La de arena

No hubo ayer palos. Ni manos espectaculares de Jonathan. Por no haber, no hubo ni peligro por parte del Córdoba. Pero nosotros solitos nos encargamos de dar a los andaluces los tres puntos en un encuentro malo, aburrido y, por fases, indolente por ambas partes. Un centro desde la derecha que se comió nuestro portero al más puro estilo del 0-1 del Sálamanca y un rebote deasafortunado sobre Iker Begoña condenaron al Alba a volverse de vacío. Si bien es cierto que los locales obtuvieron más de lo que buscaron, no lo es menos que el Alba también se ganó a pulso el desenlace. Por rácano.

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Diego Costa, que acabó renqueando, se lamenta de la derrota. Imagen: Gente.

Se presentaba el Alba en El Arcangel con el mismo once que JIM viene repitiendo en las últimas jornadas. La racha de cinco partidos invictos y, por qué no, el aceptable nivel de juego exhibido a ráfagas inclinaban la balanza del lado del 4-1-4-1. El punto debil, la banda derecha: ausencia de un interior derecha específico y problemas en el lateral, crecientes según el rival de turno se aplica al estudio de nuestros videos. Y el punto preocupante: pese a la solidez del tandem Ritchie - Alberto y a su gran trabajo defensivo, en especial del primero, tenemos verdaderos problemas para mantener la porteria a cero.

cordoba-alba-08-09-02.jpgEl partido fue malo. Muy malo. La primera parte local, para llorar. El Córdoba ni siquiera presionaba la salida del balón. José González, que había avisado que el Alba iba a vivir de las contras de Costa, patinó de pleno en su vaticinio porque su equipo no tenía la pelota, ni la quería: difícil que te contraataquen así. Y cuando armaba el juego lo hacía de manera absolutamente inofensiva para la portería de Jonathan. Con los franjiverdes empleandose exclusivamente en mantenerse bien juntos atrás y en evitar el peligro cerca de su portería, el partido estaba de cara para el Alba. O debería haberlo estado porque a los de JIM, si bien presionaban más sobre la salida de Carpintero y Endika en busca de un inédito Asen, pareció interesarles el armisticio planteado por los locales y se dejaban llevar por el transcurso cansino de los minutos sin mostrar ni un ápice de ambición, ni una llegada seria, ni un remate para poner en apuros a Raúl Navas. Imagen: Gente.

Verza, ex-cordobesista, estuvo poco afortunado hasta en los balones parados y Merino, escorado a banda derecha, desapareció del mapa de una forma alarmante. Ambos factores unidos resultan en que la distancia entre líneas crece notablemente y eso se nota sobre todo en los partidos fuera de casa. El resultado: inoperancia absoluta de tres cuartos de campo hacia delante con un Costa que, para variar, recibió estopa hasta decir basta con Del Cerro, impasible, amonestando a Trotta por tocar el balón por la nariz en vez de mirar el juego subterraneo. Consultado el reglamento, podemos confirmar que hasta la fecha tocar el balón con la nariz no es motivo de amonestación, aunque se haga de manera voluntaria e incluso dentro del área. Ingoramos los motivos de Del Cerro para hacerlo, lo que está claro es que un recurso tendría perspectivas de prosperar. Y de poner en evidencia al manta del silbato.

cordoba-alba-08-09-03.jpgLa opción más clara de ambos equipos, el único tiro entre los tres palos, un inocente cabezazo de Begoña cuando se encontrtaba totalmente solo a la salida de un saque de esquina (en la imagen de Gente). La plácida primera mitad se había acabado sin que ni siquiera el Alba metiera una marcha más, sin que al menos se intentase plasmar el dominio y el control de la pelota ya no en el marcador, sino en sensaciones reales de peligro arriba. Imagen: Gente.

La segunda mitad pesentaba la novedad de un Córdoba que buscaba más presencia arriba y de un Alba que, ahora sí, esperaba atrás y buscaba la contra. Fruto de una de ellas llevada por Carlos Merino llegó la mejor ocasión del encuentro pero Jaime no acertó a batir al meta cordobés con todos los pronunciamientos favorables. Imagen: Gente.

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cordoba-alba-08-09-05.jpgTodo lo que hizo el Córdoba durante el partido fue un desborde por banda izquierda en el que Rubén pone un centro que Jonathan se come y que tras rebotar en un atónito Iker Begoña acaba entrando en su portería. El tanto en propia meta completa la variedad de facilidades dadas al contrario en defensa. Cierto es que los palos y Jonathan nos han evitado la pérdida de algún punto pero no es menos cierto que ayer la fortuna equilibró la balanza. Imagen: Gente.

cordoba-alba-08-09-06.jpgPara colmo, Carlos Merino se lesionó en la jugada, desconocemos aun el alcance, y tuvo que dejar el terreno de juego. En su lugar entró Xavi Jiménez. De nada sirvieron los veinticinco minutos que faltaban por jugar. Ni la entrada de Álex Pérez en la media punta ni la de Belencoso faltando siete minutos. El Córdoba supo atascar el juego y pertrecharse atrás para no pasar ni un solo apuro hasta que Del Cerro señaló el final. La jornada deja al Alba en la mitad exacta de la tabla. Conscientes somos de cual es nuestro sitio y cuales nuestras posibilidades pero nos queda el regusto de que concedemos más facilidades de la cuenta. Imagen: Gente.

Que curiosos y que asépticos resultan los comentarios de las webs oficiales de los clubes de fútbol. La del bando local, adjetivando como "justa y merecida" la victoria del Córdoba, un equipo que no consiguió atinar a poner un solo balón entre los tres palos. La del bando visitante, enfatizando la ya extinta buena racha de resultados y lo que los méritos y deméritos podrían haber significado si fuesen los que determinasen el resultado, cuando resulta evidente que un equipo con un mínimo de ambición y de codicia habría pescado en El Arcangel. ¿Tan difícil es para unos aceptar que tuvieron más folla que Molondro y para otros acatar el sumar cero por cicatería propia? Vale que no lo puedan contar así de claro, pero al menos podrían ceñirse un poco a la realidad. Porque para leer ficciones prefiero un buen libro.

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Bien: Alberto. Notable el partido del cordobés que está en un estado de forma excelente y que se compenetra muy bien con Ritchie.

Mal: Somos unas madres. Nos faltaba meternosla nosotros solos y ayer lo hicimos. Ajustemos la defensa, que nos hará sumar puntos. Y muchos.

El del pito: Del Cerro Grande. Éste es más malo que arrancao: lo hizo mal en un partido que se dirigió solo. Digno de mención lo de las amonestaciones: por tocar la pelota con la nariz, sí; por patear tobillos y por buscar al contrario al entrar, no. Parece que hay que pegar para que no te amonesten y viceversa. ¿Os lo habéis planteado chicos?