El Albacete Balompié comanda la clasificación de Segunda División. Es una situación ficticia, pero da gusto ver al equipo manchego en lo más alto de tabla. Lo que ocurre es que, cuando les otorguen a los perseguidores los tres puntos de su enfrentamiento con el Reus, veremos cómo queda la cosa. Mientras tanto, a disfrutar y a defenderlo con uñas y dientes.

“Disfrutamos de la clasificación durante la semana, pero eso no nos da un poder extra durante los 90 minutos del partido”, decía Ramis ayer en su comparecencia. Pues yo creo que sí, que verse primeros en la tabla otorgo a los jugadores un plus de confianza, una inyección de resistencia, una dosis de vitaminas que muchas veces suele ser la diferencia entre la victoria y la derrota. “El fútbol es un estado de ánimo”, una de esas frases que bien resumen las claves para que un equipo esté arriba o abajo. Los equipos tienen alegría, confianza, en definitiva, que son una piña, son los que suelen conseguir los mayores éxitos.

En eso está nuestro Albacete, formando esa piña que se ve día a día en los entrenamientos, alrededor de un entrenador que está sacando el máximo rendimiento a sus jugadores, sin que nadie saque los pies del tiesto. Ahora llega otro episodio para poner a prueba la fortaleza de un equipo que, no nos olvidemos, es el mejor visitante de la categoría, y eso que las tres derrotas que lleva han sido lejos de Carlos Belmonte.

El Zaragoza siempre está en todas las quinielas. Fue un clásico en Primera, pero en los últimos años no ha logrado afianzarse en la máxima categoría cuando ha regresado. Pasó muchas vicisitudes a nivel económico, que todavía arrastra después de esos brillantes 90 de títulos bajo el mandato de Alfonso Solans, dueño de Pikolín. Ahora ha renacido con la llegada al banquillo de todo un clásico, Víctor Fernández. Acudió a la llamada de un Zaragoza hundido en la tabla tras el mal arranque de Imanol Idiákez y la poca efectividad de su cambio por Lucas Alcaraz. La racha maña es muy buena. Desde la llegada de Víctor Fernández han logrado cuatro victorias, dos empates y una derrota.

La exigente grada de La Romadera vuelve a sonreír y apoyará a su equipo ante nada más y nada menos que el líder. “Será un partido de poder a poder”, dijo un Víctor Fernández en una previa en la que se deshizo en elogios al conjunto entrenado por Luis Miguel Ramis. El técnico zaragocista está sacando resultados a pesar de la mala suerte que acompaña al equipo maño en el tema de lesionados. Grippo y Toquero son de larga duración, también están Lasure, Álex Muñoz, Raúl Guti y Papunashvili, que en la última visita endosó tres chicharros al Alba. Para ahondar en el problema esta semana cayó Zapater, cuyo puesto en el centro del campo será ocupado por Javi Ros. Alberto Soro llega muy justo y es algo más que seria duda, siendo Pep Biel su sustituto más probable y Aguirre otra posibilidad. Hay otro jugador tocado, que Víctor Fernández no quiso desvelar, aunque todo apunta a que pudiera ser Verdasca, y que puede condicionar su alineación titular dando entrada en el centro de la defensa al debutante Chechu Dorado, con todo esto no se esperan más cambios respecto al once que jugó y ganó en Lugo.

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En el Albacete, Luis Miguel Ramis perdió esta semana a Álvaro Arroyo. El capitán y ahora aguerrido central venía arrastrando unas molestias en el adductor, agravadas tras el partido frente al Mallorca. Las pruebas revelaron una rotura fibrilar, por lo que será baja durante varias semanas. Caro será su sustituto, no hay mucho más tras la marcha de Chus Herrero y la lesión de Gorosito, que no termina de recuperarse de la operación sufrida hace ya casi dos meses por la fractura de un dedo del pie. También sigue lesionado Eugeni y se ha recuperado Barri, que es la novedad en la convocatoria junto al canterano Ángel Moreno. Ramis necesita tener un recambio defensivo y por ello se llevó al joven rodense, dejando fuera de la lista a Ballou Tabla.

Además del cambio obligado por la lesión de Arroyo, Ramis anunció algún cambio más. Teniendo en cuenta el tipo de partido, la calidad del rival y lo complicado del campo, sería lógico pensar que el Alba no saldrá con el 1-4-4-2 que venía utilizando en las últimas semanas y se utilizará un 1-4-2-3-1, prescindiendo de Rei Manaj y dejando a Zozulia sólo en punta. El hombre que puede entrar de inicio es Álvaro Peña, que está dejando buenas sensaciones en los minutos que juega al final de los partidos y podría tener su oportunidad de inicio, ya sea en la media punta o adelantando la posición de Febas y dejado al jugador proveniente del Alcorcón en el doble pivote junto a Dani Torres encargado de la creación de juego.

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El partido, que se disputa el sábado a las 18 horas, contará con una nutrida representación de la afición manchega, que ha recuperado ese vicio que se adquirió en aquellos años 90 en los que el Queso Mecánico era seguido por varios autobuses de valientes por todos los campos de España.

El colegiado del encuentro será el canario Trujillo Suárez, que precisamente ya dirigió el mismo partido durante la primera vuelta en el Carlos Belmonte, que acabó 2-2.

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