Arranca la competición liguera en Segunda División y el Albacete Balompié juega en casa contra uno de los principales aspirantes al ascenso, toda vez que hablamos de un rival que fue Súper y llegó a ganar hasta una Liga en Primera, precisamente cuando el nuevo entrenador del conjunto manchego jugaba en sus filas.

Deportivo y Málaga serán, previsiblemente, los dos equipos con mayor potencial económico y eso se traduce también a la hora de poder contar con los mejores jugadores de la categoría. Al final, eso es algo importante, pero no decisivo, como cada año se puede comprobar. Si el año pasado la Segunda fue bastante previsible por abajo, ya que descendieron tres de los cuatro que habían llegado desde Segunda B -sólo se libró el Albacete- por arriba ninguno de los tres descendidos de Primera lograron retornar a la máxima categoría.

El peaje que deben pagar los equipos de Primera que descienden a Segunda es bastante alto. Cuesta acostumbrarse al juego de máxima igualdad y mínimos detalles que desnivelan la balanza de los partidos, sobre todo porque en Segunda, además de jugar a tocar la pelota, también se juega a no dejar jugar al rival. Unas diferencias que les cuesta asumir a esos jugadores de Primera poco acostumbrados a esa presión de inicio a fin.

El Albacete se presenta con una plantilla que se ha remodelado casi por completo y, sobre todo, se ha rejuvenecido. También se ha incrementado el nivel general, con fichajes de jugadores importantes en cuanto a calidad se refiere que ha llegado al club a través de cesiones con las que el Alba puede hacer frente a su incorporación sin pasarse del límite salarial con el que cuenta para este año, todavía lastrado por la enorme deuda que se encontraron los nuevos dueños cuando se hicieron cargo de la entidad el verano pasado.

Luis Miguel Ramis ha escondido sus cartas para el partido de hoy. Sus tres últimos entrenamientos han sido a puerta cerrada, con lo que cuesta definir las armas que utilizará frente a un Deportivo que ha viajado sin un jugador importante, el venezolano Christian Santos, lesionado. Nueve jugadores ha firmado un Deportivo obligado a remodelar su plantilla tras el descenso y que todavía tiene jugadores a los que buscar salida y más fichajes por hacer. Al mando de la nave está Natxo González, técnico que llevó al Zaragoza hasta la orilla la pasada campaña, pero no pudo ascender. Natxo será recordado por dejar "tirado" al Zaragoza, con el que tenía otro año de contrato, para fichar por el Deportivo.

El técnico utiliza un sistema sin extremos. Con una línea de cuatro atrás, Natxo monta un rombo en el centro del campo y deja dos hombres en punta. Mucho juego interior con la calidad de Mosquera, Krohn-Dehli, Expósito o Bergantiños. Arriba confía en el argentino Cartabia y en Quique González, vallisoletano que proviene del Osasuna, donde quizás no rindió lo esperado después de dos importantes temporadas en el Almería, donde sobresalió con 15 y 16 goles en liga.

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Volviendo al Albacete, Ramis ha tenido muchos problemas en defensa. Chus Herrero y Gorosito empezaron la pretemporada lesionados de la campaña anterior. Parecía que el aragonés podía llegar al partido, aunque sin embargo ha sido el argentino el que ha entrado en la convocatoria y todo hace indicar que será titular junto a Caro en el centro de la defensa. Caro llegó justo antes de partir al stage de pretemporada, jugó los tres últimos partidos amistosos como titular en los tres cometió errores que significaron goles. En los laterales, Mathías Olivera llegó después de haber sido operado de su hombro al final de la pasada campaña y tampoco estará disponible. Además, Fran García tuvo molestias y, aunque ya está recuperado y entró en la convocatoria, todo hace indicar que Ramis usará por la izquierda al diestro Tejero, por la falta de confianza en un Fran García que ya militó en el Alba hace un par de temporadas, también en Segunda, y demostró estar demasiado verde para la categoría. Tejero, en la banda contraria, no lo tendrá fácil, como se pudo comprobar durante el amistoso contra el Levante, donde Jason lo superó en numerosas ocasiones. Con todos esos problemas atrás, una defensa cogida con pinzas, el Alba se presenta ante un rival letal en su parte de arriba. No ha deslumbrado en su pretemporada, pero no ha perdido ningún partido, sólo cedió un trofeo en los penaltis y siempre encontró la portería rival.

Por lo menos Ramis cuenta con un potencial ofensivo mucho mayor al que había la pasada campaña, también con los importantes refuerzos que han llegado para el centro del campo. Junto a Erice estarán Febas y Eugeni, dos jugadores que tienen mucho que decir esta temporada, y Zozulia será la referencia ofensiva, con Acuña y Bela por las bandas. Si Ramis opta por ser más defensivo igual coloca a Jean Jules junto a Erice o prefiere la calidad de Susaeta en la banda en lugar de Bela o Acuña.

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El caso es que los aficionados verán un Albacete totalmente distinto al del año pasado. Ya se vieron algunas pinceladas frente al Levante, pero no debemos olvidar que han sido 11 los nuevos fichajes, que Ramis y su sistema son nuevos y todo eso necesita un proceso de adaptación que no suele ser suficiente en una pretemporada. A Ramis le gusta sacar el balón controlado desde atrás, jugar en corto y habilitar mucho a los jugadores de banda para que nutran de balones al área rival.

En juego estarán tres puntos importantes, para unos porque parten como favoritos y esa carga les obliga a ganar en todos los campos, y para otros porque no se quiere repetir el mal inicio del año pasado que fue un lastre que se terminó pagando en la recta final.

El colegiado del encuentro será Valentín Pizarro Gómez, madrileño de 37 años ya un clásico en la categoría y que Ramis recordó conocer de cuando entrenada al Real Madrid Juvenil que jugaba en la División de Honor. Será la primera vez que pite al Deportivo, mientras que al Albacete lo ha dirigido hasta en ocho ocasiones y sólo en una ganaron los manchegos. Recordar que fue el colegiado que pitó el Albacete-Sestao de la promoción de ascenso en 2013 en el Belmonte, partido que acabó 2-2 y en el que ascendió el equipo entrenado por Luis César Sampedro. La pasada campaña dirigió dos encuentros, ambos fuera de casa, ante Córdoba y Valladolid, ambos con derrota (1-0 y 3-2).

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