Alba y Osasuna han empatado a dos tantos en encuentro correspondiente a la 17ª jornada del Campeonato de Liga de Segunda División disputado esta tarde en el Belmonte. Roberto Torres, de penalti, y Juan Villar hicieron los tantos navarros mientras que Zozulia y Olivera anotaron por el Alba, que acabó con 9 merced al caracartón de Figueroa Vázquez. Los de Ramis se hayan situados en quinta posición con 31 puntos en su casillero.
El once de Luismi
Volvía a estar disponible Zozulia, que fue de la partida, y el mister optó por el capi Arroyo para ocupar el lateral habida cuenta de la baja de Tejero por sanción. La otra duda, la pareja de baile de Gentiletti, se despejó finalmente en beneficio de Nico Gorosito. Saltaron al verde Tomeu Nadal, Arroyo, Gorosito, Gentiletti, Olivera, Erice, Febas, Susaeta, Bela, Eugeni y Zozulia. Y no me veo capaz de analizar nada más del encuentro de hoy más allá de la alineación.
Figueroa Vázquez
Y no me veo capaz porque la actuación del señor del pito ha sido tremendamente determinante. Tanto que cualquier intento de análisis y de hablar de fútbol se me antoja vano. Y no digamos ya hablar de justicia o injusticia de un resultado. La mano de Figueroa, o su pito, ha estado tan presente que me resulta absolutamente imposible hacer ninguna valoración objetiva abstrayéndome de su influencia. Es igual si Arroyo las estaba pasando canutas en su vuelta al lateral con su pareja de baile. O si Osasuna equilibraba el juego anulando a Febas y el Alba se resentía en la medular. O si Eugeni está en un momento dulce de juego pese a que no le acompaña la fortuna. O si Gentiletti picó como un pardillo en la jugada del penalti a Brandon. El fútbol no importa.
Y no importa porque el capitán se fue a la calle por recordar a Figueroa la reiteración de las faltas de los navarros. En el acta Figueroa a firma que advirtió a Arroyo previamente pero me voy a permitir el lujo de llamar al sevillano mentiroso con todas las letras porque entre él y Álvaro no hubo el más mínimo dialogo más allá del gesto con la mano del capitán desde la distancia, que lo vi desde bien cerca. No importa porque Eugeni y Febas podían ser parados en falta por el mero hecho de vestir de blanco. No importa porque Osasuna equilibró a base de golpes francos de esos que dan risa hasta a ellos mismos. No importa porque Figueroa señaló falta a Santiago cada vez que el cuero le rondaba. El fútbol no importa porque esta tarde vino Figueroa.
El personal de gol norte felicitando las pascuas a Figueroa
Lo de Zozulia
El tratamiento que está recibiendo Roman del estamento arbitral (ojo, ya no solo de Figueroa) es absolutamente escandaloso. Y yo soy de los que no daban crédito a que existiera algún prejuicio arbitral frente al ucraniano, pero visto lo visto ya en demasiadas ocasiones reconozco que no hay otra explicación que no sea que los arbitretes vienen ya hablados de casa. Hoy ha sido patente que Figueroa ha tenido la piel más fina que el pellejo de una mierda en la expulsión de Arroyo, pero lo de Zozulia es ciertamente denunciable. Y pasado este trago habiendo aguantado un punto con 9 jugadores y pudiendo haber hecho el tercero en la última que tuvo Rei Manaj (si la mete me saco la chorra), no solo queda digerir el cabreo: lo peor es lo que puede por venir cuando los sabios del comité de competición completen la faena de Figueroa. Imposible hablar de otra cosa que no sea Figueroa, el fútbol no importa.
Jorge Figueroa Vázquez
Rastrero el arbitraje del andaluz hoy en el Belmonte. Lo único positivo que se puede decir respecto a su última visita es que ha perdido un par de kilos de barriga. Pero eso que vaya a lucirlo al gimnasio y a nosotros que nos deje en paz. Del resto, no me ha gustado ni el uniforme tipo pijama que ha traído hoy. No soy de los que creen en comportamientos tendenciosos premeditados de determinados trencillas por lo que he de concluir es que el problema de Jorge Figueroa no es otro que una incompetencia supina. Es una ruina de árbitro en toda la extensión del término. Un ceporro, un alcornoque, un paquete. No es la primera vez que nos demuestra su nivel, ojala y sí la última. Nunca me cansaré de repetir que reconocemos la dificultad del arbitraje y de sus jugadas milimétricas y nunca entraremos ahí. Pero otra cosa bien diferente es que te manden con un pito al torpe mayor del reino, que no se muestra capaz ni de coger el balón del puto poyato ese donde lo ponen. Una patada ha habido en el partido, UNA!!! Se la llevó Febas en la barriga y por supuesto no fue merecedora de amarilla. La otra, sobre el filo del tiempo sobre Olivera que salía a la contra no tuvo ni a bien considerarla dentro de tiempo. Y como a un arbitrete de este calibre no puede faltarle nada para el completo, es un chulo de bar de proporciones épicas, característica imprescindible para que acabe de derrumbarse lo que de positivo pudiera tener su actuación, si es que lo hubiere. Y me reitero en que creo que Figueroa miente en el acta cuando habla de Arroyo. Y no sé con qué intenciones, como no sea con que su sombra resulte alargada.
A quien pueda concernir
No creo que ninguno consintamos que vengan a nuestra casa a reírse en nuestras narices. No creo que ninguno toleremos flagrantes comportamientos que discriminen, y menos si vienen de parte de un profesional que cobra por prestarlos. Y no creo que ninguno seamos tan mansito como para encima poner buena cara y seguir para adelante. Miren ustedes, es que creen que nos van a putear más todavía si dejamos la complacencia y usamos las armas que tengamos a nuestro alcance para hacernos valer?. Pues por amor de dios, alcen la voz, recurran las amonestaciones y salgan en los papeles!!! Que al final nos va a dar igual? Puede que sí, pero el gustazo de llamar chotón a personajes como Figueroa no me lo quita nadie. Va bien para la úlcera, créanme.
A continuación la galería con las mejores fotos del encuentro:
