Otra semana de trabajo intensivo de nuestro VAR desmenuzando la faena de aliño de Oliver de la Fuente y sus secuaces. Cuando un trencilla es malo tiene un pase, pero lo de Oliver y sus amiguetes apunta más a querer llevar las riendas de la situación, que no las del partido ojo. Os mostramos un extracto de jugadas como muestra, pero absolutamente todas fueron en el mismo sentido.

1) Tarjetas amarillas. No es que Oiver no tenga criterio para amonestar, que a esos estamos hasta el coco de verlos, es que era tan claro como amonestación para los blancos y no para los azules. Miren si no esta jugada, recién inaugurado el casillero de tarjetas del Alba por una nimiedad, de la que el del pito y su querido asistente se desentienden por completo. Hasta Anquela sacaría la cartulina si fuese él el que las llevara en el bolsillo de la camisa.

2) Zozulia, capítulo 1. Ya no digo que lo de los árbitros con el ucraniano sea manifiesto y patente: es que empieza a apestar. Directamente. Jugada del tanto anulado a Roman. Es tan evidente que toca el balón con la mano como que le viene rebotado y lo hace sin intención. No entraré en más disquisiciones del reglamento en torno a la jugada, solo afirmar que bajo ningún concepto se puede enseñar amarilla a un jugador por eso. Y para más recochineo, casi a renglón seguido Bárcenas no recibió más que unos toquecitos en el hombro de Oli cuando sí trató de llevarse la pelota con la mano en una disputa con Borja. Por cierto, que de toquecitos hablaremos al final.

3) Zozulia, capítulo 2.
Bueno, pues ya tenemos al ucraniano amonestado y suspendido para la semana que viene. Y comiéndose la cabeza y dándole vueltas al tema. Y probablemente más cabreao que una mona. Pero espérate, que por si no lo tenemos ya fuera del partido voy a tocarle un poco más los cojones, no sea que.... ahí va, le pito falta en contra por derribar a Tejera con la chepa y verás tú que risa! Y no se ve en las imágenes, pero el de la bandera acompañó como buen secuaz a su jefe en la señalización. De esos asistentes que dan nauseas.

4) Fueras de juego. Cinco a cero. Que no es que diga yo que no lo sean, pero bueno, alguno puede ofrecer alguna duda.... Pues parece ser que para ver eso sí que andan listos los señores de la bandera... que también son los mismos que estuvieron en el partido de Oviedo (recomiendo ver nuestro VAR de la ida para refrescar la memoria)

5) Las líneas no se mueven.
Al contrario que los jugadores, las líneas, otro de los cotos que tiene que vigilar los asistentes, no se mueven durante los partidos. Ya tuvimos la experiencia de Rei Manaj en Córdoba que, pese a resultar intrascendente, pone en evidencia el quehacer de los banderolos. Los de ayer no anduvieron a la zaga: Champagne rescata el balón desde detrás de la línea de meta con el beneplácito del tipo de la banderita, quien por cierto está situado como el ojete.

5) A que te toco..... ¿Qué pasaría si un jugador osara tan solo rozar a un chuloplaya de estos que nos mandan con un pito en la boca?. Me refiero a ponerle la mano en el hombro, o a darle un toque amistoso con el dedo índice o sujetarlo del brazo.... Llamadme lo que queráis, pero las maneras de Oliver de la Fuente ya me parecen lo suficientemente zafias sin ningún tipo de contacto como para que un tío a 200 latidos por minuto tenga que soportar más tonterías.