Con las botas puestas; así despidió el Albacete Balompié la competición 2018-2019 en unas semifinales del play-off por el ascenso a Primera División que nadie, allá por el mes de Agosto, atinaba siquiera a imaginar en sus sueños más húmedos. El mantenernos "sin apuros" era el objetivo que todo el mundo se planteaba entonces y al que el 99.99% del entorno se hubiera suscrito sin dudarlo.
Pero mira tu por dónde que la campaña salió, para bien, "rana", igual que aquella 1990-1991; o la más reciente aunque ya lejana 2002-2003, y lo que era un modesto proyecto de reconstrucción ha terminado en otro grandioso de reconquista de éxitos y laureles pasados y que ya estaban por muchos casi olvidados.
Y no, lo de este año, igual que lo de hace 28 años no ha sido casualidad, este Albacete ha brillado con luz propia desde el principio hasta el final, ante equipos que duplicaban, triplicaban o más el presupuesto blanco y lo ha hecho con un particular libro de estilo siempre presente: humildad, fe, compromiso, entrega, lucha y honradez.
La ley del fútbol hará que muchos de esos futbolistas a los que hemos tenido el privilegio de disfrutar este año, abandonen la nave blanca; nada que reprocharles, todo lo contrario, se lo han ganado con creces y merecen más que nadie dar ese saltito en lo profesional que les lleve a salir de un anonimato injusto. La afición blanca, con esa filosofía manchega tan nuestra, de gente llana y abierta seguro que les reservará un sitio en su corazón y siempre tendrán aquí su segunda casa con las puertas abiertas. Casa a la que estamos seguros que alguno regresará, siempre pasa. El famoso dicho de la ciudad de los dos llantos, seguramente ayer cobró significado para alguno de esos futbolistas que no estarán aquí la temporada que viene; sus sinceras y sentidas lágrimas así lo atestiguan.
Mientras, en este verano que ahora comienza, y en el que, como en aquellos tiempos escolares uno sacaba pecho por las buenas notas finales y se sentía "el Superman" del barrio por el deber cumplido, nos quedara tiempo para reflexionar sobre la importancia de esta temporada; que no es haber estado a punto de consumar un ascenso impensable e increible en la mejor Segunda División de la historia; ni haber batido todos los records, junto con Málaga y Granada, de mejor equipo a domicilio; tampoco lo es haber podido presenciar goles de Champions como aquellos anotados por Eugeni y el "Torito"; o disfrutar de futbolistas de la talla de Zozulia, Bela, Febas, Tejero y tantos otros. Lo importante de este año, inolvidable, es que este EQUIPO (sí, con mayúsculas) ha despertado nuevamente la ilusión y el orgullo de una ciudad y de una provincia por lo suyo.
¡¡Gracias Alba por esta temporada de ensueño!!, ¡¡Gracias por devolver a Albacete la ilusión en un proyecto!!. ¡¡Gracias a Ramis, a su cuerpo técnico, a toda la gente del club y a toda esta plantilla de currantes por ir paso a paso creciendo desde la humildad manchega, para poner el nombre de Albacete otra vez en el mapa!!. Nos vemos el año que viene.
