La lesión de Manu Fuster llevará aparejada con toda seguridad una baja de más de un mes

La entrada del ucraniano Myaka a Manu Fuster fue muy dura y el árbitro no señaló ni falta

Corría el minuto 15 del partido que anoche disputaba el Albacete Balompié frente al Alcorcón en Santo Domingo cuando en la expedición del conjunto manchego saltaban todas las alarmas. El joven futbolista Manu Fuster iniciaba un contrataque por banda izquierda que el centrocampista ucraniano "Myaka" cortaba de raíz con una durisima entrada por detrás que Vicandi Garrido ni señaló como falta.

En la misma caida y sabedor de que en la entrada sufrida había algo más que el golpe, el propio jugador valenciano del Alba hacía el gesto al banquillo del cambio y movilizaba de urgencia a las asistencias blancas. Tras varios minutos siendo atendido en el propio terreno de juego Fuster se retiraba con la ayuda de los servicios médicos, entre visibles gestos de dolor y preocupación y casi sin poder apoyar la pierna derecha.

En sala de prensa y preguntado por el estado del atacante albaceteño el míster Ramis lanzaba un mensaje más tranquilizador: "a falta de realizarle las pruebas pertinentes, no parece grave, parece un esguince de un ligamento lateral de la rodilla, está dolorido, pero puede apoyar y la rodilla no está inestable, parece que con una buena recuperación pronto estará con nosotros".

En la mañana de hoy sábado y tras someterse a una resonancia magnética en las instalaciones del Hospital quirónsalud de Albacete, el diagnóstico se confirmaba y según informaba el club, Fuster sufre "un esguince de grado II en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha y el tiempo de baja del futbolista dependerá de su evolución".

 

Fuster fue atendido por los servicios médicos del Albacete Balompié durante varios minutos sobre el terreno de juego

Pero ¿qué significa exactamente esguince de grado II?. Intentaremos explicar esta lesión tan común en futbolistas de la manera más sencilla y menos técnica posible: un esguince es un sobre estiramiento de un ligamento. Los ligamentos tienen capacidad de estirar y volver a su posición sin sufrir ningún daño, pero si pasamos de su capacidad de estiramiento se puede producir una rotura en las fibras que lo componen. Dependiendo del número de fibras que se rompan se clasifica a los esguinces en tres grados:

  • Esguince grado I: sobreestiramiento con muy pocas fibras rotas.
  • Esguince grado II: rotura de aproximadamente la mitad de la fibras que componen el ligamento.
  • Esguince grado III: rotura de más del 50 % del ligamento.

y, si se produjera la rotura total del ligamento ya no hablaríamos de Esguince sino de rotura y de un tratamiento de recuperación obligatoriamente quirúrgico.

En el caso de Manu Fuster, el dignóstico de grado II llevará aparejada una rehabilitación diaria con aplicación de hielo para controlar la inflamación, y ultrasonidos, láser y microondas para fomentar la regeneración de los tejidos, además de los ejercicios propios de trabajo sobre la zona una vez comience la reconstrucción de las fibras dañadas.

Habitualmente, y dependiendo del alcance de la lesión (grado I, II o III), el tiempo de recuperación va de 10 días a 8–12 semanas. Por lo que fácilmente podríamos estar hablando de un plazo de dos meses para volver a ver a Fuster sobre un terreno de juego.