Ni hemos tenido que arrancar hoy nuestro VAR porque lo que hizo ayer Javierín Iglesias Villanueva es tan claro como incomprensible. Tenemos monotema y anlizamos hoy una única jugada: el flagrante penalti de Borja Herrera sobre Manu Vallejo desde todos los ángulos y perspectivas posibles.

1) Penalti a Manu Vallejo. Sin palabras.

Añadir que nuestro equipo de investigación, formado por nosotros mismos a media jornada, ha detectado un par de curiosidades relativas a la saga Iglesias Villanueva que os contamos a continuación.

La primera podría llegar a sentar precedente en la biología molecular. Sí, amigos: es que la ineptitud arbitral con las jugadas de penalti podría ser un caracter determinado genéticamente. Dicho en lenguaje más coloquial: la habilidad de Javier Iglesias Villanueva para señalar penalties inventaos le puede de venir de familia. Me explico: como recordarán, su hermano Ignacio es el famoso perpetrador del penalti sobre Casemiro que pudimos disfrutar hace unos días y que demuestra, de paso, como se puede uno pasar el VAR por el forro de los cojones. Pero no todo iban a ser malas noticias porque caso de ser ésto así, la ciencia nos ofrece la posibilidad de obtener árbiros sin esta tara. Incluso podríamos tratar a la saga Iglesias Villanueva para librarlos del defecto. Terapia génica se llama. Caro es, pero nos estamos planteando abrir una iniciativa de micromezenazgo. Ya os avisamos.

Este es otro video (publicado el 17 de Septiembre de 2006) que apunta a favor de nuestra teoría. Vemos como, nuevamente, el hermano del Javier Iglesias Villanueva, el colegiado Ignacio Iglesias Villanueva, la vuelve a tener con un penalti inventao. Pero como somos científicos rigurosos, aquí viene la segunda curiosidad, hemos de descartar otras opciones. Y es que el favorecido con el penalti incomprensible vuelve a ser de nuevo el Cádiz. Vale que los Iglesias Villanueva sean un par de árbitros de chirigota y que tal vez les tire lo similar. O a lo mejor es que tienen familia en Barbate aunque yo me inclinaría más por los determinantes genéticos. Os mantendremos al corriente de nuestras conclusiones.

Vean como se las gastaba Ignacio Iglesias Villanueva: