colchón con la zona de descenso, se estaba incluso más cerca de la zona de promoción de ascenso. Luego ocurrieron cosas que suelen pasar factura. A Saveljich se le fue la boca y recibió cuatro partidos de sanción. Era el auténtico jefe de la defensa, el comandante, el líder. Aquel partido frente a Osasuna en la 30ª jornada fue el último del central argentino con la camiseta del Alba, porque después llegó la lesión. También se lesionó Zozulia y estuvo dos meses de baja y otros dos para volver a recuperar su mejor nivel. Lo mismo le ocurrió a Bela. Luego pasó lo de Pelayo.

Con todo eso se empezó a hablar de renovaciones, que si el míster, que si Dani Rodríguez tiene ofertas importantes, que si Zozulia está ya pensando en su próximo destino, que si tal y que si cual. El caso es que el equipo se desconectó. Perdió la intensidad defensiva y su escaso, pero efectivo, acierto de cara al gol, que desapareció por completo. 10 jornadas sin ganar, que se dice pronto, y las malas sensaciones, las críticas contra el míster y el miedo metido en el cuerpo de cara a la última jornada.

En marzo se pudo y se tuvo que dejar la temporada finiquitada, pero se durmieron en los laureles, se dejaron los deberes en el último momento y ahora toca sufrir. Y toca sufrir porque después de lo visto en las últimas jornadas, el Albacete tiene que ganar para asegurar la categoría. En eso se depende de sí mismo y es precisamente lo que más dudas genera. La afición no ve claro eso de ganar porque al equipo se le ha olvidado lo que es la victoria.

Enfrente estará un Tenerife que quería estar luchando por la promoción, pero no lo está. Ya terminó su temporada. Le queda este partido, pero en las islas ya están pensando en otra cosa, concretamente en armar un equipo la próxima temporada para buscar el ascenso. Han renovado a Joseba Etxeberria y, una vez bajado el pistón, seguro que el sábado en el Heliodoro Rodríguez López no se presenta el mejor Tenerife. Casadesús está sancionado y hasta seis jugadores han estado con problemas durante la semana: Samuel Camille, Vítolo, Aitor Sanz, Álex Mula, Samuele Longo y Tyronne del Pino. Etxeberria convocará algún canterano. El técnico vasco está ya pensando en la próxima temporada.

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En el Albacete, como a perro flaco todo son pulgas, las bajas se han ido acumulando, sobre todo en defensa. Martín vendió que Saveljich podía incluso estar frente al Barcelona B. Los médicos decían otra cosa y el argentino ni estuvo frente al filial ni estará en el Heliodoro Rodríguez López. Tampoco estará Gaffoor, ni Bela, a los que hay que sumar al sancionado Chus Herrero. Parece como si Martín hubiera previsto la baja del aragonés y por eso probó con Arroyo como libre frente al filial. Gorosito se ha recuperado, superando los problemas y demostrando compromiso. Frente al Barcelona B fue el mejor sobre el campo hasta que se lesionó en el cuello. Con 11 ‘gorositos’ uno estaría más que tranquilo. También se ha recuperado Delgado. Toda la temporada entre algodones, sin poder terminar muchos partidos. Por ello quizás es el momento para el canterano Ángel Moreno. Otros aparecen en las quinielas cuando se habla de los jugadores del filial que llegarán al primer equipo, pero el rodense tiene algo que quizás otros no han encontrado todavía, esa capacidad para dar seguridad a sus compañeros, para ser un jugador con dotes de mando, para ser un central de referencia. El rodense puede tener su momento y a buen seguro que no va a defraudar.

En el centro del campo lo normal es que Martín repita, aunque Susaeta no estuvo muy bien el pasado domingo y De la Hoz podría tener su oportunidad. Erice viajó a pesar de sus problemas en el hombro, pero es posible que no esté al 100% y por ello se quedará en el banquillo, aunque vaya usted a saber lo que pasa por la cabeza del entrenador. Lo mismo ocurre en ataque. La lógica sería pensar que Aridane fuera la pareja de Zozulia, aunque en el mejor momento del canario Martín decidió sentarlo y poner a Acuña. El paraguayo lucha, pelea, tiene garra y una potencia de salto espectacular, pero todas las jugadas las acaba por el suelo. Actitud no le falta, pero es difícil verle culminar una acción.

Juegue quién juegue, la mentalidad tiene que ser la de salir a ganar, sin importar lo que ocurra en otros campos. No se puede el Alba fiar de nada. Los resultados que haya en el minuto 90 pueden cambiar en el 94, sin posibilidad de reacción. Así que la mejor forma de evitar sustos es ganando en Tenerife, que el Alba haga su trabajo y no se espere a que se lo solucionen los demás. Descender sería una gran decepción, al tiempo que un terrible paso atrás para unos nuevos propietarios que se han dejado ya un buen puñado de millones por el camino y sus perspectivas de crecimiento se pueden ir por el retrete si el equipo se pega el batacazo.

El sábado a las 20:30 empieza la jornada, el sábado a las 20:30 el Albacete se juega el ser o no ser en Segunda División en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. El sábado a las 22:30 todo habrá acabado, esperemos que para bien.

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A todo esto, el colegiado del encuentro será el gallego Eiriz Mata. No se le han dado bien al Alba los partidos que ha dirigido, así que mejor ni los nombramos, porque los dos que dirigió esta campaña acabaron en empate. Antes, en la temporada 2015-16 ya dirigió un Albacete-Tenerife en el Belmonte, con victoria canaria (1-2). Esperemos que este sábado su presencia pase desapercibida en el Heliodoro pase totalmente desapercibida.                                

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