El catalán Ávalos Barrera castiga con amarilla de forma injusta al delantero del Alba Roman Zozulia ante el Huesca

Es algo que se viene observando ya desde la primera temporada que el delantero ucraniano jugó con el Albacete Balompié. Los árbitros han colocado una etiqueta a Zozulia que siguen a rajatabla y eso provoca una indefensión total del jugador ante las continuas faltas e incluso agresiones que llega a recibir por parte de sus rivales durante un encuentro.

Todo el mundo sabe que Zozulia es un delantero que va al límite, que lucha con todo, pero también es un jugador noble que no realiza faltas que puedan acarrear lesión. Por el contrario, los defensas, ante los mil y un problemas que encuentran para frenar a un jugador de sus características, utilizan todo tipo de artimañas para frenar al ucraniano, muchas veces con falta. Los árbitros sólo ven las acciones de Zozulia y sólo tienen tarjetas amarillas para el delantero, como se pudo ver el pasado miércoles en Huesca. Ante esta situación, el Albacete Balompié ha decidido levantar la voz y defender a su jugador ante esa etiqueta puesta por los colegiados.

La entidad blanca ha presentado alegaciones por la tarjeta amarilla recibida por Zozulia en El Alcoraz “un ejemplo más del tratamiento singular y desigual que sufre habitualmente nuestro delantero”, señala el Alba en su comunicado.

El partido en Huesca volvió a evidenciar algo que el club manchego viene denunciado desde hace dos años “un trato singular y punitivo en cada encuentro hacia nuestro futbolista Roman Zozulia; para el que el Albacete Balompié exige un tratamiento justo y equitativo –ni mejor, ni peor- que el que reciben el resto de jugadores de LaLiga SmartBank”.

El conjunto manchego explica en su comunicado que “cualquier acción de nuestro delantero es sancionada con evidente ligereza, llegando incluso a la sanción disciplinaria de manera habitual. Sin embargo, durante el transcurso de cada partido, las infracciones cometidas por sus defensores rara vez son señaladas y, muchos menos, castigadas disciplinariamente, pese a la reiteración y contundencia de sus acciones”.

La acción en la que Zozulia vio la cartulina amarilla, según el Albacete, es “un ejemplo más del tratamiento desigual y singular que sufre habitualmente nuestro delantero” y explica que “el colegiado de la contienda mostró la cartulina a Roman Zozulia en el minuto 24 de partido por infringir persistentemente las reglas de juego, según recoge el acta del choque. Hasta ese momento, nuestro jugador había cometido, a juicio del colegiado, cuatro faltas (minutos 6, 21, 23 y 24). Atendiendo a las imágenes queda probado, sin embargo, que en dos de ellas, Roman Zozulia es objeto de falta por parte de la defensa del SD Huesca y no es el infractor”.

“En una de ellas, minuto 23 de partido, Roman se adelanta al central rival en el control del balón y este le golpea claramente su pierna derecha. Y en la siguiente, minuto 24, es a él a quien están agarrando de la camiseta. El resultado de esta última jugada es totalmente incongruente: aun cuando Roman Zozulia es objeto claramente de falta por el defensa de la SD Huesca, la acción se resuelve con la señalización de falta al ucraniano junto con la imposición de una amonestación a todas luces injusta”, añade el comunicado, que adjunta dos capturas de imagen de las referidas acciones en los minutos 23 y 24.

Nadie niega que Zozulia esté muchas veces al límite de la legalidad, por su fogosidad y pelea constante, pero eso no habilita a los colegiados para cargar siempre las tintas sobre el delantero ucraniano, cuando los defensas utilizan todo tipo de artimañas para frenarlo con el consentimiento del árbitro de turno.